PedidosYa se enruta hacia el Quick commerce

. Entregar cada vez más rápido a los usuarios, en la forma en que esperan su orden, es la promesa de valor en la que se enfoca PedidosYa actualmente. Así, la marca líder en delivery online de Latinoamérica, se distancia del concepto de e-commerce para tomar lugar en lo que se conoce hoy como Quick commerce o Q-commerce.

“Es un término que se empieza a escuchar con más frecuencia, y que representa a aquellas empresas digitales cuya oferta de valor es la entrega de sus pedidos de forma casi inmediata. En Venezuela nuestro tiempo promedio de entrega está en 34 minutos, 5 minutos más arriba del indicador de la marca en la región, lo que nos exige seguir trabajando en mejorar los tiempos y hacia allá vamos”, explica Daniel Pessolano, director general de PedidosYa Venezuela.

Los tiempos de entrega van definiendo el margen de espera de los usuarios, lo que los hace cada vez más exigentes, sin olvidar que la rapidez no puede desplazar la entrega del pedido correcto, en el lugar indicado y en la forma esperada. En ese sentido, PedidosYa se apoya en la robustez de su tecnología para ajustar con precisión cada elemento y dejar fuera de su control la menor cantidad de variables posibles.

“El valor de nuestra plataforma es tener todo conectado en un mismo lugar donde el usuario selecciona entre una amplia oferta, ordena, paga y se controla el curso de su pedido hasta el momento en que llega a sus manos”, agrega Pessolano. La diferencia es visible al comparar el delivery online con los pedidos que se realizan a través de una llamada telefónica o mensajería instantánea, en los que puede tomarle al usuario alrededor de media hora para ordenar y procesar el pago, saltando de la llamada, al menú y a la banca online, y otros 30 minutos como mínimo para recibir su pedido.

La marca aspira concentrarse cada vez más en lo transaccional, facilitando la vida de las personas al permitirles acceder a productos y servicios de forma rápida y eficiente, evitando  trasladarse innecesariamente, sin competir con la experiencia de disfrutar de una buena comida junto a personas especiales en un restaurante, por ejemplo.