Mundo Empresarial

¿Tiene usted un plan «B» económico?

Por Johan Pullas Guillén

En nuestro artículo anterior ¿Por qué nunca nos alcanza el dinero?, mencionamos que una de las principales causas de este problema es contar con un solo ingreso, en otras palabras: un empleo.

Recordemos las principales ventajas de tener un empleo:

  1. Podemos contar con ingresos fijos, por lo general cada quince días.
  2. Recibimos pagos por concepto de bonos por cumplimientos de metas y además utilidades.
  3. El salario es incrementado anualmente. Además, nos permite mantenernos, pagar nuestros gastos de alimentación, ropa, diversión… inclusive, en algunos casos hasta cancelar el crédito de la vivienda o del vehículo.
  4. Nos da estatus si se trata de una empresa reconocida. No es lo mismo decir que uno trabaja en la panadería de la esquina, a decir que se trabaja en una gran y reconocida corporación.
  5. Contamos con un Seguro HCM, para nosotros y la familia.

Lo anterior es una realidad, pero no menos realidad son los riesgos que también están presentes:

1.- Nuestra salud constantemente afectada por el estrés, debido al miedo de ser despedidos, exceso de trabajo, ansiedad, ataques de pánico (lo cual parece que se está incrementando en Venezuela), entre otros. ¿Sabe el significado de la palabra japonesa “karochi”? Significa “muerte por exceso de trabajo”, siendo Japón el país con el más alto índice, más de 5.000 personas anualmente.

 Le preguntaron a Buda: “¿Qué es lo que más le sorprende de la humanidad?”

Buda respondió: “Los hombres que pierden la salud para juntar dinero, y luego pierden el dinero para recuperar la salud, y que por pensar ansiosamente en el futuro olvidan el presente, de tal forma que acaban por no vivir ni el presente ni el futuro, viven como si nunca fueran a morir y  mueren como si nunca hubiesen vivido.

2.- El jefe nos puede llamar en cualquier momento a su oficina para notificarnos que estamos despedidos. En Venezuela, en la década de los cincuenta, y me imagino que en muchos países también, los empresarios se peleaban por contratar a profesionales. Pero fíjese, hace 50 años de eso. Hoy en día somos los profesionales los que nos peleamos por un empleo y a veces hasta subpagado o subutilizado. ¿Causa? una de las principales es la altísima cantidad de graduados, que cada día egresan de las universidades públicas y privadas, es decir, mucha oferta y poca demanda.

Por otra parte, debido a que quizás muchas personas no tengan una cultura de ahorro, seguramente tendrán que hacer cambios drásticos en su economía personal, para poder subsistir, mientras le cancelan la liquidación y/o mientras consiguen otro empleo.

3.- Derivado del punto anterior, existen también otros riesgos como la pérdida del derecho a beneficiarse de una póliza colectiva de HCM.

4.- Estar atado siempre a un horario. Claro está, el contrato laboral, en resumidas cuentas, implica cambiar nuestro tiempo y habilidades profesionales por un salario. Si requerimos de hacer una diligencia personal dentro de ese horario, pues debemos solicitar permiso, lo cual en todos los empleos y como bien sabemos, cada día es más difícil e incómodo.

5.- Tener apenas un ingreso como empleado, también significa:

  • Ver la vida económica con una sola opción. Los ricos siempre están buscando nuevas formas de generar dinero.
  • Explotar un talento de los muchos que tenemos como seres humanos, es decir, no darnos la oportunidad de aprovechar el hemisferio derecho de nuestro cerebro, donde están las posibilidades de aumentar nuestra creatividad, tanto para mejorar nuestro nivel como calidad de vida.

Ahora bien: ¿Qué hacer ante todo este panorama?

1.- Si actualmente usted está empleado, primero que nada mantenga su empleo, porque de allí sale su sustento y el de su familia. Es importante notar que no he querido decir que tener un empleo sea una mala opción económica, en tal caso la desventaja es no tener un “Plan Económico B”.

Si por el contrario, está desempleado, pues la vida le está dando una tremenda oportunidad para hacer cambios significativos, a favor de su bienestar personal y económico. Tiene que tomarse las cosas con calma, para que su cerebro trabaje mejor y le permita ver nuevas oportunidades.

2.- Busque algunas actividades (en principio suficiente con dos) que le den placer. En esta etapa no piense en el dinero, concéntrese en las satisfacciones que le brindan (pintar, cocinar, un deporte, manualidades, diseño gráfico, diseñar ropas, entre otras). No se excuse por falta de tiempo o dinero, búsquelos y los encontrará. Luego, dé pequeños pasos para ir descubriendo esas actividades; si se dio cuenta que no le gustan tal como lo había pensado, entonces está en el camino correcto, porque se ha convertido en un(a) buscador(a) de cosas que le agraden hacer y seguramente las encontrará. ¡Excelente!

Luego de haber precisado lo que le gusta, comience a desarrollar las habilidades necesarias que le permitan perfeccionarlas (tenga paciencia). Luego, piense cómo organizarse para darle un empuje económico a esa actividad, es decir, cómo hacer para vender ese servicio o producto. Primero que nada entre sus familiares y amigos, y luego busque expandir su mercado.

Desde que tengo más tiempo libre, no se imagina cómo disfruto de jugar tenis, nadar, impartir seminarios, hacer ensaladas, invertir y escribir para compartir con otras personas mis conocimientos y experiencias. Todos esos talentos estaban deseosos de salir de mi corazón, y estoy seguro que usted también tiene varios deseos y talentos guardados, no me cabe la menor duda.

Recuerde: muchos negocios que comenzaron como hobby se convirtieron en emprendimientos exitosos.

3.- Reúnase con personas que tengan sus mismas inquietudes o que hayan emprendido negocios, para que se asocien o aprenda lo más que pueda de ellas.

4.- Utilice su empleo para aprender cómo funciona un sistema de negocios (todo el proceso).

5.- Edúquese en lo que al dinero y finanzas se refiere. Asista a seminarios, talleres, adquiera libros, aproveche ese gran invento moderno que se llama internet, para buscar información. En una próxima entrega recomendaré los libros que me han ayudado a mejorar mi situación económica.

6.- Puede mantener su empleo y desarrollar otros negocios, sin dejar el primero, hasta que logre mejores ingresos o sencillamente conservar ambos.

7.- Soy un defensor de trabajar o atender los negocios desde el hogar. Sé que hay personas que les disgusta permanecer mucho tiempo en su casa (claustrofobia), pero en mi caso lo disfruto mucho. Si se administra bien, puede darle muchos beneficios: evitaría las interminables colas vehiculares de Caracas, no gastaría en pasajes o ropas para ejecutivos y disminuiría el estrés de andar en la calle, entre otros.

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