Arnaldo Delgado :Líneas del silencio. Figuración experimental
Las piezas de Arnaldo Delgado juegan seriamente sobre la idea del sincretismo de signos y símbolos de nuestra cultura y además con la imagen de la creación y de los demiurgos inferiores los cuales no se preocupan tanto por la perfección sino por el conglomerado, la costura, la juntura y convocatoria plástica y heterogénea de seres imperfectos pero dotados de una desbordante vida orgánica y simbólica.
Rocco Mangieri
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Si tuviéramos que dar una definición del modo de actuar de un artista contemporáneo, yo diría que es el de un cazador de situaciones que generen un contexto para la actuación sígnica.
Hoy está planteada la construcción y presentación de una obra con la conjunción de distintas disciplinas, modalidades o lenguajes artísticos, definiéndose la pieza por su cualidad pluralista y la presencia de rasgos bidimensionales, tridimensionales y hasta virtuales. El objeto evocado por medio de la imagen posiblemente requiera de la presencia real, para luego partir de sus cualidades intrínsecas a otras realidades que connotan un mensaje más complejo, generando así la necesidad de repensar el espacio para saber cómo funciona el imaginario y cómo enunciar el proceso plástico, ver el movimiento del eje conceptual y el hilo discursivo a través de la interconexión de objetos sobre distintos soportes.
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Mi proceso creativo se fundamenta en el problema de la identidad (memoria+influencias) = libertad (alteridad+identidad), originada en el contexto latinoamericano y planteando la situación de lo fantástico como punto de partida del imaginario personal, a través de acciones que generan resultados plásticos.
El planteamiento de la Figuración experimental se trabajó por medio de la autorepresentación y el retrato objetual —extrayendo los fragmentos cargados de historias en los objetos domésticos o encontrados— para construir (metáforas) un imaginario presentado como narración visual.
La autorrepresentación plantea el acertijo del desdoblamiento, la otredad, cómo dibujar al “otro”, narrar su historia sin tergiversarla y reencontrarse en lo ajeno, la identidad del otro como identidad individual y colectiva a través de la imaginación, de encuentros y desencuentros con lo diverso. Al mencionar al “otro”, quien habla también se menciona.
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Mi propuesta tomó como rasgo definitorio el aspecto barroco o de exceso en cada pieza por la proliferación de soportes, conteniendo los resultados de la figuración experimental, los cuales obedecen al mestizaje de formas y significados. Esta figuración está caracterizada por la exageración de las expresiones de los personajes. Los acerca a lo caricaturesco, a lo deforme, al enmascaramiento. El rasgo principal que define el estilo esquemático es el uso de la línea —dibujada, pintada, marcada, cosida— como elemento representativo de la expresividad de las figuras, demarcándolas y puntualizando su carácter. Estas formas y proporciones poseen como cualidad excelsa el aspecto grotesco, término que define en mi trabajo. Las producciones con tendencia naturalista, aparecen más cercanas a la deformación y desproporción emocional propias de un imaginario simbólico-mágico.
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Tomando en cuenta lo anterior, una de las razones por la que trabajé en esta investigación tuvo que ver con la realidad del contexto, del sitio donde vivo: un barrio suburbano de provincia que conserva ciertas prácticas manuales, muy ligadas a la tradición pueblerina y mantienen el valor de su esencia, sobreviviendo en estos tiempos efímeros, aunque se les tilde de rareza en un mundo industrializado y globalizado, conviviendo con tópicos propios de la urbe.
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A tal efecto, retomo las manufacturas como oficio, las artesanías, la costura manual, la muñeca de trapo, las figurillas de arcilla, hasta el juego evocador del niño que construye sus propios juguetes, recuperando sus significados simbólicos para ponerlos a interactuar con algunos recursos de la contemporaneidad.
Arnaldo Delgado Mancilla
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(%=Image(8702992,»L»)%) Líneas del silencio. Figuración experimental es el nombre de la exposición del artista merideño Arnaldo Delgado , en la Sala NG de la Casa de Rómulo Gallegos.
Compuesta por cuarenta y cinco piezas –realizadas entre 2001 y 2008–, la exposición se presenta como parte de los objetivos institucionales del Celarg de estimular el conocimiento de las prácticas artísticas contemporáneas latinoamericanas orientadas a reflexionar sobre las representaciones del arte y de lo social, tal como afirmó la Coordinadora de Artes Visuales del Celarg, Carmen Hernández.
Arnaldo Delgado utilizó diversos materiales para darle vida a la exposición integrada por 24 piezas bidimensionales, 16 objetos, 4 instalaciones y un video. En palabras de su autor “la propuesta tomó como rasgo definitorio el aspecto barroco o de exceso en cada pieza por la proliferación de soportes, conteniendo los resultados de la figuración experimental, los cuales obedecen a la hibridez de formas y significados”. Al hablar de figuración experimental se refiere a la exageración de las expresiones de los personajes, acercándolos a lo caricaturesco y a lo deforme.
Del mismo modo, Arnaldo Delgado define su trabajo a través de lo grotesco y explica que para representar el carácter expresivo de las figuras hace uso de la línea, bien sea dibujada, pintada, marcada o cosida.
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Por su parte, Carmen Hernández expresó que la discursividad de Arnaldo Delgado “resemantiza la gestualidad de los graffiti callejeros en formas pictóricas de fuerte expresividad así como figuras artesanales en tela. Este imaginario que él denomina ‘figuración experimental’ alude a los conflictos identitarios, poniendo en entredicho premisas relativas al campo del arte y a lo social”.
Arnaldo Delgado Mancilla se desempeña como docente de la Universidad de los Andes. El artista inició su carrera expositiva en 2001 y ha presentado dos exposiciones individuales y participado en varias colectivas.
Carmen Hernández aseguró que el tono irónico del trabajo de Delgado le permite desplazarse por distintos estereotipos representacionales, burlar los modelos adecuados del “folclor”, ironizar sobre la relación femenino/masculino, e incluso reflexionar sobre su rol individual como artista.
En este sentido, el artista explicó que para desarrollar esta muestra retomó “las manufacturas como oficio, las artesanías, la costura manual, la muñeca de trapo, las figurillas de arcilla, hasta el juego evocador del niño que construye sus propios juguetes para recuperar sus significados simbólicos y ponerlos a interactuar con algunos recursos de la contemporaneidad”.
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