Entretenimiento

ARTE EFÍMERO

(%=Image(5499280,»L»)%)Agradezco la oportunidad que me brinda Ana Luisa Figueredo para hablar sobre mi trabajo en Analítica.com. Me gustaría aprovechar este espacio y tiempo virtuales para exponer un tema que me apasiona y que se presenta rara vez al público general: las obras efímeras (obras fugaces, breves, cortas, precarias, frágiles, perecederas, temporales).

Una vez, hacia 1995, Roberto Guevara (crítico de arte) me dijo: “Patricia, la pintura no tiene en este momento mayor interés, explora con otros medios lo que ha sido siempre el centro de tu trabajo: el color”. Le hice caso, no sin cierto temor por el reto que eso representaba, y esa frase lapidaria permitió que mi investigación plástica tomara nuevos caminos enriqueciendo sustancialmente mi trabajo, ampliando mi interés hacia el manejo del color en el espacio para decir cosas que lo bidimensional no puede comunicar.

(%=Image(9853299,»R»)%)
Hasta el presente he realizado en instituciones museísticas, educativas, comerciales y bancarias en Caracas, Maracaibo, Ciudad Bolívar, Maracay (Venezuela) ,Tijuana (México) y Sâo Paulo (Brasil) alrededor de veinticinco obras efímeras, aunque algunas son de carácter pictórico (como murales efímeros), la mayoría de ellas se pueden catalogar como intervenciones del espacio, y otras como instalaciones. La diferencia entre estas dos últimas modalidades de arte efímero es parte de lo que deseo tantear en este escrito, por un lado con ejemplos de mi experiencia plástica, y por el otro, a través de las diferentes respuestas que por medio del correo electrónico un grupo de personas a quienes consulté –gente del arte, investigadores, críticos, arquitectos, artistas visuales- escribieron sobre lo que entienden por instalaciones e intervenciones de espacio.

En mi caso, la decisión de que una obra sea una instalación o una intervención de espacio viene condicionada por el tipo de exposición en la que voy a participar, y de las características del espacio del cual dispongo para exhibir o realizar la obra.

Me interesa realizar obras efímeras, sean instalaciones o intervenciones de espacios, por varias razones que a continuación expongo:

-Una de ellas, para despertar en las personas, por un lapso de tiempo determinado (que va desde unas horas hasta varios meses) la reflexión sobre aspectos particulares de la interacción Ser Humano-Naturaleza, utilizando herramientas diferentes a aquellas de las que me sirvo para crear obras bidimensionales (pinturas, collages, dibujos), que son mi medio de expresión / creación mas conocido.

(%=Image(3635410,»C»)%)

-Esta interacción con la naturaleza es una investigación que realizo desde 1993 que me lleva a producir instalaciones e intervenciones de espacio (en inglés “site specific”) relacionadas tanto con los jardines como con el espacio exterior o cosmos. Pretendo activar a través de un lenguaje visual metafórico respuestas derivadas de la ensoñación que despiertan en nosotros los espacios naturales, sean domesticados por el hombre como el jardín, o aquellos inconmensurables que están fuera de nuestro alcance y que también generan resonancias para el regocijo espiritual, pues ambos son para mi evidencia contundente de la existencia de Dios. Me interesa manejar los recursos visuales contemporáneos así como las connotaciones poéticas de la temáticas escogida, para propiciar una paradoja que nos lleve a reflexionar sobre la naturaleza “real” y la naturaleza “simulada” en el arte.

-Al hacer una obra efímera puedo generar una relación lúdica con el espectador, a través de muchas variables: del recurso del color, que es un elemento visual que siempre seduce; a través de la posibilidad de caminar dentro de la instalación y recorrerla, mirándola desde muchos ángulos; propiciando la observación de la obra con lentes tridimensionales (3-D Chromadepth) y así obtener nuevas lecturas insólitas; también permitiendo que el público participe en la elaboración de la obra, bajo ciertas directrices, como “Árbol Origami” en la plaza Sucre de El Hatillo, con cientos de piezas de origami realizados por los niños del colegio Japonés de Caracas (1997), o “Espirales II” en el Museo de Bellas Artes (1998), una intervención del jardín de Esculturas con la colaboración de los niños asistentes que colocaron parte de las banderillas de vinil fosforescente el día de la inauguración.

(%=Image(4350523,»C»)%)

– Para explorar las distintas variables visuales que la repetición de un mismo elemento permite. La resolución visual de mis trabajos efímeros por lo general viene dada por esta repetición: por ejemplo en Jardín Lumínico en la Biblioteca Central de la UCV en 2001, 7.000 papeles de colores encolados a varillas de madera emergiendo de 130 bolsas de tierra. O en 1993 en la Sala Mendoza las 550 macetas de plástico blanco con matas de margaritas amarillas, o en 1998 en La Ganadera del MACMA 3.000 banderillas de vinil fosforescentes rosadas, anaranjadas y rojas en 3 parcelas triangulares de bolsas de tierra combinadas con decenas de matas de yagrumo que se encontraban ya en el lugar. También la instalación “Séptimo Jardín III” del Museo de los Niños a finales de 1999 con mas de 500 elementos ópticos de la 3M que difractaban la luz y llenaban el espacio de pequeños arcoiris móviles, con 90 macetas de concreto, y 2.000 fotocopias de imágenes del amazonas plastificadas con la forma de hojas de loto, flotando en el agua.

– Las obras efímeras me permiten una gran libertad de acción. Esa libertad consiste en la posibilidad de hacer una intervención en diferentes tipos de espacios no diseñados necesariamente para exhibir obras de arte o que no forman parte de un circuito expositivo convencional. Me gusta alterar el espacio y la percepción de ese espacio insertando elementos que hacen preguntarse a las personas que por allí transitan, ¿qué es eso? como en el caso de “Jardín Lumínico” a los pies del “Vitral” de Fernand Léger (obra del conocido proyecto Integración de las Artes, en 1954), en una zona de paso hacia la gran biblioteca (UCV), adonde uno no se detiene normalmente. O el caso de “Jardín Interior”, en Sambil adonde en 1998 intervine la Plaza del Arte por tres semanas con macetas de arcilla, granzón y flores de papel con formas geométricas, un evento auspiciado por la Asociación Cultural Humboldt- Instituto Goethe y el Museo Jacobo Borges. En ese templo del consumo era interesante ver a la gente absorber esta obra como una vitrina mas, y sin embargo, había una diferencia, no parecía vender nada específico y despertaba curiosidad, ¿para qué sirve esto?.

-La libertad de acción viene dada también por el carácter no-comercial de las piezas, lo que propicia una creación sin los límites que las leyes del mercado de arte por lo general imponen. Al contrario, para poder ejecutar estas obras se reciben muchas veces financiamientos, ya que no aportan ninguna remuneración en especie al artista. Las obras efímeras se insertan con dificultad en el coleccionismo de arte por sus características intrínsecas: están por lo general fabricadas con materiales poco duraderos, problemáticos para conservar y almacenar, y muchas veces son esencialmente creadas para un sitio específico, frecuentemente de gran escala. De todas las obras efímeras por mi realizadas una sola fue encargada y adquirida por una fundación privada, y después de seis meses de exhibición al retirarse la obra del espacio asignado quedó como testimonio un video especialmente hecho como registro del trabajo, única evidencia física de la existencia de la obra.

Lista de obras efímeras 1993 / 2003
(%=Image(9674497,»C»)%)

Primavera. 1993. Sala Mendoza, Caracas. Intervención de espacio. Exposición individual “Primavera”. Curador: Ariel Jiménez. Esta obra consistía en un área de 40 m2 de flores amarillas (550 macetas blancas con matas de distintos tipos de crisantemos y margaritas). Era un gran amarillo vegetal en forma de rectángulo, que iba de la gama del amarillo pálido hasta el amarillo naranja.

Universo. 1994. Exposición colectiva sobre lo lúdico en el arte “Visiones, Juegos y Artificios”. Espacios Unión, Caracas. Curador: Tahía Rivero. Mural. Papel, acrílico, collage.

Nueva América. 1995. Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber. Instalación. Este jardín-patio logrado a través de la acumulación de macetas, plantadas de collages tridimensionales en papel, que simbolizaba la relación continente-contenido, se desarrolló en la sala 10 del museo para la II Bienal Barro de América. Curador: Roberto Guevara.

(%=Image(8593167,»C»)%)

Espiral. 1995. Museo de Arte Moderno Jesús Soto, Ciudad Bolívar. Intervención del espacio. La intervención del jardín del Museo de Arte Moderno Jesús Soto (Ciudad Bolívar) con 1.200 banderillas en vinil color anaranjado fosforescente, para la V Bienal de Guayana (curador: Ruth Auerbach), consistió en una hilera de estas banderillas que siguiendo una espiral virtual creciente, desde el centro del jardín del Museo Soto, señalaba la dinámica cultural expansiva de la Bienal en la región de Guayana, cuyo epicentro se encuentra en dicho museo.

Árbol Origami. 1997. Plaza Sucre de El Hatillo. Intervención de la plaza en colaboración con los niños del Colegio Japonés de Caracas. Piezas origami en papel, bolsas plásticas, pabilo, árbol. Obra realizada para el evento “Una Noche de Arte” del Municipio de El Hatillo.

Jardín. 1998. Universidad Simón Bolívar. Intervención de espacio. La obra “Jardín” formó parte de la trilogía “Casa/Jardín/Ventanas”, exposición individual que se desarrolló en la USB de enero a mayo de 1998. “Jardín” fue una intervención en el terreno al norte edificio de la Biblioteca Central, consistió en nueve parcelas cuadradas con 9.000 banderillas de vinil de colores fosforescentes en un terreno de 2.500 mt2. Para apreciar esta obra con una nueva dimensión se ofrecían al público los lentes Chromadepth 3D.

(%=Image(7350339,»C»)%)

Casa.1998. Universidad Simón Bolívar. Intervención de espacio. La obra “Casa” formó parte de la trilogía “Casa/Jardín/Ventanas”, exposición individual que se desarrolló en la USB de enero a mayo de 1998. “Casa” fue una intervención de la fachada del edificio de la Biblioteca Central, consistió en un mural digital impreso en tela polivinílica.

(%=Image(4329099,»L»)%)(%=Image(3203687,»N»)%)

Jardín Naranja. 1998. La Ganadera, Museo de Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu. Intervención de espacio. Esta intervención de espacio fue realizada especialmente para el 23º Salón Aragua, en la que participé en calidad de invitada en los espacios de La Ganadera, futura sede del museo (curador: María Luz Cárdenas). Utilicé 2.000 banderillas de vinil de tres colores cálidos fosforescentes sobre 300 bolsas de tierra, colocadas en tres triángulos sobre un área de 22 mt x 6.40 mt utilizando como parte de la intervención las plantas de yagrumo que crecieron espontáneamente en el terreno escogido. El público tenía acceso a los lentes Chromadepth 3-D para ver la obra.

(%=Image(4257786,»C»)%)

El Séptimo Jardín. 1998. Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez. Instalación realizada para la III Bienal Barro de América (curador: Jesús Fuenmayor). Vasijas de concreto, prismas, luz refractada en pequeños arcoiris, agua, fotografías de la región amazónica plastificadas y papel en una sala de 5.00 mt x 6.00 mt.

(%=Image(2455243,»C»)%)

Jardín interior. 1998. Plaza El Arte, Centro Sambil, Caracas. Instalación. Fue una intervención de espacio realizada especialmente para la Plaza El Arte en el Centro Sambil (junio-julio 1998), como proyecto auspiciado por el Museo Jacobo Borges y la Asociación Cultural Humboldt/ Goethe-Institut Caracas (curador: Alfons Hug), con macetas de arcilla, piedras, varillas de metal y papel fosforescente en un área de 9.00 x 13.00 x 9.00 mt.

(%=Image(4367139,»C»)%)

Jardín interior II. 1998. Asociación Cultural Humboldt/ Goethe-Institut, Caracas. Instalación. Curador: Alfons Hug. Macetas de arcilla, piedras, varillas de metal y papel fosforescente.

Jardín Circular. 1998. Torre Banco Mercantil, Caracas. Intervención de espacio. Curador: Tahía Rivero. Banderillas de vinil de colores fosforescentes en un jardín interior de forma circular.

Séptimo Jardín II. 1998. Fundaçao Memorial da America Latina, Sâo Paulo, Brasil, III Bienal Barro de América Roberto Guevara (curador: Jesús Fuenmayor). Instalación. Vasijas de concreto, acetato, material óptico de la 3M que actúa como prisma, luz refractada en pequeños arcoiris, agua, fotografías de la región amazónica plastificadas y papel.

Jardín interior III. 1998. Torre Shell, Caracas. Intervención de espacio. Para la exposición individual “Adviento”. Macetas de arcilla, piedras, varillas de metal y fotocopias a color en papel plastificadas.

Jardín para Altar. 1999. Iglesia Buen Pastor, Caracas. Instalación. Macetas de arcilla, piedras, varillas de metal y fotocopias a color en papel plastificadas.

(%=Image(8220123,»C»)%)

Jardín de Esculturas, Caracas. Intervención de espacio. Curador: Maitena Elguezabal. Banderillas de vinil de colores fosforescentes en el jardín de esculturas del Museo, espacio vegetal que se estaba reinaugurando en esa fecha. Espiral de 2 mt de ancho, por 100 mt de largo.

Espacio 1. 1999. Museo de Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu, 24º Salón Aragua (curador: María Luz Cárdenas). Instalación. Papel, acrílico, collage, nylon: mural en la pared, piso y elementos rectangulares colgantes. Obra relacionada con los planetarios y la observación del cosmos, espacio saturado de colores de máximo impacto.

(%=Image(5358380,»C»)%)

Séptimo Jardín III. 1999. Museo de los Niños, Caracas. Instalación. Exposición individual “Del Cosmos al Jardín”. Vasijas de concreto, acetato, material óptico de la 3M que actúan como prismas, luz refractada en pequeños arcoiris, agua, fotografías de la región amazónica plastificadas y papel. Metáfora de la región amazónica.

Espacio 2. 1999. Museo de los Niños, Caracas. Instalación. Exposición individual “Del Cosmos al Jardín”. Papel, acrílico, collage, nylon: mural en la pared, piso y elementos rectangulares y redondos colgantes. Obra relacionada con los planetarios y la observación del cosmos. Espacio saturado de colores de máximo impacto.

Jardín Solar. 1999. Museo de los Niños, Caracas. Instalación. Exposición individual “Del Cosmos al Jardín”. Mural tridimensional basado en los collages. Formas en madera (MDF) cubiertas en tela pintada en acrílico, separadas de la pared con barras de madera embutidas a diferentes alturas.

Sol Azul. 2000. IV Bienal de Estandartes Tijuana 2000, México (curador: Gerardo Mosquera). Estandarte. Obra en papel kraft (collage de cientos de hojas de papel tamaño carta) pintado en acrílico, por ambas caras. 5.00 x 1.80 mt.

Lagos. 2000. Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, Edo. Zulia. Instalación. Exposición colectiva “II Mirada al Lago” sobre la contaminación del Lago de Maracaibo (curador: Martín Sánchez). Fragmentos rectangulares de tela pintada en acrílico, bolsas de celofán incoloro, papel opalino, nylon, reja de acero.

(%=Image(4442670,»C»)%)

Niño en el Jardín de Estrellas. 2000. Corporación Andina de Fomento, Caracas. Exposición colectiva “Natividad en escena” (curador: Mariela Provenzali). Escenografía para nacimiento, cuyas piezas en madera fueron realizadas por artesanos de San Martín de Tilcajete Oaxaca, México. Paneles en aglomerado de madera (MDF) cubiertos con papel pintado en acrílico. Alambre de acero, estrellas en papel pintado en acrílico, macetas en arcilla en miniatura con collage en papel.

Jardín Lumínico. 2001. Hall de Biblioteca Central de la UCV, Caracas. Intervención de espacio. Homenaje al “Vitral” de Fernand Léger (Proyecto Integración de Las Artes, de Carlos Raúl Villanueva), en el año de la declaratoria por parte de la UNESCO de la Universidad Central de Venezuela como Patrimonio Mundial. Elementos en papel, varillas de madera, tierra empaquetada en bolsas plásticas: una siembra para el lugar donde se siembra el intelecto y espíritu de las personas, la biblioteca.

La Siembra. 2001. Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, IV Bienal Barro de América Roberto Guevara (curador: Lía Bermúdez). Instalación. Elementos rectangulares en tela pintada, alambre de acero, tierra empaquetada en bolsas plásticas, tiras en papel, acrílico y collage: una siembra para el lugar donde se siembra el intelecto y espíritu de las personas, el centro expositivo de arte.

La Siembra II. 2003. Colegio Don Bosco, Caracas. Instalación. Elementos rectangulares en tela pintada, alambre de acero, tierra empaquetada en bolsas plásticas, tiras en papel, acrílico y collage: una siembra para el lugar donde se siembra el intelecto y espíritu de las personas, la biblioteca del colegio.

Instalación / Intervención de espacio, opiniones.

Texto del email enviado (a un grupo de aprox. 40 personas):

“Hola amigos,
con fines didácticos, quería su asesoría para lo siguiente: en palabras bien sencillas, cual es la diferencia entre una instalación y una intervención de espacio.

Gracias por su tiempo,
Saludos,
Patricia”

A continuación, las respuestas en orden de llegada a mi correo electrónico:

1. Alfredo Sosa:
«Mi opinión humilde y desinformada es que una instalación cambia un espacio neutral o «cubo blanco» a obra de arte. La intervención me parece mas una transformación o reencuadre de un espacio con historia para ser visto con nuevos ojos.

De todos modos en el lingo del arte hay bastante habladuría de …»

2. Ana Luisa Figueredo:
INSTALACION DE ESPACIO: Para mi una instalación de espacio es cuando el artista propone ubicar su propuesta en un espacio determinado.

INTERVENCION DE ESPACIO: cuando el artista aplica – el espacio- como parte de la obra pudiendo intervenirlo como coparticipación de su propuesta.»

3. Guadalupe Burelli:
«Para mí, la instalación es un hecho en sí mismo sin tener en cuenta necesariamente el espacio donde se «instala», mientras que una intervención de espacio parte, y necesita, del espacio que se va a intervenir, por tanto, forman parte uno del otro.»

4. Mariela Provenzali:
«Una instalación tiene carácter plástico efímero mientras que una intervención de espacio tiene carácter arquitectónico y por ende más perdurable o permanente»

5. Félix Gómez:
«Museologicamente hablando es lo mismo, salvo la sutileza de que como lo indica la palabra una instalación es aquel ejercicio de habitar instalando una estructura o evento háptico en el lugar, y una intervención es aquella en el caso del «site specific» donde el lugar deriva la lógica y estrategia de la intervención, proponiendo el tema a actuar. Ambas son instalaciones y ambas intervienen el espacio, sin embargo, en la primera el espacio es el contenedor y el la segunda el espacio es el contenido.»

6. Jacinto Salcedo:
«Para mí una instalación comprende el acto de instalar. Su esencia está en colocar unos peroles. Puede ser una intervención de un espacio determinado pero también puede abarcar un área indeterminada como es el caso del Land Art. Ahora, una instalación puede no tomar en cuenta el espacio como cuando colocan un monitor de televisión y ya.

En el caso de una intervención espacial se trata especialmente de la manipulación de un espacio determinado para crear una nueva sensación u otra manera de percibirlo. Una de las maneras de intervenir un espacio puede ser una instalación, pero también podría ser pintar las paredes de un color o cambiarle la iluminación.»

7. Hermann Herlinghaus:
«Estos conceptos son relativos y se usan de manera diferente según países y contextos. Hay una tendencia en donde la instalación comprende artefactos, materiales, técnicas etc., pero el actor humano tiende a ser ausente. La intervención en el espacio puede ser eso mismo, pero puede ser también un acto de performance con agentes humanos. Como digo, eso es muy relativo, pero he visto en EEUU y Europa que por un lado se habla de ‘instalación’ y por otro lado se habla de ‘performance’ (performance, evidentemente, es una intervención en el espacio).»

8. Ariel Jiménez:
«Aún cuando existen mil posibilidades para cada una de estas categorías, y aún cuando existen obras que puedan participar de ambas a la vez, intentaré darte una respuesta.

En principio, una instalación es una obra que se ha espacializado, que ha cobrado cuerpo. Ella tiene sus imperativos formales y conceptuales, independientemente del espacio donde se monte o exponga, como por ejemplo las obras de Mario Merz, aún cuando muchas instalaciones puedan ser lo que ha sido llamado una obra Site-specific, es decir, una obra pensada para un espacio específico y no para cualquier espacio. Pero de una u otra manera, es la obra lo que cuenta, incluso cuando ha sido pensada para un espacio específico. Una intervención en el espacio se diferenciaría pues de la instalación, en esencia y en principio, por ser una obra destinada a poner en evidencia algunas características formales -y de sentido- del espacio donde se hace la intervención. Se trata pues de un espacio intervenido, pero es el espacio lo que prevalece. No es una obra que se instala en él. En principio, la intervención analiza y utiliza determinadas características de un espacio, su ubicación dentro de la ciudad o el paisaje, la relación de sentido (política, histórica etc.) que tenga para una comunidad dada etc. La obra que surge de esa intervención sencillamente no tendría sentido en otro espacio.

Dicho esto, amiga, sabes que los términos se emplean en infinidad de circunstancias, a veces responsablemente, a veces alegremente, e intervención en el espacio e instalación han sido empleadas y son empleadas de las más diversas maneras y para las obras más diversas. No hay nada de malo en ello, y cada quien tiene el derecho de usarlas en el sentido que le parezca. Verás entonces infinidad de obras perfectamente autónomas que, por el sólo hecho de haber sido colocadas en un espacio urbano, son llamadas intervenciones en el espacio (es a menudo el caso de Cruz- Diez, a veces también de Soto y de una infinidad más de obras). Verás otras que, aún siendo obras que podrían ser trasladadas a otro lugar sin perjuicio para ella, han ocupado tan significativamente un espacio dado, que lo han modificado por completo. En fin, podría darte una infinidad de ejemplos, porque existe una infinidad de obras, pero creo que con lo escrito tienes al menos algunos elementos para intentar una definición de ambos conceptos, sin que ello se convierta en regla inflexible.»

8. Patricia Van Dalen:
«Yo veo la instalación como una obra de arte que por sus características propias puede ser colocada, instalada, en cualquier espacio, y aun así seguir teniendo sus características propias invariables: su efecto sobre el espectador no se modifica por cambiarla de lugar. Algo así como un kit que se exhibe, se guarda, y luego se abre y se pone de nuevo en cualquier museo, galería, etc. y siempre es la misma obra.

Una obra de intervención, en cambio, depende del espacio adonde se encuentra físicamente (o conceptualmente), porque por lo general ha sido diseñada, creada, ideada para ese espacio especifico, dándole unas nuevas características al espacio elegido que no tenia antes de ser ocupado por estos elementos que lo alteran. Así, cuando estos mismos elementos son colocados en un espacio distinto, si es que las propiedades de los elementos lo permiten, la obra es otra, o simplemente ya no es una obra.»

9. Mariavelia Savino:
«En primer lugar creo que es una cuestión de objetivo final… la instalación puede o no intervenir el espacio en que se coloca pero lo importante es lo que ella significa ‘di per se’ o sea en mi opinión una instalación tiene vida propia, la instalación es el sujeto principal… la intervención tiene la finalidad de intervenir, cambiar, interactuar con el espacio o sea ella esta concebida en función del lugar en que se encuentra o con la finalidad de que el espacio sufra algún cambio significativo o se genere algún efecto particular debido a esa intervención o sea que ella es un complemento del sujeto que es el espacio mismo aunque haya sido intervenido…»

10. Maitena Elguezabal:
«Creo que, en las instalaciones, existe siempre una relación reciproca entre el espectador y la obra, la obra y el espacio, y el espectador y el espacio. El artista aborda el espacio de la instalación como una situación única y, el espectador completa la obra.

«….Las instalaciones se hallan animadas del propósito de hacer visible una idea o ideación, concepto o realidad indivisible, por medio de objetos existentes o confeccionados ex profeso que estructuran un espacio transitable y envolvente»

Pedro Terán acerca de su exposición Universo Manoa dice «es una instalación que en su formulación espacial crea un ámbito que deviene continente y contenido, con el fin de trascender los soportes e ideas convencionales e interactuar con el publico en una relación de energía y espacio total»

» ..con esa intención en mente se toma como soporte la arquitectura interna de una sala de la Galería de Arte Nacional para producir un trastrocamiento en el sujeto receptor»

Por otra parte…..

En el prólogo del libro Intervenciones en el espacio. Diálogos en el MBA Caracas 1998. Pablo Oyarzún escribe:

«Lo que se produce es un lugar de cruce polivalente y un dialogo entre el proyecto (que tiene a la arquitectura del museo- en su doble sentido -como eje) y las diversas propuestas artísticas (para las cuales esa misma arquitectura, y su emplazamiento, rigen como marco, como soporte, referencia o condición)…el museo se prolonga aquí como sitio.

El museo se ofrece como lugar de intervención para voluntades explícitas y sostenidas de comunicación.»

Creo que si hay diferencia, la instalación es el uso del espacio, por parte del artista, en sus tres dimensiones, la obra deviene en espacio. En la intervención el objetivo es señalar , marcar, macular «un espacio» léase, escalera, ventana, baño, ascensor, etc. dentro o fuera de un espacio. No es necesariamente envolvente.

¿Recuerdas la exposición del MBA ? Cada artista tomó un segmento, los tragaluces, para escribir la palabra LUZ, los antepechos de las rampas con oraciones escritas en neón, el mural etc.

Una pregunta clave para mi es :¿Se transita la obra en ambos casos?

Artur Danto escribió en 1993 acerca del arte de la Instalación, que «es imposible hablar de ninguna pieza sin antes haber vivido la experiencia que ella exige».

Pero tienes razón no está tan claro. Bueno, seguiremos investigando.

12. Maria Elena Ramos:
«En la instalación el artista trabaja el espacio propio e interior de su obra, tomando en cuenta fundamentalmente el perímetro en el que ha de desenvolverse. El centro temático lo define la libérrima creación del artista, o el eje temático de la exposición en la que participa. Esa instalación podría estar allí o en otro lugar, pues funciona autónomamente. El artista es dueño y señor de esos metros cuadrados en que trabaja. El es el único factor de creación. (Las instalaciones de Antonieta Sosa son típicos casos de esto).

En la intervención de espacio, en cambio, es fundamental trabajar para un ámbito particular con una espacialidad propia y previa, bien sea un jardín al que se interviene, una fachada de edificación, un edificio abandonado, un centro histórico… En este caso, el artista se ve obligado –y retado- a incorporar otras determinaciones, y después su obra estará interactuando -afectando, estimulando, interviniendo, potenciando el sentido- en el espacio mayor ya dado al que se ha “intervenido”. Así, en la intervención de espacio la obra no es del todo autónoma. Y -esto es importante- no podría presentarse en cualquier otro lugar con la misma riqueza de intercambio de sentido con su ámbito de acción. Y los fundamentos creadores, si bien son también los del talento del artista, nacen a partir de una problemática espacial previa a su llegada al lugar. Una problemática espacial que es entonces parte fundamental tanto de su “inspiración” como del soporte que habrá de tomar en cuenta necesariamente para la realización de la obra.

Si no tienes el catálogo (el grande, que salió hace casi tres años) de la exposición Intervenciones en el Espacio, te lo recomiendo, allí se habla bastante de estas cosas. Y, por otra parte, el libro de entrevistas con los 11 artistas de la exposición también resulta revelador por lo mucho que ellos dicen sobre esto.»

13. Fernando Delgado:
«Pienso y siento que generalmente una instalación es itinerante y una intervención es fija, ambas modifican el espacio.

Una instalación en el espacio se prepara para un momento y tiempo especifico y luego se recoge ó se desinstala, es itinerante, sin embargo una instalación puede convertirse en fija y creo que en ese momento adquiere o se puede transformar en una intervención no planificada como tal.

Una intervención la siento como perenne en el tiempo, sin embargo también en algunos casos, puede ser recogida o desinstalada; no es en mi opinión, lo normal, porque como te dije anteriormente, siento que las intervenciones son definitivas, son realizadas con carácter de perpetuidad.»

14. Miguel Ángel Sucre:
«Yo diría que una intervención de espacio es cuando utilizas un espacio determinado para tu creación artística; la instalación seria una obra compuesta de diferentes elementos que pudiesen estar en cualquier lugar y tener valor propio.»

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba