Salud y Bienestar

Libro ‘Mi Marido Bebe Demasiado’: Capítulo XVII

¿Cuál es el rol de su médico?</b

En el drama de su existencia como enfermo alcohólico, el médico desempeña un papel muy especial. Mejor dicho, muchos papeles, diversos y a menudo contradictorios.

En un affiche que circulaba en cierta época aparecía como, al principio de la asistencia, cuando el paciente angustiado ponía en sus manos el inapreciable tesoro de su vida y de su salud, el médico representaba a Dios. Al final de la asistencia, cuando le pasaba la cuenta, era el diablo. Y entre los dos, según la evolución de la enfermedad, desempeñaba el rol de un padre, de un amigo de un técnico o de un comerciante. Ninguno de estas imágenes es verdadera.

Si Vd. es un profesional podrá comprender, por su propia experiencia, cuales son algunos de sus atributos, responsabilidades y dificultades. Si no lo fuera, permítanos describírselos.

1. Lo primero que se puede decir de él es que el médico es un ser humano. Que ha sufrido de diversas alternativas en su vida y algún día se va a morir. Que experimenta necesidades materiales personales, sentimientos y esperanzas Experimenta su propia vida personal con sus afanes, ambiciones y problemas. Como Vd. mismo y como todas las demás personas.

2. Ha dedicado largos años de su vida, hasta bien entrada la edad adulta, sin poder consolidar su posición material, a estudiar y a prepararse para ejercer su profesión.

3. El material con que trabaja no es la piedra, ni el hierro, ni la madera, ni los números, ni las computadoras. Es el material más delicado en todo el universo; su semejante, el ser humano.

4. Ha pasado por la universidad, lo cual supone una información bastante completa sobre diversos aspectos técnicos y una cierta formación filosófica y moral.

5. En sus estudios ha elegido la carrera de medicina, lo cual supone un especial interés por el ser humano.

6. Y dentro de la medicina ha elegido la psiquiatría lo cual le supone dedicarse a lo más específico que el hombre tiene, es decir su mente, su psiquis, su alma.

7. Frente al médico el paciente. es un ser libre y mayormente consciente, lo cual significa que debe escucharlo – puesto que lo ha elegido – pero también puede pedirle información para todas las dudas que aparezcan a su mente. Tiene aún derecho a solicitarle una segunda opinión a cargo de un colega que por cualquier motivo le inspire confianza. Finalmente, si el paciente no está conforme con él, puede abandonar la asistencia.

8. Puede dialogar con el, como persona, de igual a igual. En lo técnico tiene que aceptar su autoridad profesional, acreditada por sus estudios, la Facultad en que ha cursado y el Ministerio de Sanidad y los colegios profesionales que lo han avalado. Además, aquellos motivos por los cuales Vd. lo ha elegido libremente entre todos sus colegas.

9. Entre todas las especialidades de la medicina, la psiquiatría es la única en la cual su enfermedad influye y a menudo perturba la relación médico-paciente. Si en cierto momento, a causa de su enfermedad, su necesidad de beber alcohol se posesiona de Vd. y el médico haga todos sus esfuerzos para aconsejarle que se abstenga de recaer, su enfermedad le va a aplicar todos los adjetivos negativos que se aplican a los médicos y hasta a las personas en general.

10. Respete a su médico, sin dejar por ello de observarlo y dialogar con él es el mejor servicio que Vd. puede hacerse a sí mismo y a su salud.

¿ Cual es, finalmente, el rol profesional de su médico ?

El primero de sus funciones es la de prolongar su vida. Hemos visto que, promedialmente, un enfermo alcohólico vive 15 años menos que el promedio de la población.

El paciente puede morir en un accidente de tránsito, que es la segunda causa de muerte en los países civilizados y su origen más frecuente es el de los conductores alcoholizados.

Se puede suicidar, lo que ocurre con cierta frecuencia cuando han tomado conciencia del desastre en que se ha convertido su existencia.

Se puede morir por insuficiencia hepática por cirrosis. Se le hinchará el vientre, su abdomen se llenará de líquido y su hígado, a causa de la esclerosis, quedará duro como una piedra. O por un síncope cardíaco.

Se puede morir por delirium tremens .Es una enfermedad muy aguda, febril, con alucinaciones terroríficas de animales y con espantosos temblores que son los que dan el nombre a la enfermedad.

Si Vd. es de temperamento violento, puede morir en una riña callejera.

O por denutrición general porque ha sustituído la alimentación normal por alcohol, que le brinda sus malsanas calorías.

Y, finalmente, puede quedarse muerto de repente, a veces durmiendo, sin que se pueda precisar el diagnóstico. Pero se sabe que el factor principal ha sido la enfermedad alcohólica.

En segundo lugar, el médico puede ayudar a recuperarlo de su enfermedad alcohólica.

Decimos recuperar y no curar, porque el alcoholismo es una enfermedad incurable, es decir que Vd. tiene siempre sobre su cabeza la espada de Damocles de su recaída. Basta con que vuelva a ingerir la primera maldita copa.

Pero, fuera de ese riesgo, Vd. puede vivir una vida totalmente normal, en todos sus aspectos.

En tercer lugar, el médico puede ayudarlo a reconstruir su vida. A través de una psicoterapia que puede denominarse existencial, puede conversar con Vd. sobre su vida de familia, sus negocios, sus estudios, su cultura, en un nivel íntimo y reservado. Una relación de esta naturaleza puede ser necesaria a prácticamente todos los hombres, en este mundo complejo y difícil en que todos vivimos.

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