OMS logra distribuir medicinas en zonas controladas por ISIS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consigue proporcionar medicinas y material médico en áreas controladas por el Estado Islámico (EI) en Siria gracias a una red de médicos que trabajan en esas zonas y que informan de las necesidades de la población.
Así lo indicó en rueda de prensa Elisabeth Hoff, representante de la OMS en Siria, quien, sin embargo, dejó claro que no hay ningún tipo de contacto directo con el grupo yihadista.
«Nosotros no tenemos ningún tipo de contacto directo con el Estado Islámico. Pero sí que tenemos una red de médicos que viven y trabajan en las áreas controladas por el EI y que nos informan de cuales son las necesidades», explicó Hoff.
«Nosotros les llamamos y ellos nos dicen lo que necesita la población, y en función de las posibilidades, les proporcionamos el material que necesitan», agregó.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) estima que al menos 1,7 millones de sirios viven en zonas controladas por el EI.
Asimismo, no son sólo las personas que viven bajo control yihadista las que tienen problemas para obtener tratamiento médico «sino toda la población», enfatizó la experta.
En Siria hay 3,5 millones de personas que residen en áreas «difíciles de alcanzar», especialmente porque se encuentran en una línea de frente.
Pero además, hay otras 350.000 personas que viven bajo sitio, y que no cuentan con ninguna asistencia médica.
Por otra parte, y con relación a Siria en general, Hoff explicó que el 58 % de los 113 hospitales públicos que existían en el país en 2011, antes de que comenzara el conflicto, no están funcionando o lo hacen de forma parcial.
«Y los que funcionan lo hacen en servicios mínimos, a causa de los enormes problemas de suministro de electricidad, de la falta de material adecuado, y de la falta de personal especializado, dado que la gran mayoría de los médicos y enfermeras han huido del país», subrayó.
De hecho, la OMS estima que hay unos 25.000 heridos mensuales a causa de los combates.
«Pero además hay que pensar en las enfermedades crónicas, como la diabetes, la salud materna y la salud mental que también hay que atender».
Hoff indicó que actualmente, su mayor preocupación es la llegada del invierno y la posibilidad del aumento de las enfermedades respiratorias, especialmente entre los ancianos y los niños.
Y, eminentemente, evitar que surja un brote de cólera como el que asuela el vecino Irak entre los refugiados sirios y entre los desplazados internos iraquíes que han huido del asedio del EI.
La OMS está distribuyendo test de diagnóstico en los centros médicos de Siria para intentar detectar cuanto antes un caso de cólera en caso de sospecha de aparición de la enfermedad.
Hasta la fecha, no se ha registrado ningún caso de cólera en Siria.
En Irak se han contabilizado 2.267 casos confirmados por laboratorio, de los cuales 194 en los últimos siete días.
No obstante, Dominique Legros, experto en cólera de la OMS, explicó en la misma rueda de prensa que el número de nuevos casos está descendiendo.
La OMS acaba de concluir esta semana la primera fase de la inmunización contra el cólera de 250.000 personas -eminentemente refugiados y desplazados internos- que recibirán una segunda dosis de la vacuna a principios de diciembre.
