Sobrevivir al cáncer de mama es una meta posible
El diagnóstico de cáncer de mama ocasiona un fuerte impacto emocional en la mujer, quien experimenta angustia, frustración, tristeza, e implica una transformación en la forma de pensar, un cambio del patrón de vida, de personalidad y hasta de pareja. Por ello, el apoyo familiar y social, juegan un papel importante para garantizar que la paciente se sienta querida, apoyada y pueda llevar a buen término el desarrollo de su enfermedad.
Cristella Cimini de Yanuario, es una paciente de 45 años que ha sobrevivido al cáncer de mama. Fue diagnosticada por primera vez en el año 2000, cuando se le realizó un procedimiento quirúrgico para la extirpación de la mama afectada, además de ser tratada con quimioterapia y radioterapia. Luego, en el año 2009, los médicos le ubican un quiste en el seno “sano”, por lo que se le extirpa esa mama y recurre a la quimioterapia para prevenir cualquier lesión adicional.
Finalmente, en el año 2012, se le diagnostica una inflamación en la pleura con líquido en los pulmones, que es una condición que suele suceder ante la presencia de un tumor, por lo que es indicada nuevamente con quimioterapia para eliminar cualquier rastro de células cancerígenas en su organismo. Adicionalmente, inicia terapia hormonal para evitar la reproducción incontrolada de las células negativas.
“Desde el momento del diagnóstico he vivido situaciones bastante difíciles, que fueron posibles de superar gracias al apoyo incondicional de mi familia, en especial de mi esposo y mi hija, además de contar con un grupo interdisciplinario de médicos quienes se han mantenido preocupados por mi estado y los episodios que he tenido desde el primer diagnóstico hace 15 años. Gracias a todos ellos y a mis ganas de superar la enfermedad, hoy en día estoy muy sana, y con más de 3 años sin reincidencias, igualmente continúo mi tratamiento por prevención”, explicó la paciente.
Evolución del cáncer
La oncóloga Ludith Gollo, es la médico tratante de Cristella Cimini, y señaló que en su último diagnóstico se encontraba en estadio IV de la enfermedad debido a que se había propagado más allá de la mama y los ganglios linfáticos circundantes, hacia otros órganos del cuerpo, como fueron los pulmones. La expectativa de vida de la paciente para ese momento era poco alentadora.
“Para evitar que se pudieran reproducir nuevas células cancerígenas en el organismo de Cristella, se le indicó una nueva sesión de quimioterapia y se le recetó tratamiento con everolimus,(el cual lo ha mantenido desde hace 5 años) que es una terapia hormonal que actúa como un inhibidor de la proteína mTOR, la cual se encuentra activa en múltiples tumores y es capaz de generar proliferación de las células malas, al evitar la muerte programada de éstas, lo que conduce a un crecimiento desordenado. El objetivo es mantener estable a la paciente, impedir el avance de la enfermedad y dar calidad de vida”, detalló la especialista en oncología.
Detección temprana
En el mes de la Lucha Contra El Cáncer Mama, se pretende sensibilizar a la población con un mensaje clave: la importancia de la detección precoz, a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama, lo cual sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama ha tenido un repunte con una incidencia anual de 38,9 casos por cada 100.000 habitantes, con un registro de 1.384.155 nuevos casos, generando un total de 458.503 muertes en el mundo. Hasta el 2014, la OMS registró en Venezuela, una incidencia de 5.948 casos, representando un 17.2% entre las principales causas de muerte en las mujeres.
“Mediante las pesquisas y el diagnóstico temprano se previenen las complicaciones de la patología, además de incrementarse las posibilidades de superar esa etapa. En los pacientes en estados avanzados de la enfermedad, la recomendación es nunca rendirse ya que siempre debe existir una posibilidad de tratamiento, y con este aumentan las probabilidades de una sobrevida de la patología, para ello es importante la adherencia al tratamiento”, concluyó Gollo.
