Caracas sin ti a Wiliam Niño Araque in memoriam
Imposible olvidar tu visión de Caracas, el amoroso cuidado que pusiste en el estudio de tu amada Caracas. Has sido y serás el amante más honesto, apasionado y fiel de las maravillas que encierra este valle bendecido por la protección de El Ávila. Comparaste las ciudades con los estilos literarios, señalando que algunas de ellas “se acercan a la ética caballeresca, otras a la abstracción lírica, a la par que muchas escritas en un estilo opaco y brutal”.
Nos acostumbramos a las mañanas del domingo en tu compañía, a través del Programa que compartías con Federico Vegas y Mariela Vegas en la Emisora Cultural de Caracas. Esperábamos con impaciencia que llegara la tarde semanal de tu diálogo con Maríanela Salazar, a quien se le notaba el inmenso afecto que te profesaba, y tú, inteligente y ponderado, tratando de sortear los asuntos amargos de la realidad, para hacer énfasis en lo hermoso, en la Caracas posible, en aquello que debía emprenderse para brindar a los caraqueños de todos los rincones, de todas las tendencias, una ciudad que nos dignificase a todos, que nos hiciera sentir la paz y el regocijo de pertenecer a un lugar amable, con sus plazas, bibliotecas, museos, avenidas, medios de transporte y servicios públicos al alcance de todos. Que nadie fuera excluido del hada madrina: La Ciudad.
Te vamos a extrañar, Amigo, angel guardián de la caraqueñidad que tan bien supiste entender.
Una despedida, un breve hasta luego, porque te nos adelantaste en el camino de retorno a nuestro Origen: el Ser. Que el Espíritu Santo te haya abierto sus Puertas de Luz, Amigo querido, William…