Cine:Una fantasía en 3D competirá por los premios Oscar
La gran sorpresa de fin de año ha sido el estreno en el norte de una película de corte familiar en 3D que aspira a convertirse en la primera cinta tridimensional en ganarse un Oscar en las principales categorías, como mejor película, mejor director, mejor actor y mejor cinematografía. Se trata de La vida de Pi, cinta que, de la mano del laureado director taiwanés Ang Lee, adquiere proporciones épicas y una calidad excepcional, a juzgar por los críticos que –tras el estreno en el Festival de Cine de Nueva York- le dieron una entusiasta aprobación, cosa rara para una fantasía juvenil que depende fuertemente de los efectos especiales.
Basada en un best seller internacional publicado por el canadiense Yann Martel en 2001, la cinta narra las riesgosas aventuras de un adolescente indio llamado Pi (apócope de Piscine) que viaja con su familia y los animales del zoológico de su padre a Canadá a través del Pacífico, pero una tormenta causa un naufragio donde el joven queda en un bote salvavidas solo con algunos animales, incluyendo un agresivo tigre de Bengala, con el cual finalmente entabla una relación de coexistencia pacífica. Las ocurrencias de Pi para mantenerse vivo y alimentar al tigre durante una travesía de 220 días y una parada en una isla, ocupan la mayor parte de la cinta de dos horas, que adquiere inmediatez y realismo gracias al uso creativo del sistema tridimensional. Esta vez el formato no se usa para una obra espectacular sino un relato más íntimo, con ciertos ribetes espirituales ya que el joven ha abrazado tres religiones después de ser criado en la hindú en su nativa India, haciendo a menudo reflexiones con sentido universal y humanitario.
Escogiendo al director
La versión cinematográfica de La vida de Pi fue considerada por un estudio mayor (Fox) desde que se supo del éxito de la novela, pero sufrió retrasos en su producción mientras se encargaban varios cineastas del proyecto. Primero fue el conocido director de origen indio M. Night Shyamalan (La aldea), que escribió un guión aceptable pero luego abandono el proyecto por otros compromisos. Después se encargó el mexicano Alfonso Cuarón, quien venia de dirigir un capítulo de Harry Potter con mucho éxito. Pero éste debía terminar antes la cinta catastrófica Los hijos del hombre y tuvo que ser apartado del proyecto, del que se encargó al francés Jean Pierre Jeunet (el de aclamada Amélie), poco versado en fantasías de acción, y quien luego declinó dirigirlo.
Finalmente la selección de la Fox recayó en el maestro Ang Lee, suficientemente conocido por sus dos Oscares por dirigir El secreto de la montaña y El Tigre y el Dragón, este último premiado en el 2000 como la mejor cinta extranjera. Con su experiencia en tigres por ese filme, Lee consideró a La vida de Pi como un reto, pero exigió fondos ilimitados a la Fox, que cautelosamente consintió en elevar el presupuesto de los $ 70 millones iniciales a los $ 120 millones que llegó a costar. La confianza de los productores no fue defraudada por Lee, quien -tras un año de filmación- logró una cinta muy entretenida y vistosa a la vez, que ha gustado a adultos y niños, justo a tiempo para la temporada navideña y ser considerada para las premiaciones del 2013.
Repitiendo la proeza de Boyle
Ang Lee no escatimó esfuerzos, filmando en locaciones en India, Malasia, Canadá y su nativa Taiwán, país donde hizo construir una enorme piscina con 6 millones de litros de agua salada en un viejo aeropuerto, para filmar con comodidad las escenas marinas. Para los papeles protagónicos escogió conocidos actores indios (incluyendo la bella cuarentona Tabu, como la madre de Pi), pero el rol principal fue asignado a un novato de 18 años que estudiaba actuación, Suraj Sharma. Lee confesó que trataba de repetir la proeza del británico Danny Boyle, quien lograra un resonante éxito en 2008 filmando en la India De pobre a millonario (Slumdog millonaire), llegando a ganar ocho premios Oscar ese año. Según la crítica, Sharma va por el mismo camino de Dev Patel y Freida Pinto –los jóvenes de la cinta de Boyle- al lucirse como el adolescente Pi lidiando con un tigre, un orangután, una hiena y una cebra a bordo del bote, aunque por fortuna todos son creados por los estudios R&H de animación computarizada en California. Como único actor famoso del reparto aparece brevemente -en el papel del cocinero del barco que naufraga- el veteranísimo Gérard Depardieu, que –a sus 64 años- participa ahora mayormente en papeles secundarios.
Los temores de la Fox sobre el éxito comercial de La vida de Pi se debían a que la costosa producción en 3D de Martin Scorsese, La invención de Hugo, no llegó todavía a generar ganancias después de invertir unos $ 150 millones, esperando que sea rentable sólo después de ser transmitido varios años por cable en tv y por las ventas en DVD. Pero La vida de Pi ha recaudado ya unos $ 166 millones en apenas dos meses sólo en Europa, EEUU y la India (donde incluso le ganó al exitazo de 007 Skyfall) y se espera que duplique ese monto al exhibirse en otros circuitos mundiales, especialmente si llega a ser premiado por la Academia de Hollywood, algo por el cual Ang Lee y la Fox mantendrán los dedos cruzados hasta entonces.
