Cultura

Mari Carmen Carrillo: Espinas y cabelleras femeninas en el arte

La recomposición   de la cotidianidad como revelación de  las verdades tras-piel, plenas de recuerdos-recreados y  transformados en belleza punzante, como es  el  existir en  un espacio y tiempo   donde las pesadillas de la razón  dominan, es una dinámica que  se materializa en el lenguaje plástico de Mari Carmen Carrillo.   Se está ante una realidad donde   el realismo mágico, surrealismo o el dadaísmo,  son  superados  por nuestro trágico contexto histórico y los antivalores que han sido  sembrados por el Socialismo del siglo XXI.

Así la sensual   cabellera  de la mujer venezolana,  no parecieran incitar al amor,  la admiración, al ensueño  sino a la   violación, el  secuestro, el robo.   La belleza se convierte así en una provocación. Es el constante ataque de la sociedad  un Estado forajidos y sus secuaces  hacia lo  femenino, por ser  símbolo de la democracia, pues el  amor maternal es la máxima expresión del  desapego, y de igualdad que llega incluso a comprender las desigualdades naturales y convertirlas en virtudes.

Estamos  inmersos en una sociedad suturada por     lo bizarro,   lo Tantico- patriarcal.      La artista     materializa  estas ideas estéticas    en cada uno de los collages. Así  en  la  serie, Niñas Encontradas, 2012-2014  expresan    la belleza burlada,   lacerada, y cegada como única forma de existir,  los fragmentos  de cabellos de   estos collages  representa lo germinal y el principio de la  vida en expansión, pero al ser fragmentados representan lo contrario. Estas niñas solo pueden recuperar lo perdido, lo robado, lo violado en su ensueño, ´ por eso evitan la mirada hacia el afuera y la dirigen al interior  donde aún palpita  la esperanza. De ahí el valor profético de cada una de estas piezas que son materializaciones estéticas de la épica valentía de  Penélopes contemporáneas,  que defienden su isla-alma con añoranza, astucia y  tramas de esperanza.  Estas idea mutadas en estética también se encuentran presentes  en piezas tejidas sobre tela como es el   Manto de Dolores, 2007  que  hacen referencia a la violencia incontrolable de  Venezuela  contemporánea, que tiene el trágico record de ser el país más  violento del continente.

La creadora aragüeña   se  aproxima hacia esta temática al  profundizar en     el tema de los arquetipos a través de los cuentos de hadas     creando,  obras en donde el espacios  bidimensional y tridimensional  se  asocian  al juego, al hogar vivido, lo soñado y lo apocalíptico. Esto se hace  evidente en los elementos que incorpora a su arte textil, al conceptualizar, dibujar y pintar a través de la aguja y el hilo, como se  observa  en  la serie  Reversibles Bordados.   Y en sus

esculturas   multivalentes, que  plasman estéticamente  la dimensión de lo lúdico, y  los rituales femenino, como son  los centrados alrededor  de la  novia, fusionándolos  a lo dramático representado por las espinas de jabillos, ceibas y rosas,  como ocurre con Vestido Siniestrado III, 2001, donde la huella  de la herida en la superficie de gasa y gesso, es rasgada por  elementos que chocan contra el vestido, transmitiéndole  un toque de surrealismo metafísico, que  en el desarrollo de su  lenguaje artístico se   evidencia también en  los collages.

 En  los vestidos heridos,  se mezclan  elementos dramáticos, combinados con un clima irónico. Al ser acompañados de  plumas del plumero,  huevos cubiertos de pan de oro,  rosas, y juguetes como el avioncito que  penetra  la escultura. Cromáticamente hay  predomina el  blanco que asocia  la escultura al yeso y la gasa quirúrgica ¿Estaremos ante el anhelo  de  una traumatología del ser? Interrogantes que quedarán para la reflexión del otro.

Su investigación  de lo femenino al llevo a     cuentos de hadas,    como es el de Caperucita Roja y el Lobo feroz, expresando dramas existenciales  como se manifiesta en  la versión original  de esta narración, donde la niña es devorada por el lobo, como una moraleja del cuidado que deben tener los niños de los extraños. Drama   que tiene relación directa en el presente al secuestro de niños, para fines tan perversos como el contrabando de órganos,  o destinos tan  miserables como los narrados  por Naguib Mahfuz en   la  novela El Callejón de los Milagros….

 

 

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