Deconstrucción de la Realidad: Asdrúbal Colmenárez:
El arte debe concebirse como la vida misma,
tiene un riesgo permanente,
si repites o transitas en el arte por un camino conocido,
te alienas.
El arte tampoco es una realidad fenoménica,
sino un cuestionamiento,
al igual que la filosofía.
Una obra no es importante que sea fea o bonita,
sino que llame a la reflexión y al cuestionamiento de uno mismo
y de la sociedad que nos rodea.
Ése es el fundamento conceptual de mi obra…” (A.C.)
En la serie Des-trame (2012-2014) de Asdrúbal Colmenárez, lo tradicional, lo histórico y lo contemporáneo convergen vinculados a la trama, el textil, el Ready Made, el trazo de la máquina, la fusión de técnicas, estilos y materiales diversos. Estos sentidos se revelan en piezas, donde el creador se incorpora a la obra a través de imágenes fotográficas y despliega una biografía existencial individual y colectiva. Su fotografía serializada está presente en diversas áreas del cuadro, una repetición que revela una de sus pasiones e inspiración: el cine.
Al incorporar su individualidad a la obra —mediante fotos marcadas por sellos de pasaportes— testimonia al carácter cosmopolita que caracteriza su vida y su formación artística. En 1968 se traslada de Trujillo a París, mientras en Venezuela se vive un salto atávico de ceguera ideológica como lo fue la insurrección armada, inspirada en la revolución cubana, y la toma del poder por las armas que entierra la democracia, y da nacimiento a las dictaduras de partido y al pensamiento único. En París se vive uno de los episodio de mayor efervescencia creativa de Europa en el siglo xx «el mayo francés» con su consigna de «la imaginación al poder». Se radica en París y llega a ser profesor en la Universidad de París VIII, donde dictaran cátedra Michel Foucault, Gilles Deleuze, Frank Popper, entre otros intelectuales.
El artista convierte la obra en un espejo de sí, muy de cerca con el mito griego de Narciso, pero mediante una relectura: el adormecimiento de la conciencia crítica destruye nuestra voluntad creativa necesaria para transformar la realidad. Plantea el uso del espejo para aprender a conocerse y asumir una conciencia crítica, herramienta esencial para actuar sobre nuestra realidad. Es empezar a vivir en lugar de ser vivido, pensamiento que desarrolla el filósofo José Ortega y Gasset, en sus Meditaciones del Quijote, al afirmar: «Yo soy Yo y mis circunstancias», y añade si no las salvo, tampoco me salvo yo.
La vida puede ser percibida como arte, y convertirse en una de las fuentes de inspiración para el creador contemporáneo, así lo cotidiano y el azar motivan la creación. En la serie Des-trame este instante brota cuando observa una tela destramada que con sus hilos ejecuta movimientos al ritmo del viento, Colmenárez se percató de que no se perdían las formas impresas en la tela, sino al contrario nacía una situación visual y existencial con la deconstrucción, donde la ausencia se transformaba en presencia.
«Me considero un artista postmoderno, pues no sigo un estilo y trato de no copiarme a mí mismo. No busco hacer una obra, busco la creación per se. Finalmente soy más un creador primitivo que intelectual, ante todo deseo divertirme haciendo las cosas, y me da placer hacerlas con las manos». (A.C.)
No es la primera ocasión en la que profundiza en esta temática, tal como se presentó en sus viviendas efímeras: una trama constructiva de hilos enrollados sobre sí mismos y endurecidos con hojas de papel periódico. Este material cotidiano se transforma en materia para refugios o cobijos improvisados, y se vincula a una problemática actual: los nómadas que habitan nuestras urbes y la estética que crean en su búsqueda por sobrevivir entre laberínticas ciudades.
Es este un lenguaje visual que más que responder a una lógica interna, surge como resultado de la experimentación de taller, como vía para percibir los límites de los materiales y de la realidad. Para hacerse eco de su tiempo al generar un proceso de-constructivo metáfora de la paradójica Venezuela actual. Esto ocurre en el objeto encontrado en la tela destramada, que transmite transparencia, y elementos plásticos azarosos entre los que se encuentran las formas que van desde diseños florales, cartografías, animales, cómics, escenas de la vida que se desmaterializan y reconstruyen con la percepción del espectador. Heterogeneidad movida por el deseo de utilizar materiales diferentes para unir texturas y naturalezas completamente opuestas. Una consecuencia de su visión de la armonía, que logra por contraposición y no por semejanza.
«La armonía se consigue en la naturaleza por contraste, no por afinidad. Por ejemplo, en un peñasco muy violento y fuerte es común ver como emerge un arbusto que florece, algo insignificante logra burlar la dureza de la roca. Pero esa flor no se puede quitar ni poner y ésta es para mí una composición perfecta. Ese contraste lo consigo en la pintura mezclando estilos, y sobre todo en la escultura mezclando materiales». (A.C.)
Otro de los recursos que caracterizan este lenguaje visual es lo inacabado y la heterogeneidad, metáfora de una civilización caracterizada por la convivencia de la multietnicidad y la multiculturalidad, donde se hace urgente el concepto ético de tolerancia. No sólo los materiales y técnicas del artista nos hablan de esto, sino principalmente sus temáticas, como en las series Mare Nostrum, Latencias nómadas, y las inspiradas en obras literarias universales, es ésta una aceptación de lo diverso como parte de nuestra humanidad.
«Creo que la obra de arte debe tener fallas, los hindúes dicen que precisamente son las fallas, las que hacen una obra interesante. Porque piensan que la perfección no debe existir, porque creen que solamente debe ser perfecto Dios. Inclusive en muchas obras cuando me equivoco, las tacho y dejo todos los defectos, pues si comienzo racionalizar rompo el trance creativo». (A.C.)
Las obras de la serie Des-trame nacen de un proceso experimental y de la percepción de una Venezuela que se está transformando para dar nacimiento un país anhelado, soñado; que debemos reconstruir en nuestra imaginación antes de materializarlo, así como la obra destramada reconstruye sus formas en la percepción atenta.
Si se encuentra una obsesión en esta propuesta, es una categoría y no una temática o estilo, tal como es el juego desde diversas perspectivas, que se encuentra presente de una u otra forma en cada una de las etapas de su lenguaje plástico elementos irónicos como el cómic, la paradoja, el absurdo que señalan diversos niveles de significación. Entre los que se encuentra la violencia en que vivimos sumidos en los puños cerrados y golpeantes de cada una de estas obras.
«No puede existir el arte por el arte, sobre todo para mí, debe ser crítico, no crítico social sino de lo que el hombres es y hacia dónde va. Toca más la filosofía que lo social en un mundo que cada día se va desmoronando». (A.C.)
Cortometraje:
Asdrúbal Colmenárez: Diálogos Nómadas
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