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Diferente y «solitario»: Isabel II cumple 95 años, sin el duque de Edimburgo

La reina Isabel II cumple este miércoles 95 años de edad, en su residencia de Windsor, arropada por sus más íntimos y sin actos públicos, menos de dos semanas después del fallecimiento de su esposo, el duque de Edimburgo.

Solo han pasado cuatro días, además, desde la celebración televisada del funeral de escala reducida del príncipe Felipe, fallecido a los 99 años el pasado 9 de abril, en la capilla de San Jorge, adyacente al castillo.

En un gesto muy poco habitual, la propia reina recurrió hoy a la cuenta de Twitter de la familia real para agradecer a ciudadanos de todo el mundo los «muchos mensajes de buenos deseos» recibidos.

«Si bien como familia nos encontramos en un periodo de gran tristeza, ha sido un apoyo para nosotros ver y escuchar los tributos dedicados a mi marido por parte de aquellas personas dentro del Reino Unido, de la Commonwealth y de todo el mundo», dijo la monarca.

También reconoció que ante estas muestras de cariño, su familia y ella misma se han sentido «profundamente conmovidos» ya que les recuerda «que (el príncipe) Felipe tuvo un impacto extraordinario en incontables personas a lo largo de su vida».

Para ella es el primer aniversario desde que subió el trono en que no está acompañada por su consorte, con quien compartió 73 años de matrimonio.

Los medios nacionales se hacen hoy eco de este cumpleaños diferente y «solitario» y señalan que, dada la coyuntura, la casa real no difundirá, como viene siendo tradición, un retrato de Isabel II, pues continúan guardando luto oficial por el príncipe.

Varios miembros de la realeza la arropan hoy en sus dependencias privadas de Windsor, junto con los aproximadamente 20 integrantes del personal que habitualmente le asiste, apodado como la «burbuja de Su Majestad».

El tabloide «Daily Mail» considera que será «el cumpleaños más solitario» para Su Majestad, «el primero sin su esposo en siete décadas», y en el que esta se refugiará en «una diminuta camarilla de empleados que componen la ‘burbuja’ de Windsor».

La reina en el final de su reinado

Con la muerte del príncipe Felipe, su confidente y asesor, Isabel II continúa sola los últimos años de su reinado, uno de los más importantes y el más largo de la historia del Reino Unido.

Respetada y admirada por sus súbditos, casi al punto de la devoción, la reina está en el periodo de transición de la monarquía, iniciado hace unos años al dejar de viajar al extranjero y ver reducidos sus compromisos oficiales debido a su avanzada edad.

El príncipe Carlos, heredero al trono, y el duque de Cambridge, segundo en la línea de sucesión, han dado un paso al frente al representar a la soberana en visitas oficiales al exterior o en algunas de sus funciones en territorio británico.

Según los expertos, la muerte del duque de Edimburgo, y la retirada del duque de Sussex (hijo del príncipe Carlos y Diana de Gales) de la monarquía pueden acelerar la transición, si bien Isabel II se comprometió antes de asumir el trono a no abdicar jamás.

El prestigioso experto constitucional Robert Hazell, del University College London, señaló este martes a Efe que «la reina ha dedicado toda su vida al servicio público y ha dejado claro que no tiene intención de abdicar. Es increíblemente trabajadora, pero es posible que disminuya (su actividad) de manera gradual».

Esto permitirá al príncipe Carlos y a otros miembros de la familia real asumir «otros compromisos públicos, mientras (Isabel II) cumple con las funciones que solo la monarca puede hacer», dijo Hazell, en referencia, por ejemplo, a la apertura del Parlamento.

En caso de que la reina no pueda asumir sus funciones «porque está enferma física o mentalmente, entonces el príncipe Carlos puede ser el regente en virtud de la ley de Regencia de 1937», agregó.

La crisis familiar

La retirada de los duques de Sussex, Enrique y Meghan, de la monarquía hace más de un año y la polémica entrevista que la pareja concedió a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, el pasado marzo, han provocado una nueva crisis en la familia real.

En esa entrevista, grabada en la casa donde residen en Los Ángeles, los duques llegaron a acusar a la monarquía de racismo y de no haber respondido a la ayuda que Meghan Markle dijo haber pedido a la familia cuando sintió impulsos casi suicidas.

Las fricciones entre el príncipe Enrique, de 36 años, y su padre fueron claramente visibles en el funeral del duque de Edimburgo, al no observarse diálogo entre ellos al término del servicio.

Si bien los príncipes Guillermo y Enrique conversaron el día del funeral, los medios aseguran que el duque de Sussex volverá esta semana a EE.UU. sin haber resuelto los problemas con su familia.

El diario conservador «The Daily Telegraph» afirma que el príncipe Enrique se reunió el sábado, después del funeral, con su padre, su hermano y la duquesa de Cambridge en Frogmore Cottage, la casa ubicada en Windsor donde vivió antes de mudarse a EE.UU.

Según la prensa, los cuatro hablaron durante dos horas, pero sin avances positivos, después de que el príncipe Carlos no aceptase que su hijo menor haya utilizado una entrevista por televisión para airear los problemas de la familia.

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