El cine venezolano solo cubre lo excluido de la televisión, Diego Rísquez
EFE – El veterano director venezolano Diego Rísquez aboga por una producción cinematográfica nacional más próxima al gran público, porque considera que actualmente se limita a retratar realidades que no están presentes en la televisión.
«América Latina en general y Venezuela en particular somos países televisivos», explicó a Efe el director, que presenta estos días en el Festival de cine latino de Chicago (EE.UU.) su última producción, «Reverón», con un fuerte peso de la estética.
Según Rísquez, que rodó su primer largometraje a principios de los setenta, «el cine sólo cubre la parte que está excluida de la televisión, es decir, los mundos marginales y los mundos de la elite artística».
Esas temáticas «no tocan las grandes masas» y comportan que el cine venezolano se mantenga en un tercer plano en la comunicación de masas del país, añadió.
El cineasta también abogó por que el cine venezolano potencie la identidad propia del país «en un momento de globalización que hace que los rasgos se diluyan en otros aspectos en las sociedades emergentes» como la de su país.
Por contra, alabó las políticas de apoyo público al cine venezolano que, a su juicio, han aumentado el número de películas realizadas y han convertido al sector en «más activo y constante».
«Ya no dependemos del gobierno de turno para tener un fondo que permite oxigenar el cine en el país», aclaró.
Defendió asimismo el rol de las coproducciones entre países y valoró que los cineastas latinoamericanos trabajen conjuntamente con España: «Evidentemente España es la entrada al primer mundo para nosotros que venimos del tercer mundo, es un mercado muy atractivo».
Pese a su defensa de llegar al gran púbico, Rísquez admite que su último largometraje no es cine comercial, sino que es una vuelta a sus inicios cinematográficos «donde el elemento pictórico y plástico está muy presente».
«Reverón» cuenta una historia de amor que tiene lugar entre 1924 y 1954, a orillas del Mar Caribe, y sirve de pretexto para descubrir el universo del artista venezolano Armando Reverón, que quiso romper con la tradición estética europea y construir un lenguaje más propio de la identidad latinoamericana.
Con 140 largometrajes y cortometrajes de Latinoamérica, España, Portugal y Estados Unidos, el Festival de cine latino de Chicago pretende hacer una retrospectiva de los últimos trabajos en estos países hasta el próximo jueves.
