Escena de Caracas: Primer Plano

Un lenguaje de signos, interacciones corporales, superposición
de imágenes y acciones físicas adquiere connotaciones cotidianas en un espacio
escénico habitado por seis sillas, una estructura de hierro y por seis
personajes que no tienen nombre, seres anónimos extraídos del diario acontecer
que no se ocultan, por el contrario, se exhiben planteando un ritmo, por
momentos infernal, rodeados por esos acontecimientos que cotidianamente pueblan
los medios de comunicación.

Y es que, en los tiempos que corren La noticia de primera página
es la protagonista, de allí que Primer Plano, como espectáculo teatral,
esté estructurado como un modelo para armar: actores que vierten sus textos
simultáneamente o en coros desgarrados, desnudos, a veces impotentes teniendo
como invitados permanentes la violencia y el desamor urbanos, como grandes temas
que conducen la historia.

La violencia, materializado de diferentes maneras, circunda a
estos seres anónimos y metropolitanos, víctimas y victimarios de la agresión
física, moral e intelectual. El desamor, evidenciado por los fracasos y
desencuentros ocurridos en el transitar del laberinto amoroso, es visto en este
entramado escénico como el motivo que siembra la incapacidad de amar y de
respetar.

Y es que Primer Plano no tiene una trama lineal, son
dieciocho historias que se entrelazan y se cuentan de manera aleatoria. Es una
pieza que aborda el reclamo de los ciudadanos en cuanto a su espacio de
convivencia, en medio de una ciudad donde prevalece el caos y la inseguridad.

Escena de Caracas, colectivo egresado de las aulas y escenarios
de la Compañía Nacional de Teatro, recurre a imágenes cotidianas en un montaje
bastante dinámico, pleno de movimientos coreográficos, acrobacia aérea y
desenfreno para hablar sin rodeos de lo que más nos toca: la violencia cotidiana
y su cadena de repercusiones en esta ciudad, la nuestra, la Caracas de concreto.

"Nuestro trabajo nace de la premisa de reflexionar a partir de
memorias personales, historias, relatos y sucesos tomados del acontecer diario,
usando como fuente directa los medios de comunicación", explica Delbis Cardona,
autor y director de este montaje en el que las complejas identidades urbanas son
protagonistas.

Autor Delbis Cardona
Intérpretes Delbis Cardona, Rafael Gil, Brayhan Figueroa, Ignacio
Marchena, Nadeschda Makagonow, Beatriz Uzcátegui
Performers Beusy Araque, Jesús Carreño, Félix Colina, Sara López, Sandra
Pérez
Diseño de vestuario Nadeschda Makagonow, Emilio
Montero
Diseño de escenografía Delbis Cardona
Realización de escenografía Alejandro Ovalles
Dirección técnica e Iluminación José Pérez
Operador de iluminación Sandra Pérez
Operador de sonido Jesús Carreño
Música Varios autores
Producción ejecutiva María Auxiliadora García,
Nadeschda Makagonow
Asistencia de producción Carmen Salcedo
Producción general Delbis Cardona, Beto Benítez
Dirección general Delbis Cardona

Una reflexión en torno a la violencia y el desamor es el
planteamiento central de esta obra escrita y dirigida por Delbis Cardona. La
puesta en escena es estructurada en 18 pequeñas historias, las cuales narran las
muy diversas manifestaciones de la violencia y el desamor en la urbe actual,
escritas a partir de memorias personales, relatos y sucesos tomados del
acontecer diario que reseñan los medios de comunicación.

Delbis Cardona (1973) se inicia en la actividad teatral
realizando estudios con Ricardo Lombardi, Verónica Oddo y Amalia Pérez Díaz, por
mencionar algunos de sus maestros. En 1993 ingresa al Programa de Formación
Teatral de la CNT bajo la dirección de Ugo Ulive. Paralelamente realiza diversos
talleres dictados por Tapa Sudana (actor balinés), Toni Cots (actor y director
catalán), Luis Ramírez y Teresa Ralli (actores y directores del Perú) y Jean
Marie Binoche (escultor de máscaras y director francés). En 2000 obtiene una
beca de la Unesco y trabaja con varias compañías en Nueva York y Massachusets.

Primer Plano es su primer trabajo como directora.