Fluxus en Alemania, 1962-1994 punto de encuentro en el arte
(%=Image(7879056,»R»)%) El Museo Alejandro Otero y el Goethe Institut Caracas, con el apoyo del Instituto de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania, IFA, presentan desde el domingo 14 de noviembre la exposición Fluxus en Alemania 1962-1994. Esta muestra itinerante que se desplega en las salas 1, 2, 3 y 4 del MAO exhibe una revisión histórica de Fluxus, un movimiento artístico internacional dirigido por George Maciunas, quien pretendió integrar variadas disciplinas artísticas.
La museografía está a cargo de Nanin García, y en la coordinación y textos, Ingrid Sevilla. La curaduría germana está en manos de René Block (desde el inicio del movimiento uno de sus más arduos coleccionistas), Carola Bodenmüller y Gabrielle Knapstein.
Los artistas vinculados con Fluxus fueron los pioneros del performance y representan un bloque determinante en la historia del arte contemporáneo. Entre algunos de esos protagonistas se cuentan Joseph Beuys, John Cage, Daniel Filliou, Nam June Paik, Gerhard Rühm, Daniel Spoerri y Wolf Vostell, entre otros.
En el MAO las obras podrán ser apreciadas para conocer cómo se dio respuesta, desde la creación en diversas expresiones, a una serie de cuestionamientos sobre las formas tradicionales entre el arte y la vida, que se habían gestado desde finales de la década de los 50. Surgiendo nuevas formas artísticas que no se centraban en la producción de artefactos, sino en la acción y en la participación activa del público. La exhibición documenta los festivales, conciertos y las presentaciones más importantes realizados en Alemania. Incluye apuntes, objetos-reliquia, múltiples publicaciones y obras producidas por los artistas que pertenecieron a Fluxus; así como algunas propuestas, inspiradas en esta tendencia, realizadas en los años 80 y 90.
Con este proyecto por primera vez en Venezuela se aborda el tema de la migración en el arte y cómo los artistas se han transformado en global players, dejando ver como el constante desplazamiento entre las culturas se convirtió, prácticamente, en tópico del papel del artista en tiempos postmodernos. Si en los años cincuenta todavía muchos artísticas se dirigían a París como la metrópoli cultural o, a partir de los sesenta, a Nueva York, más tarde los artistas-Fluxus de otras naciones escogieron, deliberadamente, a Alemania como su centro de residencia y trabajo, un país donde obtuvieron estímulo creativo.
