Manuel Pérez en el recuerdo
Hace tres días murió el tenor Manuel Pérez, quien significó para los venezolanos amantes de la ópera, el primer cantante nacional que dispuso de un entero repertorio de óperas de cierta complejidad, cantadas a satisfacción del público y de la crítica. Antes de Pérez, todos los tenores de calidad, capaces de cantar óperas completas, venían del extranjero.
El nacimiento de un cantante de ópera esperado por el público de Caracas.
Para el momento en que Manuel Pérez hizo su debut en el Teatro Municipal de Caracas, la noche del 22 de febrero de 1960, con el papel de Mario Cavaradossi en Tosca de G. Puccini, un gran entusiasmo se apoderó del público caraqueño. Ocurrió, como si de pronto hubiese comenzado a salir humo blanco y la multitud que se había congregado en el viejo teatro, a la usanza de un templo de la ópera, exclamara: “Tenorem habemus”. En efecto, cuando Pérez al inicio del tercer acto, terminó de cantar la conocida romanza, de tono melancólico y acento apasionado, en que Cavaradossi desgrana sus recuerdos- E lucevan le stelle– el publico le tributó una ovación inmensa, que lo obligó a salir a saludar muchísimas veces y finalmente a repetir el aria. Daba la impresión de que los caraqueños, en ese momento, sentían un imperioso deseo de que apareciera al fin un gran tenor de su propio patio.
Todos se habían impresionado con la voz de Pérez, especialmente cuando pronunció, con emoción contenida, la famosa frase de Cavaradossi “e muoio disperato”, que no figura en el drama original de Victorien Sardou, pero con la que Puccini introduce un recurso lírico dirigido a impactar al publico. ¡Y con que acierto! La gente de Caracas se había sentido también motivada por el temperamento del joven tenor y su capacidad para transmitir emociones. Años más tarde, en 1967, cuando Manuel Pérez estaba radicado en Nueva York, llevó a cabo un ciclo de tres presentaciones en el antiguo Auditorio del Central Park y en el Brooklin Museum, donde canto Madama Butterfly de G. Puccini. Al final, en la tercera de sus actuaciones, una emisora local de radio trasmitió la función con cobertura a todo el territorio de los Estados Unidos de América. Tal vez, la razón que motivo a quienes decidieron dar una difusión tan amplia a esa presentación, fue el haber apreciado en este decidido tenor venezolano, las mismas cualidades que años antes conmovieron al publico caraqueño en ocasión de su debut.
Características de su voz.
Manuel Pérez poseyó una voz de timbre varonil, fluida y resonante, especialmente en su registro agudo. Si bien su voz no era particularmente bella- a veces metálica en algunos sectores y acerada en otros- como cantante era muy expresivo. Dotado de un magnifico temperamento, que sabia sacar partido de los mejores momentos del arte de la ópera. En pocas palabras, una excelente voz de tenor lírico con desbordante “slancio” a lírico spinto. La importancia de Manuel Pérez en el desarrollo de la ópera en Venezuela es la de los cantantes que abren esperanzas y nuevos caminos: el primer tenor venezolano en cantar varias óperas completas y de actuar con solvencia en papeles de reparto que tradicionalmente eran desempeñados por artistas extranjeros. Eso significó mucho para el público venezolano de su época.
Desarrollo de su carrera y escogencia de su repertorio.
Teófilo Manuel Pérez Hernández nació en Caracas el 20 de abril de 1929. Inicia sus estudios en la escuela de música José Ángel Lamas: canto con Carmen Teresa Arévalo de Hurtado, repertorio con Primo Casale y teoría de la música y solfeo con el compositor y fagotista de la OSV Víctor Guillermo Ramos. Durante sus estudios de canto, participó como corista en el montaje de Tristan e Isolda de Ricardo Wagner que tuvo lugar en el Teatro Municipal de Caracas en 1948. Así mismo, ganó un concurso de canto en Radio Caracas Televisión en el “Show de Víctor Saume” y tomó parte junto con otros jóvenes estudiantes de canto- Alfredo Sadel, Arquímedes Malavé, Rosalinda García etc.- en varios programas de radio como “Estampas Líricas”, que dirigía Maria Luisa Escobar. Su primer encuentro formal con el público fue en 1956 en el Teatro Municipal, en un concierto con la Orquesta Sinfónica Venezuela y el Orfeón Lamas, bajo la dirección de Vicente Emilio Sojo, donde Interpretó el Himno a Bolívar de Teresa Carreño.
En el año de 1960, haciendo uso de sus propios recursos económicos, viaja a Italia para seguir cursos de perfeccionamiento en Milán con Antonio Narducci y A. Bordonalli. Allí permaneció un poco más de un año y se dedicó con mucho interés a preparar un repertorio de opera italiana, en especial el que corresponde a un tenor lírico y lírico-spinto.
En el año de 1961, la Escuela Nacional de Ópera, conjuntamente con la Sociedad Amigos de la Ópera, ofreció la puesta en escena de varias obras, Pérez fue escogido para interpretar el papel de Pinkerton en Madama Butterfly de Puccini. Esta función tuvo lugar en el Teatro Municipal de Caracas, el 1 de octubre, lo acompañaron Reina Calanche en el rol de Cio Cio San y José Tiberi como Sharpless. Algunos días mas tarde, el 7 de ese mismo mes, interpretó el papel de Mario Cavaradossi en Tosca de G. Puccini, al lado de Lola Linares en el rol protagónico y Andrés Nathan como Scarpia. Nuevamente la prensa y el público de Caracas vuelven a entusiasmarse con la voz de Manuel Pérez.
Los juicios que en Venezuela se escuchaban sobre Manuel Pérez, eran los siguientes: “Posee una de las más sorprendentes voces de tenor entre todas las que ha producido Venezuela”. El Universal, 28 de Enero de 1960; “Triunfo rotundo del venezolano Manuel Pérez”. La Religión, 3 de Marzo de 1960; “La revelación de esta noche fue sin duda la personalidad artística de Manuel Pérez, un esplendido tenor”. El Mundo, 27 de febrero de 1960; “Se metió al público en el bolsillo, la ovación llegó hasta el delirio, hasta estremecer el teatro”. Francisco Cavalieri Sanoja (1960); “Cuenta con una voz verdaderamente excepcional, por su belleza de timbre y la generosidad de su intensidad y alcance”. Eduardo Feo Calcaño (1961); “Manuel Pérez por su parte fue la revelación de la noche”, Ángel Ignacio Ríos (1961); “Tiene una virtud verdaderamente electrizante”. Arnold Stallbohm (1962).
Presentaciones nacionales e internacionales.
En 1962 la Escuela Nacional de Opera llevó a cabo el montaje de Los Payasos de R. Leoncavallo y Cavallería Rusticana de P. Mascagni, la noche del 22 de julio en el Teatro Municipal de Caracas. Manuel Pérez tuvo a su cargo el papel de Turiddu en la última de las óperas mencionadas, lo acompañaron Lola Linares (Santuzza), Andrés Nathan (Alfio), Yolanda Correa (Lola) y Rosina Núñez (Mamma Lucia). En 1963, la Escuela Nacional de Opera, entre el 6 de febrero y el 18 de julio, organiza el montaje de tres óperas: Rigoletto y La Traviata de G. Verdi, y Amhal y los visitantes de la noche de Gian Carlo Menotti. A Manuel Pérez le fue asignado el rol del Duque de Mantua en Rigoleto, en esa ocasión actuó al lado del barítono italiano Aurelio Oppicelli, en el papel protagónico; Mercedes López (Gilda); Aurora Cipriani (Magdalena) y Daniel Bendaham (Sparafucile).
En el mes de noviembre de 1963 Manuel Pérez viajó a Nueva York, con un patrocinio simbólico que le ofreció el Ministerio de Educación, con el propósito de seguir estudios en la Juilliard Shool of Music, allí tomo cursos con Viola Peters y Dolf Swing, así mismo preparó su repertorio con Laszlo Halaz y Carlo Moresco. Se residenció en la gran manzana por un poco más de seis años, durante los cuales realizó conciertos y cantó en diversos teatros las óperas Tosca, Madama Butterfly, Gianni Schichi y La Boheme, de Puccini y el Mefistófeles de Arrigo Boito.
El 2 de Junio de 1964, en el Teatro Municipal de Caracas, Manuel Pérez participa en el montaje de La Boheme de G. Puccini, al lado de Reina Calanche (Mimi), Elsi Dobesh (Musetta), Andrés Nathan (Marcello), José Tiberi (Shaunnard) y Félix Irazábal (Coline). Con una orquesta de profesores de la OSV dirigida por Primo Casale.
Durante el mes de julio de 1965, Primo Casale al frente de la Escuela Nacional de Opera lleva a cabo el montaje de escenas completas de diversas óperas y da a esta presentación el título de “Momentos Estelares de la Ópera”. Manuel Pérez, aunque no aparece en los programas editados para la ocasión, cantó arias de La Traviata y El Trovador, de G. Verdi; y de Lucia de Lammermoor de G. Donizetti.
En el año de 1967, tuvo lugar en Caracas la llamada Temporada Cuatricentenaria de Opera, auspiciada por la comisión especial designada para celebrar los cuatrocientos años de la fundación de la ciudad capital. Manuel Pérez fue escogido para el roll de Cavaradossi en Tosca de Puccini, en una función que tuvo lugar el 30 de mayo en el Teatro del Este. En esa ocasión canto con la soprano norteamericana Jean Fenn y el barítono español Manuel Ausensi, con una orquesta integrada por profesores de la OSV bajo la dirección de Carlo Moresco.
En la Temporada de Opera de Caracas correspondiente al año de 1968, Pérez interpretó el papel del Duque de Mantua en Rigoletto de Verdi. En esa oportunidad cantó con Ramón Iriarte en el rol protagónico, Cecilia Núñez (Gilda), Aída Navarro (Magdalena) y Daniel Bendaham (Sparafucile). Con una orquesta de profesores de la OSV, bajo la dirección de Primo Casale. Meses más tarde, Manuel Pérez canta nuevamente Rigoletto, con un reparto diferente: Giuseppe Taddei en el papel protagónico, Tina Garfi (Gilda), Yolanda Correa (Magdalena) y Daniel Bendaham (Sparafucile).
En l972, la Temporada de Opera de Caracas presentó ocho obras, montadas por la Orquesta Sinfónica Venezuela, Fundateatro y la Asociación Venezolana de Conciertos. Manuel Pérez interpretó el papel de Rinuccio en Gianni Schicchi de Puccini y el rol de Turiddu en Cavallería Rusticana de Mascagni. En la primera de las óperas citadas cantó con Giuseppe Taddei, a quien correspondió el rol protagónico y Rosita del Castillo como Lauretta. En la segunda, estuvo al lado de Rosina Núñez (Santuzza), Andrés Nathan (Alfio) y Yolanda Correa (Lola).
En 1977, participó en la Temporada de Ópera realizada por el Plan Nacional de la Ópera, la cual tuvo lugar en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, donde actuaron destacados cantantes del país, junto a consagradas figuras internacionales como Sherril Milnes, Anna Moffo, Luis Lima, Justino Díaz, Pablo Elvira y Lucine Amara. Manuel Pérez interpretó Cavaradossi en Tosca, de G. Puccini, lo acompañaron Lucine Amara, en el papel protagónico y Cesare Bordelli como Scarpia. Posteriormente cantó Pinkerton en Madama Butterfly de G. Puccini, junto a Reina Calanche como Cio Cio San y Yunis Sujur en el rol de Sharpless. Meses más tarde fue contratado por el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes para participar en el programa “Más Cultura para el Pueblo”, con el cual realizó giras de conciertos por toda Venezuela.
Estrenos de obras venezolanas y presentaciones de zarzuelas.
Pérez ha también tomado parte en los estrenos de obras venezolanas como Provincianas de Nelly Mele Lara y El Negro Miguel de Héctor Pellegati, los cuales tuvieron lugar en Caracas y Barquisimeto, respectivamente. En esta última ciudad, Pérez ha cantado en diversas ocasiones en los conciertos “Encuentros de Cantantes Líricos”, organizados por Carlos Mendoza. Así mismo, ha sido integrante de la Compañía Venezolana de Zarzuela Marina Sánchez y con la misma ha actuado en el montaje de numerosas zarzuelas y antologías, en algunas como tenor y en otras como barítono. Como él mismo explica, en la zarzuela las romanzas más bellas han sido asignadas al barítono, por esa razón cuando su voz de tenor lo permite a él le gusta abordar esa otra cuerda. Canta Javier (tenor) en Luisa Fernanda de Federico Moreno Torroba; Juan (barítono) en Los Gavilanes de Jacinto Guerrero; Miguel (barítono) en La del Manojo de Rosas de Pablo Sorozábal; Mario (barítono) en La Leyenda del Beso de R. Soutullo y J. Vert; y, Miguel (tenor) en La del Soto del Parral de R. Soutullo y J. Vert.
