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Michael Brecker (1949-2007): ¡ Irreemplazable!

(%=Image(8541670,»R»)%) Cuando fallece un artista de la talla de quien nos ocupa siempre es una pérdida irreparable. Pero cuando ese artista está en la cúspide de su capacidad creadora y como ejecutante de su instrumento, entonces un enorme vacío, el desprendimiento de algo que difícilmente alguna vez pensaste perder, un sentimiento del absurdo, te invade y no  te reconcilias con la programación que la vida te inserta en el devenir de los días que te tocan vivir. Comienzas a sopesar la carrera y los logros obtenidos por ese artista que tanto te subyugó y sorprendió, y allí te asalta la pena de haber perdido algo que resultará irremplazable, que difícilmente alguien calzará en sus zapatos, que se va sin que vuelvas a tener la esperanza de depararte el disfrute de su arte, su sonido, su genialidad, ese trazo melódico y a la vez agresivo, angustiado y urgente, éxtasis del tono arrancado de la más profunda esencia del saxo en un descifrado fraseo que te da escalada a la expresión pura del músico íntegro, que con su arte te alcanza para no soltarte, para redimirte de la frase hueca, del sinsabor del chabacano zumbido de la moda pasajera y ridícula. Queda truncado el árbol al que te arrimas por su solaz sombra y cobijo. Eso y mucho más significa la muerte de Michael Brecker.

            No es exactamente producto del fanatismo afirmar que Michael Brecker en los últimos 10 años — por tan sólo dar una cifra— ha sido el saxofonista más influyente y emulado dentro y fuera del mundo del jazz después de John Coltrane y Wayne Shorter. Tras de sí queda una larga estela de muy valiosas colaboraciones con un sinnúmero de músicos de los más diversos géneros, desde Bruce Springteen, Joni Mitchell, Steely Dan, Don Cherry, Horace Silver, Parliament/Funkadelic, Herbie Hancock, James Taylor, Pat Metheny, Elton John, George Clinton, Paul Simon, Frank Sinatra, John Scofield, Frank Zappa, Richard Bona, John Lennon, Chick Corea, Lou Reed, Mike Stern, Aerosmith, Billy Cobham, John Patitucci , para tan sólo nombrar unos pocos, redondeando una cifra cercana a los 900 discos como saxofonista invitado. Y, aunque como solista y líder de sus propias agrupaciones apenas publicó 12 álbumes , han sido más que suficientes para dejar por sentado su magistral técnica y su depurado dominio del saxo tenor, al igual que con el EWI, dejando indeleble su huella artística siempre con un pie en la corriente del jazz conocida como “mainstream”, mientras por que con el otro avanzaba, sabiendo explorar y abrir nuevos derroteros hacia la innovación apoyado en su dominio de ese extraño instrumento eléctrico de viento conocido como EWI al que bien  podía hacer sonar como trompeta, flauta, teclados o sintetizador, o tal vez como una ácida guitarra eléctrica.

            Michael Brecker supo acceder a un público muy heterogéneo desde los mismos inicios de su carrera artística al formar parte esencial de la banda “DREAMS” (en compañía de su hermano mayor y trompetista Randy Brecker y el baterista panameño Billy Cobham), una de las bandas consideradas precursoras de la fusión de elementos tanto del jazz como del rock; búsqueda que continuó en  1974 con el valioso proyecto llamado “Brecker Brothers band” donde se le agregaron otros elementos a la propuesta considerando la importancia del funk , rhythm & blues y soul tan en boga en esos libres años de experimentación musical.

            Michael Brecker nació el 29 de Marzo de 1949 en Philadelphia , PA,Estados Unidos,  en el seno de una familia amante de la música , de padre abogado , pianista aficionado y gran coleccionista de discos de jazz. Un ambiente muy propicio para iniciarse con un instrumento, siendo el clarinete con el comienza  a los 6 años de edad. En algún momento Michael declaró : “A los 12 años ya había escuchado con atención  varias veces a Miles Davis, Thelonious Monk, Duke Ellington, Jimmy Smith, Billy Taylor, Woody Herman, y , claro, a Cannonball Adderley, a quien le debo ser saxofonista”. Más adelante Brecker  reconoció que su inspiración principal fueron los sonidos del saxo de John Coltrane, a quien debe su paso del saxo alto al tenor. “Sentí una enorme impresión al escucharlo en vivo. Es difícil reproducir lo que viví cuando estuvo delante de mí” dijo alguna vez , incluyendo en una extensa lista las influencias de Joe Allard, King Curtis,  Junior Walker, Vince Trombetta,  el gran Charlie Mingus, así como también Jimi Hendrix , y el grupo británico Cream. 
            Michael Brecker desde muy joven decidió seguir su vocación, su amor por la música , y comenzó a tomar clases de musicología en la Universidad de Indiana y, a pesar de comenzar luego en la escuela de medicina sus estudios de grado, los abandonó para establecerse en New York  con el objetivo de transformarse en músico a tiempo completo. Exactamente su inicio como músico profesional  fue en 1969 cuando participó en la grabación del álbum “Score” como parte de una agrupación dirigida por su hermano Randy. Según sus propias palabras, su perfil artístico fue definido gracias a su pasantía por la banda del pianista y compositor de hard-bop Horace Silver quien le permitió crear una síntesis casi perfecta de las armonías de John Coltrane, como también del rock de los Rolling Stones. En los años 80 afirmó su creciente prestigio al iniciar sus primeras grabaciones como solista y líder de sus agrupaciones, y su debut no pudo ser menos auspicioso al rodearse de amigos y compañeros de jams, con Charlie Haden al bajo, Kenny Kirkland en piano, Jack DeJohnette a la batería, y por si fuera poco, con Pat Metheny en guitarra. Un total de 11 premios Grammy a lo largo de su carrera dicen bastante de la calidad de cada uno de sus álbumes, incluyendo su cd. “Wide Angles” del 2004 con su Quindectet , con el que obtuvo dos  premios Grammy.

            Durante el verano boreal del 2005, mientras se encontraba de gira con el grupo Steps Ahead , con el cual ya había trabajado 25 años antes, le diagnosticaron una afección en la médula ósea, por lo que debió abandonar el tour ; luego, este problema evolucionó hasta transformarse en una leucemia, hasta morir el pasado sábado 13 de Enero en un hospital de la ciudad de Nueva York, tras año y medio de lucha contra el síndrome de mielodisplasia, en busca de donantes de médula espinal.     Pese al avanzado estado de su enfermedad, Michael Brecker pudo registrar en compañía de Herbie Hancock, Pat Metheny, Jack DeJohnette, John Patitucci, y Brad Mehldau, un último disco que concluyó, según su representante, sólo 2 semanas antes del fatal desenlace. Para el mundo de la música su grabaciones seguirán sonando, su estilo particular servirá de base para muchos músicos del presente y futuro, y su recuerdo estará presente tanto para sus compañeros como para la crítica especializada quienes lo consideraban como “el saxofonista perfecto”. 

(*): El autor es el creador y conductor del espacio dominicial merideño «Música Ilimitada» por U.L.A. FM 107.7- Escuche el programa «Música Ilimitada» por Internet, los domingos de 12:00 del mediodía a 2:30 PM, sólo visita: (%=Link(«http://www.tv.ula.ve»,»www.tv.ula .ve»)%).

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