“Misión imposible: sentencia final”: Ha triunfado el cine
“Misión Imposible: sentencia final” es aterradoramente realista

El cine enfrenta un momento sumamente complejo: la ausencia de ideas originales reflejadas en obras acartonadas, los remakes, el auge del streaming y la saturación del cine de superhéroes han puesto al séptimo arte en una incómoda posición en la que las salas cada vez lucen más vacías. La misión del agente Ethan Hunt, si decide aceptarla, era darle un nuevo aire a la experiencia cinematográfica… Y lo logró.
“Misión Imposible: sentencia final” es el aparente cierre de la saga que por 29 años nos ha presentado lo mejor del espionaje con Tom Cruise como mente maestra y rostro de esta oda al espionaje, el compañerismo y la resiliencia. Son archiconocidas sus acrobacias, fracturas y riesgos que ha asumido, físicos y financieros, para poder brindarnos experiencias únicas que se han visto también reflejadas en millones de fans alrededor del globo que, en muchos casos, no creen posible un retiro del personaje de Ethan Hunt.
En esta nueva película, el agente Hunt sigue en su enfrentamiento con “La entidad”, una forma de inteligencia artificial que amenaza a los principales arsenales nucleares del mundo y que aspira dominar a la humanidad luego de generar una guerra mundial. El equipo de Hunt se encuentra en la clandestinidad y ahora buscan hacer frente a un enemigo sin cuerpo, sin país, con mente infinita y un buen grupo de acólitos alrededor del mundo reclutados a través de la desinformación y la mentira.
“Misión Imposible: sentencia final” es aterradoramente realista y sus guionistas lo saben; plantean una historia que, aunque ficticia, sirve de alerta en medio del creciente uso de la IA en todos los aspectos básicos de la vida. “La entidad” es un reflejo de un villano que no es villano, es un ser que busca dominar porque, bajo su cálculo, es lo necesario para preservar a la humanidad, una humanidad que no sabe ser libre, por lo que decide que debe ser esclavizada. Ante este escenario, el equipo del agente Hunt tiene una sola salida: ser más humanos.
El film es un despliegue visual de principio a fin, eso es lo esperado, una aventura audiovisual maravillosa, pero tiene dos secuencias particulares que roban el aliento, generan ansiedad y son una muestra de buen cine analógico hecho para impresionar y verse realista, no solo para ser un show, sino para prevalecer en la mente del espectador que también hallará un libreto profundo, con distintas capas para cada personaje y que se aleja de algunos chistes típicos del género para mostrarnos a un Ethan Hunt más vulnerable, humano y con miedo como nunca lo habíamos visto en la saga; allí entra el calibre de Tom Cruise para mostrar que no solo hace acción sino que, además es un gran intérprete de drama.
Si buscáramos un punto flojo del film, sería el villano interpretado por Esaí Morales, quien, a pesar de hacer un gran despliegue histriónico, parece ser un típico antagonista de James Bond y, aunque las comparaciones son odiosas, quedó lejos del intrigante y calculador Solomon Lane interpretado por Sean Harris en “Rogue Nation” y “Fallout, aunque, la verdad sea dicha, logra lo necesario, ser detestado por el público.
El buen cine ha triunfado con “Misión Imposible: sentencia final”, un blockbuster poco común, de esos que prevalecen en la memoria y que nos recuerdan que más allá del show computarizado se necesita un buen libreto, un buen casting, un buen director y a Tom Cruise para que nos recuerde que la edad no es un límite cuando se quieren hacer las cosas. Ha triunfado el cine.