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Monk & Coltrane: “Encuentro de Gigantes”

(%=Image(3295973,»L»)%)Las líneas que traza el destino sobre sus escogidos son tan ignotas y  sorpresivas que si le damos el suficiente crédito a esa especie de suerte particular apenas si queda lugar al ensimismamiento por los caminos y maneras  conque  teje sus tramados. Tal vez no hubo un plan, quizá trastocar la circunstancial barrera del tiempo no estuvo en la mente de sus protagonistas ni sus mediadores, pero sorprender a una más amplia audiencia casi 50 años después, es sólo proeza del signum de lo desconocido que obra como si jugara con sus peones, como buscando cobrar un olvidado tributo que hubiese quedado pendiente. Esa es la primera impresión recibida al conocer de cerca el extraño rumbo que tomó esta grabación que por espacio de exactos 48 años estuvo oculta aguardando ser valorada en su exacta magnitud. Un regalo del tiempo, sin duda, que se puede interpretar como un reclamo del genio de dos gigantes que se dieron cita en el pasado para retumbar con más brío en otro momento para eternizar aquel encuentro. Así entiendo este milagro discográfico llamado “Thelonious Monk Quartet with John Coltrane at Carnegie Hall” (BlueNote Records), sucedida en la víspera del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving day) el viernes 29 de Noviembre de 1957 en doble función de 8:30 p.m. y medianoche en ese templo de eventos, santuario del jazz entre la Séptima avenida y calle 57 de la ciudad de New York .

         Fue un concierto benéfico a favor del Morningside Community Center de Harlem donde Thelonious Monk y  John Coltrane compartieron cartel con otras luminarias como Miss Billie Holiday, Dizzy Gillespie y su orquesta con Austin Cromer, Chet Baker & Zoot Sims quartet, el brillante Sonny Rollins, y como atracción especial la participación de Ray Charles, todo por entradas de 2 a 4 dólares. Ignoro si toda aquella prodigiosa noche fue grabada enteramente por los registros de La Voz de América, pero una de las cosas más resaltantes de aquella desconocida grabación es su fidelidad y su nitidez,  que tras un proceso de limpieza y remasterización de nuestros días ha sido editada en conjunción por los sellos Blue Note y Thelonious Records en un álbum muy bien presentado, con lujo de detalles, siendo patente reflejo de una de las mejores etapas de la historia del jazz que pasa a ser un notorio testamento de un encuentro sublime de talentos creativos e interpretativos de dos gigantes de la música de su tiempo.

         Los críticos y aficionados al jazz siempre habían hablado de aquel tan extraordinario concierto, lamentando que no había quedado algún registro sonoro de dicho evento. Pero, no es por el simple hecho de reunirse dos músicos de tal talla que la grabación hallada se reviste de importancia. Es el año 1957 en que Coltrane comienza a  desarrollar, de manera más consciente y mayor libertad, un lenguaje musical en busca de nuevas vías de expresión, apuntando hacia espacios sonoros más creativos e inéditos. En abril de 1956, Coltrane tuvo un fuerte enfrentamiento por su afición a las drogas con Miles Davis, quien terminó expulsando al saxofonista de su tan conocido quinteto. Es el momento de profunda reflexión para Coltrane cuando se traslada a Philadelphia con la intención de desintoxicarse de la heroína y el alcohol. Thelonious Monk observó con indignación en el “backstage” del Café Bohemia el trato dado a Coltrane por parte de Miles Davis, e inmediatamente le ofreció un lugar como saxofonista en su agrupación. La primera oportunidad de tocar juntos Thelonious y ‘Trane  fue en abril del ’57 en una sesión de grabación para el sello Riverside Rec., relación que se extendió por los siguientes 9 meses de aprendizaje mutuo. El saxofonista contó en 1960 a la revista DownBeat : “Creo que Monk es uno de los verdaderos grandes de todos los tiempos. Él es un verdadero pensador musical. Aprendí de él en todas las maneras — a través de los sentidos, teóricamente y técnicamente”.   Prosigue Coltrane en aquel artículo contando la manera cómo quería aprender a captar las composiciones de Monk : “Solía ir a su apartamento para sacarlo de la cama — de allí mismo se levantaba directo al piano y comenzaba a tocar, sólo se detenía para mostrarme algunas partes que eran realmente difíciles, y si Yo tenía muchos problemas en captarlo , bueno, entonces tomaba su  portafolio y me mostraba las partituras . . . algunas veces lográbamos una pieza por día. Quizás.”
         La paciencia de Monk ayudó en mucho a que Coltrane captara aquella bocanada de material nuevo y refrescante, distinto de los Blues, baladas y bebops de Miles Davis, composiciones tales como “Ruby, my dear”, “Epistrophy”, “Trinkle,Tinkle” minadas de extraños saltos melódicos e inesperados cambios de ritmo, provenientes de un retador territorio que intrigaban al saxofonista  y que apelaban a su sentido del orden. No es de ignorar que Coltrane calificaba a  Monk como “ un arquitecto musical del más alto nivel” ; y en John Coltrane  el maestro Thelonious Monk encontró un hermano analítico, un músico quien compartía su enfoque intelectual mientras permanecía fiel a la estructura y el sonido de sus composiciones. Un nuevo universo bien interpretado entre ambos. 
         Volviendo al marco histórico, para Thelonious Monk , 1957 también fue muy significativo pues es en ese año que recupera su “cabaret card” luego de habérsele confiscado su permiso de trabajo en 1951 (impidiéndole tocar en cualquier local de Nueva York) y 60 días de prisión por consumo de estupefacientes, pese a que la mayoría de los  historiadores lo consideran inocente. Aquel año resultó para Monk su resurrección tras seis terribles años de malísima racha económica, pero con el apoyo de su familia y de su mecenas la baronesa Pannonica de Koenigswarter quien le ayuda anímica y económicamente, realiza una vuelta triunfal para tocar en el recién inaugurado club “Five Spot” de Nueva York, en compañía de Coltrane, Ahmed Abdul-malik al contrabajo y el baterista Shadow Wilson, y más tarde con Johnny Griffin y Roy Haynes. Y a fines de los años 50 viene una ristra de sus álbumes excepcionales tales como “Brilliant Corners”, “Thelonious Himself”, y “T.Monk with J.Coltrane” erigiéndose  definitivamente como uno de los más sobresalientes y controversiales pianistas del jazz.

         El milagro que surgió de los sótanos de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en perfecto estado de conservación después de 48 años de silente espera, es un testimonio imperecedero del encuentro de 2 gigantes del Jazz.                                                                       

(*): El autor es el creador y conductor del espacio dominicial merideño «Música Ilimitada» por U.L.A. FM 107.7- Escuche el programa «Música Ilimitada» por Internet, los domingos de 12:00 del mediodía a 2:30 PM, sólo visita: (%=Link(«http://www.tv.ula.ve»,»www.tv.ula .ve»)%).

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