Música

Mi vida es una sola nota: Algunas disgresiones literarias

Terminé ya hace algún tiempo, esa maravilla que es Del lado de Swan , parte de esa inmensa obra sinfónica o catedral que es en busca del tiempo perdido de Marcel Proust, no me detendré en esa apasionante lectura hasta que termine de leer todos los tomos de la edición de la Pleiade. Como es una lectura necesariamente lenta, como escuchar una sinfonía de Bruckner es necesario intercalarla con otros libros y cuando lo hice me dediqué a leer esa bella novela de Turgueniev un primer amor. Dejando, como siempre en los pendientes , los Endemoniados de Dostoievski, Ana Karenina de Tolstoy, las confesiones del estafador Felix Krull de Thomas Mann que leí muy joven, y otros textos fundamentales que ahora adquieren mayor valor para mi. De Herman Hesse debo leer Gertrude, de Mann los Budenbrock, de Celine Viaje al fin de la noche, de Dostoievsky los hermanos Karamasov, y tantos otros que esperan en mi biblioteca a que  me decida un buen día a tomarlos en serio.

En la música sigo grabando en el olive mis cd, hace unos días me dediqué a la música francesa y aproveche para escuchar las canciones inéditas de Georges Brassens, uno de mis autores preferidos del cual conozco de memoria muchas de sus letras.Entre los discos que grabé están por supuesto la Piaf, BrelMoustaki, Aznavour, Mouskouri, Becaud, Montand, Leo Ferré, Barbara, Jacqueline François, Juliette Greco y muchos más.

En esos días andaba más metido en libros que en música y decía que seguía, con pausa pero sin prisa, la lectura de en búsqueda del tiempo perdido, interponiéndola con otros libros, entre los cuales leí dos muy distintos por un lado los sonámbulos de Grossman, no el ruso sino un norteamericano profesor de literatura en Hunter College de Nueva York, es una novela policial que se ubica en Berlín  en el año 1933, poco antes de la toma del poder por Hitler y  trata de una investigación realizada por un inspector policial muy exitoso y además judío sobre la desaparición de varias mujeres que lo conducen a descubrir el campo de schafhausen, en el que las SS hacían experimentos médicos guiados por el Dr. Mengele, a parte de las inexactitudes históricas que el autor explica en el epílogo es una novela bien escrita y entretenida que brinda un buen retrato del ambiente en los días finales de la república de Weimar.

Luego  lei dos relatos de Tolstoy: La muerte de Ivan Illich y la historia de un caballo, como están publicadas por Siruela en la colección escolar de filosofía  y pensé: se lo voy a regalar a mi hija Ana ya que pienso que le permitirá ver la vida con otros ojos.En esta etapa no se porqué me dedico más a la lectura que a la música no es que no escuche sino que no anoto a pesar de que recientemente le puse cierta atención a esa maravillosa versión del ballet cascanueces de Gergiev con la orquesta del Kirov. Ahora acabo de terminar una novela de Isaac Bashevis Singer que no había leído antes se trata del certificado que tiene mucho de autobiográfico de los inicios de Singer como escritor después de la segunda guerra mundial en Varsovia. Los temas son comunes a otras de sus novelas como son la posibilidad de poder amar a tres mujeres a la vez, la desaptación de los judíos ortodoxos en un mundo en ebullición, el anti semitismo de los polacos y la emancipación de la mujer judía.

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