Read + Romero
(%=Image(6987378,»L»)%) Los Templarios. Monjes y guerreros.
(%=Link(«http://mostlyfiction.com/history/read.htm»,»Piers Paul Read»)%).
Javier Vergara Editor.3 ed, Barcelona, 2003. 399 pp
Piers Paul Read (Gran Bretaña, 1941), historiador de Cambridge, es un cazador de eventos impactantes, que luego recrea con ingenio y una impresionante recolección de datos. Reconocido y premiado por su libro “Viven” (1974), “la verdadera historia de los sobrevivientes de Los Andes”; Read ha coronado una carrera de best sellers como “El Patriota”, y “Alicia en el exilio”. En “Los Templarios. Monjes y guerreros” el británico se propone desmontar los mitos en torno a esta orden fundada por Hugo de Payns en 1119, la cual ha sido presentada como un clan de antihéroes (Walter Scott); castos guardianes cuidadores del Santo Grial (Wagner) y como la inspiración histórica de Himmler para organizar la SS. La obra se apoya en mapas, fotografías y una extensa bibliografía. Recorre itinerarios como “El templo”, “Los Templarios” y “La caída de los Templarios”. Una figura destacada es Ricardo Corazón de León, quien “…arriesgaba temerariamente su propia persona al arrojarse a la lucha. Incluso sus enemigos, los sarracenos, consideraban una locura que un comandante tan inspirado arriesgara su vida en combate”.
(%=Image(2340711,»L»)%) La esposa del Dr. Thorne.
(%=Link(«http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2546″,»Denzil Romero»)%).
Alfadil. Letra Erecta. Caracas, 2004. 125 pp
Denzil Romero (1938-1999) fue un escritor entregado a la provocación y a la lucidez con gemelo acierto. Su concepción de la novela histórica en clave de barroco paródico nos entrega una obra premiada sobre Miranda, “La tragedia del generalísimo”; luego arremete con “Entrego los demonios”, “Grand Tour” y “La esposa del Dr. Thorne”, en la cual nos invita a la alcoba mental de un Bolívar que era, “por su temperamento esencialmente romántico, un hombre de delirios”. Esta obra, editada inicialmente por Tusquets Editores, es una propuesta erótica sobre la vida de Manuela Sáenz para violentar la realidad ingenua presentada en los manuales clásicos de la historia libertadora. Indica el escritor, en una entrevista realizada en 1980, que usa el lenguaje “aplicado a una realidad que en mi caso no tiene por qué estar circunscrita a la realidad”. Manuela era “hermosa, diríase que era de buen ver por la rotundez de sus turgencias y redondeces, aunque no fuese una belleza en el sentido clásico. Impedíaselo la cabeza un poco ruda, los ojos un tanto separados y saltones y la boca demasiado carnosa aunque sensual”.
