Comparativa Samsung Galaxy Note 5 y Samsung Galaxy S6 edge+

De nuevo el mercado se impone, y Samsung ha vuelto a demostrar en el Galaxy Unpacked de hoy 13 de agosto que los smartphones de gran formato están llamados a convertirse en grandes protagonistas de la gama alta en los próximos ejercicios, algo que ya presentíamos desde que Motorola presentase su Moto X Style hace unos días.

No ha habido demasiadas sorpresas en cuanto a dispositivos en el evento de Samsung, pues el gigante coreano ha cumplido las expectativas con la llegada oficial de los nuevos Samsung Galaxy Note 5 y Samsung Galaxy S6 edge+, dos phablets para comandar el catálogo de una Samsung que quiere recuperar terreno en un año convulso, a pesar de las buenas críticas recibidas por sus Galaxy S6 y S6 Edge.

Esta vez, tenemos que destacar que los coreanos no han estado demasiado acertados a la hora de guardar la ropa, pues prácticamente todos los rumores y filtraciones previos han ido en la dirección correcta.

Que Samsung no nos haya sorprendido demasiado no quiere decir que haya poca cosa que comentar, pues el gigante coreano da un giro de 180 grados a su smarpthone más importante del año, el que presumiblemente tendría que sacar las castañas del fuego en cuanto a nivel de ventas. Al menos si comparamos lo que el año pasado supuso el Samsung Galaxy Note 4.

El Galaxy Note 5 adopta formas conocidas y con buena crítica -más de los medios que de los usuarios-, que no son otras que las de un Galaxy S6 edge invertido con el cristal como protagonista, curvado en la trasera y plano en frontal engastado en un marco metálico.

Es bonito, no cabe duda, pero el despliegue en cuanto a diseño y construcción nos vuelve a dejar con la miel en los labios a los que gustábamos de las premisas básicas con las que Samsung había jugado hasta ahora, la expansión de memoria y la batería extraíble, que se caen de la lista de especificaciones.

Del Samsung Galaxy S6 edge+, por su parte, poco más que comentar, pues básicamente es un híbrido entre el S6 edge y el Note 5, mezlcando del primero el diseño con una pantalla de 5.7 pulgadas y la plataforma de hardware del nuevo Galaxy Note.

Estrategia rara la del gigante coreano con este segundo phablet, que no será un Note pero intentará jugar en la gama noble sin el añadido productivo de un imprescindible S-Pen en terminales de este tamaño.

Samsung mira a la mesa, y sube su apuesta

No cabe duda de que la gama alta ya se ha rendido a las diagonales grandes, la tabla que acabáis de ver no deja lugar a dudas, y como ya analizábamos hace unos días con el Moto X Style, quizás no sea una estrategia del todo equivocada teniendo en cuenta que los usuarios de la gama alta son los más avanzados, y éstos ya hacía tiempo que gustaban de smartphones de gran tamaño.

Ahora bien, el giro total que Samsung ha dado a su nuevo Galaxy Note 5 supone una arriesgada apuesta, pues la productividad necesita memoria y dejarlo todo en manos de 32 ó 64 GB de almacenamiento interno renunciando a tus señas de identidad igual no gusta a todos, ya no por manía sino por necesidad.

El peldaño que sube el Note 5 en cuanto a diseño y construcción lo baja en funcionalidad, aunque no vamos a ser demagogos, no guste más o menos el movimiento de Samsung cambiado aspecto premium por especificaciones, este dispositivo continúa siendo probablemente el smartphone Android más avanzado del mercado.

La pelea sobre el papel, especificaciones técnicas