Tecnología

OPPO R9s, el nuevo rival del iPhone

No es el más rápido. Ni el más potente. Aunque la estética es algo muy subjetivo, tampoco es el más bonito. Ni siquiera cuenta con un diseño llamativo o innovaciones sorprendentes. Y, además, está fabricado por una marca muy poco conocida en Occidente. Sin embargo, el OPPO R9s ha sido el móvil chino más vendido del mundo durante el primer trimestre de este año. Según los datos de Strategy Analytics, entre enero y marzo se vendieron 8,9 millones de unidades, lo cual le otorga una cuota de mercado del 2,5% a nivel global y la medalla de bronce del ranking mundial.

Al R9s solo le han superado el iPhone 7 (21,5 millones de unidades y 6,1% de cuota de mercado) y el iPhone 7 Plus (17,4 millones y 4,9%). Por si fuese poco, el terminal de OPPO se encuentra a una distancia considerable del siguiente clasificado, el Samsung Galaxy J3, que vendió 2,8 millones de unidades menos. Así, las cifras confirman a la marca china como uno de los grandes fabricantes mundiales —el cuarto o quinto según quién dé las cifras—, algo que ya se atisbó cuando el año pasado el predecesor R9 se convirtió en el móvil más vendido del gigante asiático. Es, sin duda, una gesta heroica para un smartphone que genera la mayor parte de sus ventas en solo dos mercados: China e India.

De hecho, a pesar de que el R9s se puede conseguir en España por canales alternativos como Aliexpress por unos 400 euros, el éxito de OPPO es la confirmación de que su estrategia en India, donde un rápido crecimiento la ha convertido en la tercera marca más vendida, da frutos rápido. Es más, el último buque insignia de la marca de Shenzhen, el F3Plus, se presentó en Nueva Delhi y, curiosamente, no se vende en China. “Vemos cierta saturación en el mercado doméstico y creemos que India es el país más prometedor en lo que se refiere a crecimiento”, cuenta a EL PAÍS una fuente de la marca que prefiere mantenerse en el anonimato. “De momento, descartamos volver a mercados desarrollados como Europa”, avanza.

Pero, ¿qué tiene el R9s para encandilar al público tanto como el predecesor al que se parece mucho? La respuesta no hay que buscarla en un elemento concreto sino en la solidez del conjunto. El terminal de OPPO funciona a la perfección y, aunque no destaca en ningún apartado, es notable en todos. Comenzando por el diseño, anodino pero estilizado y con acabados sobresalientes que le dan un aspecto ‘premium’, cuenta con un procesador potente (el Qualcomm Snapdragon 625 con ocho núcleos que funcionan a una frecuencia máxima de 2.0 Ghz) acompañado de 4GB de memoria RAM —más que suficiente para todos los usuarios—, y monta una excelente pantalla de 5,5 pulgadas con resolución FHD y uno de los mejores pares de cámaras del mercado

OPPO ha centrado su atractivo comercial en la fotografía. Denomina a sus móviles expertos del selfi, y no exagera. El R9s no llega al extremo del F3Plus, que incorpora una cámara dual en la parte frontal, pero hace autorretratos de 16 megapíxeles con un objetivo muy luminoso (f 2.0) y con un software de retoque que ofrece multitud de posibilidades. Se pueden incluso grabar imágenes en movimiento (GIF) con la cámara selfi.

Por su parte, la cámara principal también proporciona resultados de gran calidad. En gran parte, eso se debe a que OPPO ha decidido utilizar la lente más luminosa del mercado (f 1.7), similar a la que montan los últimos Samsung Galaxy de gama alta, combinada con un sensor de 16 megapíxeles en el que el tamaño de cada punto es algo más grande que en la mayoría de teléfonos (1,12 µm). La única pega es la carencia de un estabilizador óptico mecánico que ayude todavía más a tomar fotografías nítidas en condiciones de muy poca luz —de noche o en interiores mal iluminados—, aunque el estabilizador electrónico sí que resulta satisfactorio en la grabación de vídeo, con resolución de hasta 4K.

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