Tecnología

WhatsApp, la app que cambió el mundo de las comunicaciones

Si hay una app que ha revolucionado el mundo de las comunicaciones esa es, sin duda, WhatsApp. Sinónimo de mensajería en el móvil y poster boy de las startups en forma de app, WhatsApp se ha ganado el derecho a convertirse en un símbolo de nuestra sociedad. «Cuando esté a veinte minutos, te envío un WhatsApp» o «escríbeme por WhatsApp la dirección exacta» son ejemplos del nivel de cotidianidad que ha alcanzado.

Lo que comenzó como un sistema para mandar pings entre usuarios, evolucionó hasta un sistema de mensajería sofisticado. Ayer, con la confirmación de que a partir de ahora el servicio sería totalmente gratis, hemos asistido a la maduración de WhatsApp. Ya no es una app para mandar mensajes. Ahora quiere convertirse en una plataforma en sí misma.

Pero, ¿cuál es el origen de esta app y qué papel jugó iOS en su desarrollo?

«Un iPod, un teléfono y… ¿WhatsApp?»

Con el paso del tiempo hemos tendido a idealizar la figura de Steve Jobs y su importancia en Apple. Durante la presentación del primer iPhone, el co-fundador de la compañía de Cupertino mencionó esos tres aspectos ahora legendarios:

Un iPod, un teléfono y un sistema de comunicaciones de internet. No son tres productos sino uno solo – Steve Jobs.

El iPhone nació hace nueve años como un dispositivo revolucionario. Pero vio la luz incompleto, sin un fiel escudero. En esa época (en tecnología nueve años son toda una vida), Jobs creía que las web-apps eran el futuro de su nuevo dispositivo. Durante meses, Art Levinson estuvo insistiéndole sobre el potencial de las apps nativas en el iPhone y no los sucedáneos web que existían en aquel entonces.

Finalmente, durante el verano de 2008 y tras la presentación del iPhone 3G y iPhone OS 2.0, Apple presentaba la App Store. Sin saberlo entonces, Jobs había inaugurado la tienda de apps que crearía una industria milmillonaria. Nadie supo lo que vendría después.

Los inicios de una app imprescindible

Tan sólo siete meses después del lanzamiento de la App Store de iOS en verano de 2008, WhatsApp Inc. quedaba constituida en el estado de California. Los responsables de su creación son Jan Koum y Brian Acton, dos ex-empleados de Yahoo! Según una entrevista concedida a la revista Forbes, ambos solicitaron en 2007 un puesto en Facebook antes de lanzarse a la creación de WhatsApp.

Unos meses después de su constitución como empresa, Apple lanzaba una novedad durante la WWDC que cambiaría el rumbo de WhatsApp para siempre: la posibilidad de mandar notificaciones a los usuarios. Su foco principal era la posibilidad de mandar pings entre usuarios, sin importar la distancia que les separara:

Ser capaz de contactar con alguien al otro lado del mundo de forma instantánea, en un dispositivo que siempre está contigo, era algo poderoso – Jan Koum.

Casi sin darse cuenta, habían construido la aplicación de mensajería instantánea que cambiaría las comunicaciones personales para siempre, gracias también al crecimiento de la popularidad del iPhone. A finales de 2009 sacaron la versión 2.0, con una pequeña funcionalidad de mensajería que iba más allá de los simples pings. El crecimiento fue espectacular.

La «niña bonita» de iOS

WhatsApp nació como una app exclusiva de iOS. Sin embargo, no pasaron demasiados meses hasta que sus creadores lanzaron una app para los dispositivos de BlackBerry, ya que Android por aquel entonces apenas acababa de arrancar. En 2010, los dispositivos de la firma canadiense eran los únicos que tenían un sistema de mensajería popular con BBM y sus usuarios estaban deseando poder comunicarse con los de otras plataformas.

Desde sus comienzos se constituyó como un ejemplo a seguir para los desarrolladores de iOS. También revelaba los secretos de la economía de la App Store y las posibilidades de nuevos modelos de negocio. Pon tu app gratis y si es buena, subirás en el ranking de apps, te conocerá más gente, te recomendarán y activarás el efecto red. Pon un precio bajo para controlar la entrada a tu plataforma.

Lo cierto es que durante sus primeros meses, WhatsApp tenía que hacer frente a una enorme factura por los SMS de activación de las cuentas de usuario. Además y debido al éxito del servicio, tenían que controlar la entrada de usuarios nuevos para que no se cayera la plataforma. Esto explica que durante los primeros años alternaran su precio de los 0,99 dólares a los 0 dólares.

En los últimos años, acabó abandonando el modelo de pago para adoptar uno freemium: el primer año era gratis pero los siguientes tendrían una cuota anual de 0,99 dólares. Esto generó una gran controversia entre los usuarios, que veían cómo la app de mensajería favorita de millones de personas pasaba a solicitar un pago anual.

La adquisición de Facebook y el futuro de WhatsApp

Si hay algo que los usuarios de iOS echamos en cara a esta app de mensajería es su lentitud a la hora de adoptar novedades. Aún recuerdo cuando, tras el lanzamiento del iPhone 5, tuvimos que esperar varios meses hasta que lanzaron una actualización con compatibilidad para la «gran» pantalla de 4 pulgadas.

A pesar de que con el tiempo ha añadido novedades (envío de fotos, vídeos y ubicaciones, grupos, mensajes de voz, llamadas), nunca lo ha hecho a la velocidad que reclamaban sus usuarios. Esto ha permitido que surjan alternativas diferentes y de gran valor como Telegram o iMessage. Aunque interesantes, todas ellas han tenido que enfrentarse a la realidad del «rodillo» de WhatsApp.

 

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