¡Alarmante! Filtros de Snapchat e Instagram pueden ser peligrosos
Las redes sociales llegaron como una bendición, pero recientemente han generado un tipo de trastorno en los usuarios que cada vez se obsesionan más por embellecer sus rostros con los filtros de aplicaciones como: Instagram o Snapchat.
Esta nueva tendencia se le conoce como “dismorfia de Snapchat” y tiene sorprendido a los doctores de las clínicas de los EEUU, ya que cada vez llegan más personas a sus consultorios pidiendo que los hagan lucir como las fotos que publican en sus redes sociales. Este fenómeno es una patología psicológica en pacientes que se someten a cirugías plásticas para definir sus facciones y así lograr verse más como las versiones de ellos mismos tras usar dichas aplicaciones.
Los pacientes se obsesionan con sus ‘defectos’ y llegan a las consultas pidiendo labios más rellenos, ojos más grandes o narices más perfiladas, algo que para los investigadores del Departamento de Dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, se ha vuelto alarmante. Explican a la publicación JAMA Facial Pastic Surgery que los selfies con filtros muetran una imagen inalcanzable, llevando a las personas de la realidad una fantasía.
Neelam Vashi, directora del Centro Étnico para la Piel de la Universidad de Medicina de Boston, expresó a “The Washington Post” que en las redes sociales existen muchas herramientas para editar ‘imperfecciones’ creando una visión errónea de cómo deberían lucir las personas.
Vashi explicó también que estas imágenes pueden afectar la autoestima de las personas, desencadenando un trastorno dismórfico corporal (TDC), lo cual ocasiona visitas constantes al dermatólogos o cirujanos plásticos con la esperanza de cambiar la apariencia física. Afecta a alrededor del 2% de la población y se clasifica dentro del espectro obsesivo-compulsivo.
