Visitante de Calle 13 rechaza el veto contra el cubano Carcassés
EFE – El músico puertorriqueño Visitante, del grupo Calle 13, se solidarizó con su colega cubano Robertico Carcassés, sancionado por el gobierno de su país «por tiempo indefinido» por unas frases críticas que pronunció en un concierto oficial celebrado en La Habana.
Visitante, cuyo nombre verdadero es Eduardo Cabra, ubicado a la izquierda en la gráfica, y está casado con la cantante cubana Diana Fuentes, respaldó a Carcassés a través de una carta que publicó en Twitter, en la que indica que le «afecta grandemente» la cancelación de posteriores presentaciones del músico cubano y su agrupación, Interactivo.
El artista boricua dijo que ante el veto contra Carcassés, anima a todos los «los exponentes del arte en todas sus formas» a expresarse «libremente, sin sanciones, sin ser discriminados ni excluidos, sin que el miedo o las represalias nos detengan».
«La revolución, el hombre nuevo, se forja día a día, en un proceso que no se detiene. Silenciar una voz no es cónsono con los principios que la sostienen. El pueblo cubano ha sabido mantenerse de pie ante momentos de adversidad», expresó Visitante.
«Libre acceso a la información para tener yo mi propia opinión», «Elegir al presidente por voto directo y no por otra vía», «Que se acabe el bloqueo y el autobloqueo, por favor» y «Ni militantes ni disidentes, todos cubanos con los mismos derechos» fueron algunas frases de Carcassés.
El componente de la banda de música urbana más galardonada por los Grammy indicó que esas frases las han repetido muchos puertorriqueños, entre ellos Calle 13, por la lucha de la independencia de Puerto Rico como una manera de libertad de expresión, su rechazo a la situación colonial que vive la isla caribeña y su defensa de la cultura.
«A lo largo del tiempo, Cuba ha sido una gran defensora de nuestros derechos y nuestra descolonización con una fuerte voz ante la ONU, la Celac y otros foros donde la situación de Puerto Rico se ha ventilado», enfatizó Visitante.
Visitante reclamó además que se levanten las mordazas «contra el pensamiento y su expresión», y especialmente, para que el Gobierno de Cuba «muestre al mundo que la Revolución tiene unas raíces muy profundas que no pueden ser arrancadas por el silencio».
