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Antonio Gramsci y AMLO

Francisco Javier Vargas Galindo

Antonio Gramsci planteó abiertamente toda su tarea como una gran empresa de conquista moral-cultural: Hegemonía Cultural,  es sin duda, entre los teóricos del marxismo, quien más ha insistido sobre el concepto hegemonía *; y lo ha hecho, en especial, invocando a Lenin. A la vez, diría que, si queremos ver el punto de contacto más constante, más profundo, de Gramsci con Lenin, creo que es el concepto de hegemonía. La hegemonía es el punto de aproximación de Gramsci con Lenin.

* El término hegemonía deriva del griego eghesthai, que significa «conducir», «ser guía», «ser jefe»; o tal vez del verbo eghemoneno, que significa «guiar», «preceder», «conducir», y del cual deriva «estar al frente», «comandar», «gobernar». Por eghemonia el antiguo griego entendía la dirección suprema del ejército. Se trata pues de un término militar. Egemone era el conductor, el guía y también el comandante del ejército. En el tiempo de la guerra del Peloponeso, se habló de la ciudad hegemónica, a propósito de la ciudad que dirigía la alianza de las ciudades griegas en lucha entre sí.

La obra de Gramsci ha ido adquiriendo creciente importancia. Se cuenta entre los 250 autores más leídos del mundo;  hoy su obra sobresale, se destaca con otras luces, el enfoque creador de los clásicos -de Marx y Engels, y de Lenin- tiene en Gramsci a un representante eximio, quizás no superado, luego de la muerte de Lenin, en el movimiento comunista internacional  representado en el Foro de Sao Paulo(FSP) o nuevo ComunismoGramsciano.

Del Noce mostraba cómo Gramsci estimaba que la sociedad, conformada por modos de pensar, de sentir, de situarse ante la vida, de leer, de divertirse, debía ser conquistada para el marxismo organizando la cultura por medio de la captación de sus agentes, los intelectuales, queda de manifiesto que filosofía y política para Gramsci son una sola cosa.

Efectivamente, la conquista de la cultura ha consistido en Chile en copar posiciones en el ámbito educacional, comunicacional, cinematográfico, judicial, empresarial, militar y en algunos sectores eclesiásticos.

Gramsci enseñaba: denle a la gente lo que pide, pero en sentido marxista, materialista, hasta llegar a los últimos rasgos del sentido común del pueblo, para así conseguir un nuevo modo básico de pensar. Es el lavado del cerebro cuyo resultado, afirmaba Del Noce, es la «democracia manipulada».

Intelectuales que han divulgado el comunismo gramsciano:

Además, del Noce,  podemos mencionar a  Antonio Santucci, filósofo italiano y Vice-Presidente del Instituto Gramsci; Georges Labica, filósofo francés, Director del Equipo de Investigación de Filosofía, Política y Economía del CNRS; el filósofo argentino, Abel García Barceló; el teólogo italiano José Ramos Regidor; el investigador Heinz Krumpel, de la Universidad Humbolt de la República Democrática Alemana.

Conocer además las causas. ¿Quiénes han hecho este trabajo en Chile?

Por cierto, algunos medios de comunicación. A esa labor se han sumado algunas universidades y han colaborado miles de profesores secundarios, apoyados en textos oficiales del Ministerio de Educación en los que se miente descaradamente. Además, están esas decenas de intelectuales orgánicos. Ya en 1988, José Joaquín Brunner, en Un espejo trizado, calificaba a nuestra cultura como esencialmente conservadora, «lenta, retardada, parroquial, sólo a veces remecida por un acto creativo, por un poeta inclasificable, por una mirada distinta, por un esfuerzo colectivo, realizado con sentido de futuro». Y en ese mismo libro se explicaba cuál había de ser el empeño cultural de la oposición de la época.

Entre los chilenos, habría que mencionar a los colaboradores del ICAL (Instituto de Ciencias Alejandro Lipschütz, del PC chileno), como Miguel Lawner, Rolando Rebolledo, Carlos Pérez, Eduardo Sabrovsky, así como también, a Luis Razeto, Carlos Ruíz, Carlos Ossandón, Antonio Viera-Gallo, Osvaldo Fernández, Isabel Torres, Eduardo Santa Cruz, y muchos otros.

Sumemos a esa tarea a unos cuantos eclesiásticos, entre ellos los que gozan hasta hoy de tribuna privilegiada para matizar -o sea, contradecir- todas las directivas papales.

Consecuencias políticas: se ha conquistado la sociedad; los intelectuales y comunicadores que lavan cerebros han llevado a las masas a vivir la nueva visión que Del Noce calificaba como inmanente, mundana y laicista.

Sólo un puñado de personas -muy valiosas, muy valientes, muy comprometidas- están en la defensa de un recto orden moral-cultural. Hermógenes Pérez de Arce, el académico, filósofo y escritor Victor Farías, el profesor, escritor y columnista Gonzalo Rojas S, destacan entre ellas.

Joseph Ratzinger, siendo Cardenal describe en su obra Iglesia y Modernidad, “veía un futuro difícil para la Iglesia”:  los peligros que una sociedad enfrenta cuando sus líderes se someten a la Hegemonía Cultural.  Es posible que un Estado quede sometido a la merced de grupos de poder que convierten la arbitrariedad en ley, aniquilan de raíz la justicia y así, a su manera, crean una “paz” que, en realidad, es dominio de la violencia. Con los medios modernos de control de masas   un estado semejante puede producir una sujeción total y, de este modo, una apariencia orden y tranquilidad. (Cardenal Joseph Ratzinger, Iglesia y Modernidad, Ed. Paulinas, Bs. As.,1992).

Los resultados de la elección Presidencial en México, evidenciará  el comunismo Gramsciano está vigente a pesar de sus fracasos en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Brasil, Argentina, en Chile.  La estrategia regional del FSP/AG en lugar de solucionar los graves problemas sociales y de obscena corrupción impune que sufren los países latinoamericanos, los agravan y se transforman en regímenes totalitarios. Del Noce ya había advertido en 1976 que el número de los tontos adoctrinados no disminuye nunca.

Pero los obstáculos son para vencerlos, a través de la Web y la educación de calidad, se contrarrestará  la influencia del comunismo gramsciano, se podrá revertir esta situación si se tiene en cuenta que el conflicto entre el marxismo y sus adversarios sigue vigente, y que es mucho más global que lo que parece a simple vista. Las advertencias del Pap Emérito Benedicto XVI han sido premonitorias.

Artículos relacionados:
Antonio Gramsci y la revolución cultural
http://reportecatolicolaico.com/2016/03/antonio-gramsci-y-la-revolucion-cultural/    15/3/2016

Antonio Gramsci. Cuadernos de la cárcel; Ed. Siglo XXI, II, 2 1929-1932. México, 1986.
La parte inmoral del legado, Tomás Mosciatti   https://www.youtube.com/watch?v=2SvFfkIAuG8

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