Atracción fatal a lo venezolano
La relación entre los dirigentes políticos venezolanos oficialistas y de oposición con el pueblo ha volcado a situaciones tan absurdas que para entenderlas es indispensable entrar al análisis de la dimensión psicológica. Similar al mensaje de la famosa película “Atracción fatal” que recibió seis nominaciones a los premios Oscar y cuatro a los Globos de Oro y se convirtió en el año 1987 en una de las grandes obras cinematográficas de “suspenso psicológico” en este momento la relación entre líderes de oposición y pueblo venezolano es un continuo generador -y no cinematográfico ni irreal- de “suspenso psicológico”.
Los líderes de oposición, se comportan al estilo de Alex Forrest (Glenn Glose), la protagonista del film que realiza escenas macabras típicas de una personalidad impulsiva, con labilidad emocional, improvisa de acuerdo a sus necesidades instintivas , incapaz de poder evadir el rechazo, con reacciones frecuentes de ira, rápidos cambios entre idealización y descalificación, muy mentirosa e inclusive se genera autolesiones continuamente para obligar al protagonista Dan Gallagher (Michael Douglas), un exitoso abogado neoyorquino que vuelva a tener relaciones sexuales con ella.
El pueblo venezolano es Michael Douglas, quien se comprometió y disfrutó de unos pocos encuentros “maravillosos” con Glenn Glose. Este pueblo ha logrado, en combinación con los líderes de oposición cuando se organizan y son coherentes, momentos memorables. El 16 de julio día del plebiscito, otras marchas gigantescas para reclamar derechos a vivir como humanos y no como animales y mucho antes, el triunfo rutilante al dar apoyo a los políticos para ganar con votos la Asamblea en el año 2015.
Pero no por esto los líderes de oposición tienen derecho a tratar a los ciudadanos como seres limitados, dependientes, ignorantes, despectivamente “emocionales” y montar situaciones políticas sin entender su imaginario colectivo. Tampoco tienen derecho a imponerles relaciones, mensajes y acuerdos sin evaluar que son millones de seres a quienes les lesionan su humanidad. ¡Y si a esto se le agrega la guerra psicopática del régimen, los venezolanos viven el “suspenso psicológico” más grande del mundo!
Por ejemplo, acaso mayor bofetada –y en esta oportunidad fueron todos los líderes de oposición sin excepción- que le dieron a la sociedad venezolana con el tema de participar o no en elecciones regionales. No voy a entrar en análisis de la conveniencia política de ir o no a elecciones, no tengo competencias… Lo que sí puedo enfatizar es que cualquier acción política se convierte en situación muy morbosa debido a un particular funcionamiento mental de los líderes cada vez que les da la gana de generan gran “suspenso psicológico” en los ciudadanos. El mecanismo es a través de mensajes no acordes a los marcos mentales del pueblo (tema estudiado ampliamente por el brillante investigador en semántica y lenguaje político George Lakoff) y por la ausencia de estrategias de comunicación. Los líderes como autómatas montan una especie de “olla hirviendo” emocional donde echan a millones de seres venezolanos (que no son conejos ni focas ni borregos).
Les cuento que una de las escenas más fuertes de film “atracción fatal” es cuando para torturar a Michael Douglas, a su hijo y su esposa, Glenn Glose mete vivo al conejito mascota del niño en una gigantesca olla de agua hirviendo…
