¿Casualidad o Causalidad?…
Maritza Meszaros<
No creía en las casualidades. La vida se había encargado de enseñarle que todo estaba relacionado. No creía en el azar. Creía que todo tenía un sentido y una razón de ser. Desde hacía tiempo sentía que le estaban enseñando lo que debía aprender. Tenía la certeza de que la vida en la tierra era un paso transitorio para algo más complejo…O tal vez más simple. No pensaba que con la muerte todo terminaba. Creía en una vida futura cerca de un ser superior.
Hacía aproximadamente 9 años había entrado en una tienda en un país distinto al suyo a comprar unos individuales bordados a mano. Ese era su único objetivo al entrar a esa tienda. Comprar los individuales. Al entrar a la tienda había visto un hermoso vestido blanco largo guindado en un rincón del cuarto principal. Al verlo, quedó impactada por su simplicidad y por su belleza. Era casi como si el vestido la estuviera llamando. Le preguntó a una de las dueñas de la tienda si ese vestido estaba a la venta. Le dijeron que lo tenían allí porque iba a ser expuesto en un próximo desfile de modas. Preguntó si se lo podía probar y después de un rato le contestaron que estaba bien que se lo probara. Al probárselo se quedó impresionada. De hecho, no solo ella sino todas las dependientas de la tienda. El vestido le quedaba perfecto. Parecía hecho a su medida. Todos coincidían en lo bello que le quedaba el vestido. Todo se dio como para que ella finalmente se comprara el vestido blanco que iba a ser parte del desfile de modas. Ese vestido había sido diseñado para ella y la estaba esperando allí…Tan solo esperando a que ella lo comprara.
La dueña de la tienda dobló el vestido y lo envolvió en un papel beige como el que se usa para envolver los comestibles. El precioso vestido quedó ocupando apenas un espacio de aproximadamente 30 por 20 centímetros. Regresó a Venezuela entre otras cosas en una maleta que nunca fue desempacada hasta que en un día de limpieza alguien sacó el paquete con el vestido y lo puso en un closet de su casa. Aunque recordaba el vestido blanco, no tuvo la oportunidad de estrenarlo. No hubo ninguna ocasión en la cual un vestido de algodón largo sin mangas pudiera ser utilizado.
Pasaron dos años desde aquel evento que la había convertido en la propietaria de un bello vestido largo blanco bordado a mano.
Su vida durante ese tiempo había cambiado de un día para otro. Había perdido lo que consideraba más valioso. Se había sentido arrastrada por una bola de nieve acompañada de un inmenso alud. Todavía a veces le sorprendía darse cuenta que seguía allí, a pesar de todas las experiencias vividas. Durante este tiempo, había compuesto textos y canciones que le llegaban al alma. Sentía que había recibido todo. Nada provenía de ella. Era solamente un canal por el cual circulaba información. Esas canciones debían compartirse. Todo había ido fluyendo de una manera que hasta el día de hoy la impresionaba. Sabía que tenía que hacer un CD con las canciones. Todo se dio para que en 3 meses el CD estuviera listo. No se detendría a enumerar la cantidad de eventos que en si mismos constituyeron coincidencias que fueron simplemente evidencias para ella de que lo que estaba ocurriendo era cierto.
Regresando al vestido blanco largo y bordado a mano…Una amiga había pintado un hermoso cuadro que le había regalado. Al verlo, supo que esa sería la portada del CD. Le llamó la atención que ella la hubiera pintado con un vestido largo blanco.
Cuando el CD estuvo listo, el productor le dijo que le gustaría que la fotógrafa le tomara unas fotos para ponerlas en la publicidad. Iban a tomarle las fotos al día siguiente. Le preguntó que si tenía un vestido largo que se pareciera al vestido que aparecía en el cuadro. Fue en ese momento cuando sin pensarlo contestó: “Tengo uno casi idéntico pero no estoy segura de dónde está”. El productor le dijo que tratara de ubicarlo para ver si podía salir con ese vestido en las fotos.
Sabía que la tarea sería complicada. Había habido una inundación en su apartamento por una tubería rota y todo lo que estaba en el closet donde recordaba estaba el paquete con su vestido blanco había sido movido de lugar. Al llegar a su casa entró a ver si encontraba el paquete. La asombró encontrarlo casi inmediatamente, como si la hubiera estado esperando…como aquel día hacía años cuando había estado colgado en el rincón de esa tienda en otro país.
Lo sacó de su envoltorio y allí estaba, listo para ser utilizado después de una buena planchada. Las fotos quedaron muy bien. Usó el vestido en el bautizo del CD y no ha vuelto a usarlo desde entonces.
Ese vestido fue una evidencia más para ella de que todo lo que estaba ocurriendo en su vida tenía un propósito y una razón. Le habían quitado un velo y ahora comprendía más que antes. Le faltaba tanto por saber, tanto por conocer, tanto por aprender, tanto por entender, tanto por compartir, tanto por preguntar…Sin embargo, iría sabiendo, conociendo, aprendiendo, entendiendo y compartiendo poco a poco…Paso a paso…Día a día…Aunque las preguntas quedaran sin respuestas, ella sabía lo primordial…No había coincidencias…Sólo había evidencias…No había nada casual. Todo era causal. Todo se iba interconectando…Los eslabones se iban juntando…El rompecabezas se iba armando y cada una de las piezas era importante.
