Cómo salir de abajo en Venezuela
Por Francisco Rivero Valera
Y es que, a pesar de ser Suiza un país pequeño, con 41.293 km cuadrados, y 8 millones de habitantes, y de no tener océanos, dispone de una de las mayores flotas náuticas del mundo. No cultiva cacao pero produce uno de los mejores chocolates. Dispone de 4 meses al año para cultivar sus tierras y 8 meses de invierno, pero exporta gran variedad de productos lácteos de alta calidad. Por su imagen de seguridad, orden y trabajo es la «caja fuerte» del mundo, con bancos que tienen cuantiosos depósitos particulares. Exporta relojes de gran exactitud. Y es un país desarrollado.
En cambio, Venezuela tiene estratégica ubicación geográfica al norte de América del Sur, con 912.050 km cuadrados. Importante extensión de costas, clima cálido, frío y tibio, Tiene montañas, valles, selvas, llanos, médanos. Y el 20 por ciento del agua dulce del continente, petróleo, oro, hierro, aluminio, uranio, diamantes, esmeraldas. Además, no posee volcanes ni es víctima de azotes naturales como huracanes o tsunamis. Pero es un país en subdesarrollo. Y hoy, en recesión económica. Casi en la ruina.
¿Y en dónde está la diferencia? No está en la extensión del territorio, ni en las riquezas naturales ni en la ubicación geográfica. Está en la gente.
La gente de los países desarrollados tiene 10 características básicas:
1.- La moral como principio básico.
2.- La integridad
3.- La puntualidad
4.- La responsabilidad
5.- El orden y la limpieza
6.- El deseo de superación
7.- El respeto a las leyes, normas y procedimientos
8.- El respeto por el derecho de los demás
9. – Amor al trabajo
10.- El esfuerzo por la economía. CG.
Si a manera de test utilizamos esas 10 características, para analizar la situación actual de nuestro país, nos daremos cuenta que los venezolanos no cumplen con ninguna de ellas. Y es la causa de la profunda crisis moral y ética que lleva a Venezuela en caída libre hacia la pobreza y hacia el abismo del subdesarrollo.
Que sirva como ejemplo solo la violación de la moral como principio básico o del respeto por las leyes, normas y procedimientos o del respeto por el derecho de los demás. Uno es el resultado: altísima corrupción, altísimos niveles de violencia y radicalización de la población venezolana. Y un solo origen: pésimos gobiernos.
Y es que los venezolanos han elegido gobiernos tan maulas que, cada día, al contrario de mejorar la autoestima del país para salir de abajo, profundizan la pobreza mental con un solo propósito: garantizar la hegemonía del poder. El mejor ejemplo sería este gobierno, con 15 años en el poder. Ha repetido mensajes tan retrógrados y denigrantes como «ser rico es malo», «si yo tuviera hambre también robaría», o lo absurdo del reciente ministro de educación: «no sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media porque podrían volverse escuálidos».
De esta manera, los venezolanos están metidos definitivamente en un círculo vicioso: malos gobiernos que manipulan con pobreza mental, y la pobreza mental elige y perpetúa el poder de los malos gobiernos. En palabras de Simón Bolívar sería: «la ignorancia de los pueblos es instrumento ciego de su propia destrucción». Y en palabras de Facundo Cabral: «le tengo miedo a los alcornoques porque son muchos y pueden elegir un presidente».
Faltaría ver si a los venezolanos les queda todavía algo de autoestima para romper ese círculo diabólico. Podrían comenzar cambiando los malos gobiernos. Y continuar trabajando en aumentar su autoestima para alcanzar el desarrollo. Como Suiza.
Que así sea. (ElUniversal.com)