Conmemoración de una incuria
Inmoralmente, se cumple un año del MEGA APAGÓN del 7/3/2019, que dejó pérdidas superiores, según estimaciones muy conservadoras, cercanas a un millón de dólares equivalentes a casi un 1, 05 % del PIB, calificado como el apagón más grande en la historia de Venezuela que afectó, más aún, entre otros, la calidad de vida ya deteriorada de la población y multiplicó las penurias de transporte público, suministro de combustible, las operaciones mediante puntos de venta, las telecomunicaciones, la refrigeración de productos alimenticios perecederos, la atención de los servicios de emergencias médicas, la producción menguada de la industria petrolera, así como la de otras industrias básicas. Fueron más de unas 72 horas lúgubres propicias para acciones vandálicas, tales como: pillaje, en expendios en medio de griterías expresivas de impotencia por la ineficacia y desidia de un régimen deshonra de la divisa de Lenin cuando lanzó su célebre NPE (Nueva Política Económica) de 3/1921 en función de la electricidad: “¡todo el poder para los soviets! y/o “kulaks” (campesinos) enriqueceos…”.
En efecto, muy vaga e inútilmente, NM designó una comisión presidencial para investigar un supuesto dizque “ciberataque” al sistema eléctrico y pidió apoyo a la ONU.
Tras un año de cambios y reorganización en el despacho del MPPEE, la comisión suponemos integrada por orondos tecnócratas aún no ofrece expectativa alguna sobre planes y proyectos para el mejoramiento del servicio.
Ínterin, continúan los apagones y estados importantes permanecen hasta dos días sin servicio eléctrico; prosiguen las fluctuaciones de voltaje que producen pérdida de electrodomésticos muy onerosos, aparte de las incalculables en expendios de alimentos, tales como panaderías, abastos y otros, ante la actitudimpasible del régimen, que alega sabotajes de la oposición, de grupos desestabilizadores exógenos, cuando tal problemática proviene a causa de la desinversión en el sector, asunto que su flamante equipo conoce, y todos, en general, sabemos, pues la doblez ha sido notoria e ineludible, sobremanera, muestra de ello es la falta de dotación de equipos de instrumentos de y seguridad para los técnicos que deben efectuar trabajos en subestaciones y tanquillas aubrerráneas.
