Construir un Edificio llamado Nueva Venezuela: RETO DEL NUEVO LIDERAZGO
Francisco Javier Vargas Galindo
En más de una oportunidad he escrito y manifestado en artículos de prensa escrito y online en Analítica.com, la urgencia de rescatar el servicio público para el bien común y para ello, el nuevo liderazgo deberá – con el apoyo de todos los venezolanos – esforzarse en reconstruir un edificio llamado Nueva Venezuela, concientizando a todos que esta reconstrucción material, institucional y moral será larga y dolorosa. y será el reto de la nueva democracia que se inicia próximo 23/2, cuyos pisos serían los siguientes:
Primero, la democracia si bien no garantiza el buen gobierno, si garantiza la gobernabilidad de los países a largo plazo, además de que permite alternar a los gobernantes. Pero, la gobernabilidad no está asegurada si no se cumple, con los 6 indicadores de gobernabilidad, sobre todo, Estado de Derecho, Control de la Corrupción (1);
Segundo, se gobierna para los ciudadanos en su totalidad y con respeto a la divergencia, a la pluralidad de ideas, a la diversidad de sentimientos y a los intereses contrapuestos. Estos son los ejes esenciales de un sistema democrático;
Tercero, no hay democracia, sin libertad, incluyendo en ellas la iniciativa privada, la de mercados, la de prensa, la de educación de calidad y con visión de futuro y la de partidos políticos más preparados y comprometidos con la verdad y el bien común; además, se requiere de una sociedad informada que exija transparencia y rendición de cuentas a las autoridades a fin de terminar con el abuso de poder; la corrupción impune destruye la democracia;
Cuarto, tanto la desregulación absoluta como la hiperregulación son un desastre, mientras que las reglas claras y transparentes si son una protección para todos;
Quinto, la lucha más eficiente contra la pobreza se basa en el crecimiento económico sostenido y generador de empleo y para ello se requiere el concurso y esfuerzo de toda la sociedad;
Sexto, tan importante es redistribuir la riqueza como crearla. Los pueblos de América Latina están esperando que sus gobiernos hagan infraestructura, carreteras, les suministren agua potable, utilicen energía renovable y desarrollen el capital humano;
Séptimo, ninguna política de nacionalización ha servido en serio para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, la evidencia más palpable ha sido la desastrosa experiencia chavista;
Octavo, el objetivo de un gobernante no es acumular más poder, sino asegurarse de que los ciudadanos a quienes sirve vivan mejor;
Noveno y último, se puede ser muy crítico sin necesidad de crispar a la población. Sin embargo, cuando se comete errores, reconocerlos y corregirlos rápidamente, así creceremos como sociedad predicando con el ejemplo, sin arrogancia alguna. Esta amarga experiencia nos deja valiosas lecciones cómo debemos cuidar la nueva y auténtica democracia, recuperando los indicadores de gobernabilidad. La convivencia nacional es vital para reconstrucción nacional tanto material como moral. Mano a la obra.
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