OpiniónOpinión Nacional

Continuismo

La premisa es sencilla y es como las dos caras de una moneda: todo lo que colabore con el continuismo de la hegemonía, es perjudicial para el país; y todo lo que contribuya a superar la hegemonía es positivo para la nación. 

Ni más ni menos. No es complicado de enunciar, pero la mala experiencia de estos años de mengua, demuestra que es muy difícil de asimilar, y todavía más de poner en práctica. 

¿Por qué? Una pregunta que tiene varias respuestas, y casi todas son ominosas. Aparte de los mandoneros de la hegemonía, para quienes el continuismo es vital, hay grupos políticos para quienes es confortable. En lo político y patrimonial. No están interesados en un cambio verdadero, aunque de cuando en vez lo digan. 

Otros se aferran a una estrategia votacional, que no ha causado problemas graves al continuismo. Al contrario le ha ido dando cuerda para quedarse en el poder.

Algunos confunden la aspiración de cambio efectivo con un ánimo de violencia extremista. Semejante consideración es inaceptable, y la propia Constitución formalmente vigente, así lo explaya.

Habria una realidad muy distinta, si la mencionada premisa fuera el fundamento de la lucha política y social para reconstruir a Venezuela. Y estamos a tiempo.

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba