OpiniónOpinión Nacional

De nuevo, el cuento del gallo pelón

Lo que el gobierno de Maduro más teme y trata de evitar a toda costa es que se den las condiciones para que se convoque nuevamente el Consejo Permanente de la OEA y éste pase a votar las recomendaciones del Informe Almagro presentado el 23 de junio pasado. Como se sabe, en ese Informe, después de analizar la situación venezolana, se concluye que ha habido “una alteración del orden constitucional” que afecta la normalidad democrática y se plantea “seguir adelante con el procedimiento del artículo 20 (de la Carta Democrática Interamericana, CDI), de una manera progresiva y gradual”.

De entonces a hoy, ha transcurrido casi un mes y los países miembros de la OEA continúan realizando “una apreciación colectiva” de la situación del país. Para esa “apreciación” se está tomando en cuenta la evolución y el eventual resultado de la gestión de “diálogo” que adelantan los tres ex-presidentes encabezados por Rodríguez Zapatero. Mientras ese proceso de diálogo exista, esté vivo, no habrá mayoría en el Consejo Permanente de la OEA para que éste se accione nuevamente, ya que se tiene la esperanza de que se podría prescindir de seguir con la aplicación del artículo 20 de la CDI.

Ahora bien, nadie se opone al diálogo, que es un mecanismo civilizado para buscar salidas a controversias y crisis. El diálogo lo han apoyado la MUD, aparentemente el oficialismo, países amigos, organizaciones internacionales y hasta el papa Francisco. Lamentablemente, hasta ahora el diálogo, que ha recibido tantas alabanzas, unas sinceras y otras retóricas, no ha dado los frutos que de él se esperaban. Según se ha informado (El Nacional, 15-7-16), Maduro, por intermedio de Rodríguez Zapatero, comunicó a la MUD que aceptaría incluir en el diálogo al Vaticano y la OEA, pero “descartó la liberación de Leopoldo López, Antonio Ledezma y Manuel Rosales, y hacer el referéndum revocatorio este año”. La negativa a la libertad de esos dirigentes políticos y a la realización del revocatorio en el 2016, ha sido ratificada públicamente en numerosas ocasiones por los más altos voceros del régimen. La MUD también ha dicho repetidamente que hace cuestión de honor esas y otras exigencias que el gobierno no acepta. Tanto el oficialismo como la oposición insisten, una y otra vez, en sus planteamientos, sin que se llegue a nada.

Si esa es la verdad de lo que está pasando con el diálogo, hay que sospechar si no estamos ante una nueva versión del cuento del gallo pelón, que nunca acababa y en el que se repetía la pregunta de que si uno quería que le contaran el famoso cuento.

El juego del gobierno, para evitar que se profundice su aislamiento internacional, consiste en aparentar una fachada de diálogo para que no se convoque el Consejo Permanente de  la OEA y se pase a votar el contenido del Informe Almagro. Como eso no puede continuar indefinidamente, la MUD debe declarar oficialmente, ante el país y ante la comunidad internacional, que ya el diálogo no existe porque el gobierno lo mató.

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba