De Petkoff (ducho) a LaCalle (aguilucho)

1. En tiempos de Chávez no hubo en el lado opositor dirigentes “de talla” y ni siquiera viajaban al exterior para buscar apoyo, salvo Petkoff que supo ganar la simpatía de mucha gente que no supo ver el fino papel de marxista genuino (es decir, según la nomenclatura de moda, que no era del comunismo “real” gruesamente adulterado en Rusia y otros países, sino el teórico) el mero mero de Marx. Petkoff supo vestir un manto opositor y viajaba al exterior  a propagar la idea de que el régimen imperante en Venezuela era casi una dictadura. Con esta caracterización podría haberse calificado a Chávez como dictador. Desde este punto de mira, Petkoff parecia que atacaba al chavismo.

2. Los marxistas (MAS) que en el exterior y en el interior en la época de Chávez lucían como  voceros de oposición democrática, en el fondo estaban diciendo que en Venezuela no había un régimen autocalificado de dictadura. Bastaría esa calificación  para entonces sí poder acusar la dictadura en el país.

3. Según noticias de prensa (BBC) en Uruguay Luis Lacalle, joven de centro-derecha,  ha invitado a su investidura a los presidentes de Brasil, Chile, Colombia y Paraguay pero no a Díaz-Canel, Maduro, Ortega, afirmando que ninguno de los países de estos tres últimos tiene “una democracia plena.”

4. Con esta palabra “plena”  (“los extremos se tocan”) se recuerda el “casi” de Petkoff porque en ambos casos se defiende la postura de no acusar la existencia de dictadura.

5. Además, sobre Maduro LaCalle dijo que la decisión de no invitarlo era suya, personal. Esto tiene varias aristas:

-Esa decisión no es oficialmente en contra de Maduro. Pero en asuntos de Estado, lo importante y  significativo es la posición oficial, no es la preferencia personal.

-Esto no parece ser simple coincidencia con la misma postura de otros líderes uruguayos, de otros gobiernos,  incluyendo Almagro (cuyas posturas oficiales han dejado a esos uruguayos alejados de los venezolanos opositores al chavismo en general y a Maduro en particular.

– Si esa declaración fue o no previamente sopesada por los asesores diplomáticos de LaCalle plantea dudas sobre la habilidad del nuevo presidente uruguayo y sobre la ruta que va a seguir Uruguay en relación a Venezuela (y con alcance OEA que debiera elegir alguien que reemplace a Almagro, pero quien sabe si se va a aplicar el remedio del “mal menor”).