Diabolous ex machina
Eduardo Soto Álvarez
La VIII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe Oriental, se celebró, con más pena que gloria, en Managua, la semana pasada.
Han debido asistir muy pocos mandatarios y, en casos como éste, con una presencia de Alto Nivel totalmente escuálida, los organizadores prefieren dejar la duda que despejarla, por lo cual no se conoce la Lista de Asistentes.
El capo de Miraflores, no tuvo los arrestos suficientes para viajar a Nicaragua y la Declaración Final se compone de una serie de clichés, los cuales conviene repetir, cuando no es posible lograr nuevos acuerdos.
Lo acontecido en La Cumbre del Caribe, refleja que la perniciosa influencia del chavismo, está de capa caída, incluso en una región, particularmente favorecida por las dádivas, que aseguraban el éxito de su diplomacia, en la época de las vacas gordas. En verdad, el régimen chavista, ha venido contribuyendo activamente, durante veinte años y por cuenta ajena, a enredar y entorpecer las relaciones internacionales a nivel ecuménico.
En el teatro antiguo, para resolver a favor situaciones complejas, recurrían al Deus ex machina. Quizás, al que desencadena tantas complicaciones, lo hubiesen podido llamar Diabolous ex machina, si se me permite el antónimo, que viene como anillo al dedo.