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El capitalismo en la encrucijada

Eduardo Pérez-Albela F.

Por las avenidas de Manhattan circulan numerosos automóviles japoneses como los Toyota o Mitsubishi, el Civic Honda hace poco fue declarado “el automóvil de año” en la cuna del automóvil, pero difícilmente se podrá encontrar circulando un Ford o un Chevrolet en Tokio.

Es el Capitalismo que está dando la pauta desde los Estados Unidos poniendo a competir a todos los fabricantes del mundo por un automóvil con un poderoso motor, ahorrador de combustible, poco contaminante y a un buen precio. La competitividad tiene que ser abierta, universal y despiadada, sin proteccionismos del estado como la lucha de las especies en el Serengueti.

Empujados por esta dinámica del capitalismo en las últimas décadas del siglo pasado, empresarios norteamericanos trasladaron sus plantas de producción a la China compitiendo para encontrar en los orientales, mano de obra obscenamente barata y disciplinada por el partido comunista. La traspolación del capitalismo americano a la China de Mao Tsedong, produjo, aliado a la astucia y ambición del partido de gobierno chino el portento más grande producido por el capitalismo competitivo que en pocas décadas convirtió a China en “el fabricante del mundo”. General Electric, Caterpillar, IBM que se transformó’ en Lenovo y tantas otras empresas del norte, ahora tienen que importar sus manufacturas, fabricadas por ellas en el país asiático.

Algo similar ocurrió en México a donde se trasladaron las plantas de la Ford y ahora los norteamericanos tienen que importar sus automóviles Ford desde San Luis de potosí. En las alacenas de las familias americanas fácilmente se encuentran espumantes franceses, aceitunas y jamones españoles, espárragos de Perú y aguacates de México. Los americanos se han convertido en asiduos importadores de todas las mercancías del mundo. Los índices del déficit comercial de USA se acercan a niveles peligrosos, se espera que en algunos años llegue al billón de dólares a la vez que el desempleo va in crescendo. ¿Se les está revirtiendo el capitalismo a los norteamericanos ? Es así como llega un Donald Trump a la presidencia , dispuesto a repatriar los puesto de trabajo que se fueron a otros países, anulando los TLC  y poniendo aranceles a los productos que se traen de la China. ¿Está en lo correcto?

El profesor de Harvard. R. Hausmann, ex ministro del gobierno venezolano ha publicado un artículo sobre la “materia oscura de la economía” alegando que el déficit  de la nación del norte no es tan serio como parece porque los americanos obtienen muchos ingresos por concepto de servicios y tecnología (Google, Amazon, Facebook etc.) que no se contabilizan en las aduanas y pasan desapercibidos como sucede con la materia oscura. Junto a las observaciones del profesor Hausmann, nosotros queremos destacar el hecho de que varias de las exportaciones que hacen tanto China como México a los Estados Unidos, no son tales sino que son americanas, que los gringos se hacen a sí mismos desde el país anfitrión a través de sus transnacionales, las cuales descontados los impuestos que deben pagar, repatrían sus capitales a Norteamérica con los cuales se amortigua el déficit comercial.

Todo este panorama nos lleva a conjeturar que estamos frente a UNA ENCRUCIJADA DEL CAPITALISMO, frente a una toma de decisiones trascendentales  como las que debe encarar Donald Trump que no encuentra seguridad en sus asesores, y a veces debe cambiar de opinión, como ahora que se arrepiente de haber arremetido contra los TLC. Y en especial contra el TPP.

El mundo es un sistema termodinámico que funciona por el ORDEN que crean sus diferentes NIVELES y que al romperse se desprende ENERGIA. Hay aguas arriba y aguas abajo, cuando se nivelan, se produce el desorden y se desprende energía en las hidroeléctricas. Hay gases calientes y gases fríos, cuando se mezclan se produce el desorden y se desprende energía en la locomotora, Hay isótopos de tritio e isótopos de deuterio en orden, en el plasma solar, cuando ellos se funden se produce el desorden y se desprende energía que ilumina la tierra. En economía hay empresarios y hay consumidores (hay oferta y hay demanda) en perfecto orden, cuando se confunden en los mercados se produce el desorden y se desprende energía financiera que se guarda en las cajas registradoras. Al final del día  el auto mercado queda en desorden, pero al día siguiente se arma de nuevo el juego de la misma manera que las lluvias arman consecutivamente el juego de las aguas en las represas y el fuego, el juego del vapor en las locomotoras.

Siguiendo esta secuencia, hay países ricos en materias primas y fósiles (sin ningún mérito de su parte) y hay otros que no las tienen y las necesitan (oferta y demanda) cuando se encuentran ambos en los mercados se desprende energía financiera, lo que por ejemplo, es la que ha levantado las torres de Dubai y Abudabi en países ricos en fósiles (sin haberlo merecido)

De la misma manera hay países ricos con salarios altos, por encima de los mil dólares y hay países emergentes con otro NIVEL de salarios que rondan los cien dólares. Este es el ORDEN actual de la economía global y aunque Ud. no lo crea la diferencia de NIVELES salariales en toda la geografía económica es muy grande y esto favorece el desarrollo capitalista desde Luxemburgo hasta Bangladesh. Por competitividad los empresarios andan buscando la mano de obra barata. Por eso  hay pocas fábricas en el país belga y en cambio en la India abundan las manufacturas de textiles.

Hay que conservar la diferencia de niveles salariales de la misma manera que preservamos los niveles de las aguas. No puede haber un salario único para todo el mundo. Un salario por debajo de los mil dólares es injusto para un obrero americano y en cambio un salario por encima de los quinientos dólares es un lujo para cualquier país latinoamericano. El BID ha señalado para América Latina LA TRAMPA DEL INGRESO MEDIO. Gracias al boom de las exportaciones latinoamericanas a la China, en los países de A.L subió el NIVEL de los salarios y ahí quedó estancado por falta de competitividad, es decir se nivelaron las aguas y se acabó el juego. México fabrica automóviles Ford en San Luis de Potosí a costos que jamás se podrían tener en Detroit. Por tanto los americanos compran sus vehículos Ford más baratos fabricados en México. Ganan los americanos y ganan los aztecas porque están aprovechando los DESNIVELES. Y por qué Donald Trump no lo ve bien ?. Porque los puestos de trabajo se fueron al exterior y ahora le ofrece recompensas a la Ford para que repatríe los puestos de trabajo a Detroit, lo cual es PROTECCIONISMO. Otra falacia porque ahora en USA, los puestos de trabajo subieron de NIVEL y se fueron al Valle del Silicón. Donald Trump ha estado mal asesorado.

Los países emergentes deben hacerse cada día más competitivos, y los desarrollados deben darles un compás de espera porque ellos son el grueso de consumidores que van a mover los mercados para que continúe el juego capitalista. Madam Lagarde ha declarado que el dinero en manos de los pobres tiene efecto multiplicador, no así si está en manos de los ricos. Al cabo de algunas centurias, cuando los salarios de todo el planeta hayan llegado a un mismo nivel como las aguas, entonces estaremos cerca del final del juego capitalista porque habrá desaparecido la competitividad.

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