El escepticismo le ganó al dialogo

La semana terminó el lunes de madrugada cuando las partes involucradas salieron de la “primera reunión plenaria del Diálogo Nacional”.

La desconfianza tanto entre las partes, como con algunos de los negociadores, le ponen desde el arranque un plomo en el ala a lo que vaya a pasar, comienza a perder fluidez y le augura que el proceso no será fácil. Cuando hay falta de confianza solo las reglas claras y mediadores firmes e independientes pueden compensar y hacer que funcione. No solo deben ser independientes, sino también parecer independientes…muy importante.

Cuando leí el documento que se divulgó me pregunté quién lo había escrito, pues no tiene firma, noté la ausencia del enviado original Monseñor Emil Paul Tscherrig, y lo más llamativo fue la falta de urgencia e inmediatez que se desprende de la redacción (pese a que usa la palabra “inmediatamente” una sola vez para convocar las mesas) la cual más parece para tiempos de normalidad que para la crisis que estamos viviendo. Habrá cuatro mesas de trabajo, la de Zapatero sobre estado de derecho, soberanía y paz, la del Papa sobre DDHH, la de Leonel Fernandez, económica y social, y la de Torrijos (la madre de todas las mesas) sobre confianza y elecciones.

Creo que el gran ganador de esta reunión fue el gobierno, pues se suspendieron automáticamente las cartas democráticas de OEA y Mercosur, así como los grupos de presión internacional de ex presidentes y todo otro interesado institucional: si el Papa está actuando, entonces hay que dejarlo actuar. Habría que comprobar con los hechos si también se diluyó la motivación de los opositores para marchar a Miraflores por la aparente desfocalización de objetivos (el común de la gente no entiende esto de dialogo mientras ataco), y en general que impacto tuvo sobre la energía del camino de calle.

A la oposición le costará volver a tener una posición tan ventajosa como la que había logrado hasta el domingo por la tarde.

La sensación de desconexión entre lo político y lo social del domingo a la noche quedó patente…poco de lo que pasaba en esa mesa tenía que ver con una solución rápida a los problemas de la gente, la cual al día siguiente volvería a sus colas, a sus problemas de medicinas y alimentos, así como de desempleo e inflación. Nuestra sociedad sigue siendo un cocktail explosivo que aún no tiene detonador. O tal vez lo tiene y no lo vemos. A veces es difícil entender tanta pasividad…por eso el temor de que un día nos levantemos y nos encontremos con que explotó. Y cuando eso pase, no habrá ganadores, pues todos seremos perdedores. Y la consecuencia puede ser caer en una férrea dictadura que nos atrape por una década o más.

Entonces, la dicotomía dialogo versus violencia no era cierta porque las condiciones de violencia siguen activas…no la que lleva a marchar tipo clase media con un toque popular aquí y allá, sino aquella que surge de la desesperación y del nada más que perder que se enfrenta al poder con riesgo real de vida.

En paralelo, la situación del país sigue su indetenible deterioro reimpulsado por la masa de liquidez que será lanzada al mercado con los aumentos de noviembre, la cual presionará contra una mermada oferta tanto nacional, como importada. Y eso hará que la victoria a corto plazo del gobierno sea solo otra dilación en un entorno en el cual más pronto que tarde, en la siguiente contienda electoral, cualquiera que sea, cuandoquiera que sea, será perdida por el gobierno. Ojalá que este peligroso juego de poder no le explote en la cara a la dirigencia del país…sin distingo de color o bandera.

Como siempre se desprenden oportunidades para quien sepa aprovecharlas.

• ¿Podrá esta ventana que se le abre al gobierno de que se baje, transitoriamente, la presión en su contra,  ser aprovechada para, con la excusa de que El Vaticano está aquí, desprenderse de la línea dura del chavismo y liberalizar la situación de controles de la economía (léase precios y dólar)?
• ¿Podrá la oposición recuperar la calle, única herramienta compensadora de la correlación de fuerzas y orientarla para rescatar el RR?

Y representa tan poco esa mesa a la realidad país, que si uno se dejara llevar solo por las fotos pensaría que todo está bien y que las partes casi no necesitarían negociar por lo amigos que parecen.

En las negociaciones suele estar más o menos claro que es lo que las partes buscan. En este caso queda claro lo que quiere la MUD pero no se ve que es lo que quiere transar o negociar el gobierno. Y al no estar claro arrancan las especulaciones. Entre ellas, está que no quieren nada, excepto estar allí y tomarse las fotos. Otra es que buscan algún tipo de salida negociada. De las dos, entre otras tantas opciones, me inclino por la primera…todo es para ganar tiempo pues están convencidos de que puede mejorar la situación y hasta ganar las siguientes elecciones. Pero eso no va a ocurrir  a este paso. Para tener esa opción al menos deberían tomar la oportunidad que les plantee más arriba.

Por otra parte no hay que olvidar que la diplomacia vaticana es muy experimentada y que, en principio, no se involucraría para hacer un pobre papel. Podemos entender que la lectura que hacemos desde adentro es como estar entre los  árboles, mientras ellos ven el bosque.

El Vaticano tiene una lectura desde arriba, más amplia que la nuestra. Ve al mundo y a la región, ve a los actores que nosotros no vemos y tiene poder e influencia sobre ellos. Lo que si puede ocurrir, es que lo que ellos vean y lo que ellos entiendan como una solución para Venezuela, no sea lo que a nosotros nos gustaría. De lo que si podemos estar seguros es que el Papa velará porque mejore la situación social de pobreza en nuestro país. Y eso debería alcanzarnos, al menos en este momento.