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El hambre en el mundo podría ser peor en 2020 que en 2019, FAO

De acuerdo al Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre el hambre en el mundo, publicado este lunes y redactado conjuntamente con el Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura, UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud, 690 millones de personas sufrieron desnutrición en 2019, un 8.9% de la población del planeta, es decir, 10 millones más que en 2018 y 60 millones más que en 2014.

Si la vuelta al proteccionismo comercial con el presidente estadounidense, Donald Trump, y la guerra económica que impuso a China, fueron capaces de generar más pobres y hambre en el mundo, la crisis mundial por la pandemia del COVID-19 podría agudizar el hambre en el mundo, incrementar la inseguridad y los movimientos sociales en todo el mundo.

Es evidente que, si la desviación del comercio mundial debido a la guerra comercial entre los Estados Unidos y China paralizo la producción de materias primas y manufacturas, el shock de las economías nacionales por la pandemia del coronavirus, ha colapsado la economía mundial y traerá consecuencias negativas para todos. De aquí que sea probable que la recesión mundial debido al coronavirus, como lo plantea la FAO, provoque hambre entre más de 83 y 132 millones de personas adicionales para 2020; pues la FAO indica que en 2019 casi uno de cada nueve personas sufría de desnutrición crónica, es de esperar que para este año la proporción sea mayor producto de la pandemia de COVID-19.

De acuerdo a Thibault Meilland, analista de políticas de la FAO, “si la tendencia continúa, se estima que para 2030, este número superará los 840 millones de personas. Esto claramente significa que el objetivo” de erradicar el hambre para 2030, según los objetivos establecidos por la ONU en 2015, “no va por buen camino”, como lo señala Meilland; pues la recuperación de crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus ha provocado la pérdida de empleos e ingresos en millones de hogares, el aumento de precios de los alimentos y la ruptura de muchas de las cadenas de suministro.

Según el informe, es muy probable que la recesión mundial por el coronavirus lleve al hambre a más de 83 a 132 millones de personas adicionales, pero según el analista de la FAO ello solo “son supuestos relativamente conservadores, la situación está evolucionando” y las cifras podrían ser mayores.

Thibault Meilland, precisa que las estimaciones de la desnutrición en el mundo son menores que las de otros años; sin embargo, las cifras no se pueden comparar, pues la integración de los datos recientemente accesibles, en particular de las encuestas realizadas por China, han provocado la revisión de todas las estimaciones desde el año 2000.

El Informe de la FAO señala que el retraso en el crecimiento entre los niños de cinco años disminuyó en un tercio entre 2000 y 2019, con alrededor del 21% de los niños afectados en todo el mundo en la actualidad; de los cuales más del 90% de ellos viven en Asia o África. Por lo que, más allá de la desnutrición, un número creciente de personas han tenido que reducir la cantidad y calidad de los alimentos que comen; lo que implica que dos mil millones de personas sufren de inseguridad alimentaria, al no tener acceso regular a alimentos nutritivos en suficiente calidad y cantidad; mientras que, 3 mil millones no tienen los medios para permitirse una dieta considerada equilibrada.

La FAO alerta sobre los costos de la obesidad, al precisar que está aumentando tanto en adultos como en niños; señalando que, si los patrones de consumo de alimentos no cambian, su impacto en los costos directos de la atención médica y la pérdida de productividad económica debería llegar a 1.3 billones de dólares por año para 2030. De esta forma, la FAO alerta a los gobiernos sobre los efectos de la crisis de la pandemia del COVID-19, que podrían desestabilizar a cualquier gobierno en los próximos meses o a hacer difícil la gobernabilidad democrática en cualquier país, debido a las tenciones sociales.

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