El infausto poder revolucionario
Armando González Angarita
La desafortunada sustitución política que sufrió Venezuela en 1998, cuando un milico dotado de verbo inflamatorio, apariencia popular, atrevimiento-que no valentía-ilusionista consumado ,manipulador y embustero patológico, salió electo Presidente y condujo al país al escenario más catastrófico de su devenir.
Ya antes de haberse encaramado en la presidencia, mediante inigualable astucia, había transmitido al país su más íntima ideología en diferentes medios pero, muy particularmente, en edición titulada “Habla el Comandante”. Nicolás Maduro, actual sustituto, designado a dedo por voluntad divina del citado oficial, semanas antes de su defunción, confirma, con tímidas y recientes desviaciones personalistas, las metas iniciales de este procedimiento en cuanto a que el mismo configura la imposición de un SISTEMA TOTALITARIO Y TIRANICO, lo más cercano posible al MAR DE LA FELICIDAD cubano. No es expresión de un hombre providencial o “Gendarme Necesario”, como había acontecido previamente. Es decir: ¡A NADIE ENGANO!
Para generar ese remplazo se requería un cambio constitucional radical, el cual no ha podido ser ejecutado hasta la fecha, a pesar de una tentativa frustrada y de una bastarda Asamblea Constituyente en 2017; la posesión de las principales instituciones de esa nueva estructura legal; y tiempo, mucho tiempo.
Así, a partir de 1999 fueron imponiéndose, a veces de facto, en la Asamblea Nacional -detentada desde el inicio del mandato- Procuraduría, Contraloría, Fiscalía y, principalmente, del Consejo Nacional Electoral (CNE), Organismo este imprescindible para asegurarse, dentro de la ilusión de una pantalla democrática, una transmutación
Ideológica que permitiese una vida larga y provechosa, en una sociedad que, en lo posible, fuera lo más parecida al marxismo.
Paralelamente se fueron adueñando de los Medios de Comunicación (Hegemonía comunicacional), Fuerza Armada Nacional- convertida en bolivariana e indoctrinada desde la toma del mando chavista en la Academia Militar y cuyo Alto Mando ha sido y es PUNTAL PRINCIPALISIMO del sistema-, Petróleos de Venezuela (PDVSA), Banco Central de Venezuela (BCV), etc., etc., respondiendo todos a objetivos ideológicos Comunales. Y, en lo internacional, fueron influyendo en la Organización de Estados Americanos (OEA)-donde por cierto han venido perdiendo prestigio recientemente-, Comunidad de Estados del Caribe (CARICOM), y, con menos éxito, en las Naciones Unidas (ONU). Así mismo crearon, ayudaron a crear o penetraron: la ALBA, UNASUR, CELAC, MERCOSUR, con la intensión de ponerlas todas al servicio, apoyatura y justificación del experimento político nacional. ,
Completa ese cuadro el desvió progresivo de nuestro principal comercio hacia China, Rusia, y países en sintonía con el anti imperialismo estadounidense. Petróleo hacia esos mercados y armas, financiamiento y respaldo diplomático de ellos para acá buscaban, en última instancia, construir alianzas alternativas y establecer lazos de protección militar para con Venezuela. Esa actitud se reforzaba con un acercamiento a países y organizaciones repelidas por la Comunidad Internacional como Irán, Corea del Norte, Turquía, Hammas, Hizboullah, FARC.
Como estrategias prioritarias para el control, reforzamiento y mantenimiento del poder resaltan la permanente utilización de la MENTIRA, la VIOLENCIA, el MIEDO y la REPARTICION, esta última que, en apariencia humanista y, muchas veces necesaria, es dañina, muy dañina, para la economía, siquis y dignidad humana. Una constante refundación del proceso con bríos ciertamente admirables ha sido, sin duda, elemento adicional de características gigantescas en la preservación del mando.
Las veinte y tantas contiendas electorales ejecutadas en Venezuela en las que el régimen salió triunfante en la mayoría, ratifican claramente el eficiente control ejercido por esa autoridad electoral. Excepción hecha de dos citas subalternas (no presidenciales), en las que el error involuntario o tecnológico y, la sorpresiva declaración del Ministro de Defensa, en la primera, definieron el éxito opositor. Se agrega a este criterio la pública confesión de un alto funcionario de la compañía que daba soporte a los comicios, sobre el control gubernamental de los resultados de esos encuentros.
Desaciertos estos -los mencionados arriba- que jamás, escúchese bien, jamás, sucederán en una selección presidencial. Ejemplo incontestable de tal aseveración fue la reciente mascarada electoral la cual, a pesar de haber sido rechazada por la mayor parte del país y las naciones más importantes del planeta, permite aun el mandato sistémico socialista del siglo XXI, con el mismísimo cuestionado individuo en el poder, de acuerdo a una desfachatada decisión del CNE, ministerio correspondiente del régimen. Y todo ello bajo la insuficiente y, en el peor de los casos, desacertada estrategia de parte del liderazgo político contrario a este socialismo que, a pesar de todo lo precedente, se empecinaba en una solución constitucional, pacífica y electoral……..!INCREIBLE!
En resumen, esa vía -la electoral- está, por ahora, claramente CERRADA, me atrevo a predecir, para muchísimos compatriotas, quizá para la mayoría, como parece constatarlo, una vez más, la postrera morisqueta comicial. Escapan a este criterio una manada de desubicados opositores en los estratos dirigentes. Olvidan estos la historia patria que nos enseña que en situaciones como esta solo con el sostén militar se han logrado resultados efectivos. Y es el mismísimo régimen que, en este caso, lo ha planteado así, habiéndose descartado todas las salidas constitucionales.
Y no se trata de cambiar a un hombre por otro, como ya advertimos al inicio de este escrito. La disyuntiva consiste en el remplazo de un SISTEMA SOCIALISTA, TIRANICO Y TOTALITARIO en el poder, por una DEMOCRACIA MODERNA, LIBERAL, OCCIDENTAL Y JUDEOCRISTIANA. Difícil pero imprescindible tarea esta. Esperemos que la solución eventual, si es que esta ocurriese – en vista de la trágica desunión imperante hoy en la oposición-, sea lo menos traumática posible y generada por actores patrios, pues existe la remota posibilidad de que debido, entre otras, a las ramificaciones extrañas a Venezuela y a América Latina que este gobierno ha tejido lentamente, y a la complicidad anticonstitucional de la institución relevante, el futuro de esta tierra se esté deslizando hacia mandatos humanitarios de la Comunidad Internacional, para los casos de violación de Derechos Humanos. Destino alterno seria: la pérdida indefinida e indeseable de la Venezuela democrática.