El umbral y la apatía
Eduardo Soto Álvarez
Los resultados de las recientes elecciones, no pueden haber sorprendido al régimen y menos a una oposición, que le puso los mangos más bajitos, a quienes tienen la sartén por el mango.
Los Concejos Municipales están directamente relacionados con la vida cotidiana, con el entorno inmediato que habitamos y en el que nos desenvolvemos junto con nuestras familias, por lo que no es fácil entender tanta pasividad.
Si la actitud era no participar, se le ha debido dar la adecuada resonancia, para prevenir interpretaciones erróneas, explicando hasta la saciedad, sobre todo a la comunidad internacional, las razones que la motivaron, para poder entonces capitalizar políticamente el previsible resultado.
Pero no ha sido el caso y lo que aconteció, puede que hasta les parezca a muchos, producto de la indiferencia ciudadana. Mal podemos pedir una actitud militante afuera, cuando adentro nos carcome la apatía.
No hay que dejarse apabullar por la realidad, ni por las trapisondas del régimen, ni menos hacer como los avestruces, que, con no querer ver el peligro, creen que ya están a salvo.
Ciertamente, vamos camino del infierno, pero todavía no hemos cruzado el umbral donde muere la esperanza y todo depende, en definitiva, de la actitud que asumamos ahora los venezolanos.