Encerrona y sin gasolina (¿?)
Tal y como sabemos la mayoría de los venezolanos, quienes padecemos las tropelías tiránicas del chavomadurismo, ante la paradoja de poseer las mayores reservas de crudo probadas y afrontar la escasez de gasolina, cuyo déficit equivale a unos 60000-70000 bd, cuando para 2019 el consumo interno era de unos 190 mbd, el desgobierno de NM, desde hace ya poco más de un año, viene aumentando, fatuamente, la presión sobre proveedores de combustible a fin de que entreguen sus cargamentos a PDVSA, incluso si no se han resuelto o acordado formas de pago; situación que ocurre en medio de las sanciones EEUU, mientras los clientes europeos pausaron sus compras.
Los inventarios locales de combustible han mermado progresivamente en virtud de que nuestras refinerías producen muy poco, pues el CRP opera solo 20-25 % de su capacidad, a lo que se suma los conflictos que PDVSA enfrenta por las sanciones conocidas a objeto de obligar a NM a su dimisión, ignorado como presidente legítimo. No obstante, PDVSA, ovbiando tales estatutos, y a manera de desafío, aumenta las exportaciones de petróleo a Cuba para aliviar la escasez de combustible en la isla víctima, también, del socialismo/comunismo y en desafío, además, contra las firmas navieras involucradas en el comercio bilateral. Pero, tozudamente, el régimen insiste en tales envíos, de unos 70 mbd, a costa del déficit de gasolina que ahora enfrentamos en Venezuela, lo cual ha incidido en baja oferta de productos agropecuarios y hasta en una carestía exhorbitante que rebasa, de inmediato, todo incremento salarial, razón por la que llegamos al borde de una explosión social, que, para bien o para mal, coincide con la pandemia de coronavirus COVID-19 ya que en virtud de los riesgos que implica se adoptó un conjunto de medidas adecuadas al momento epidemiológico, a manera de subterfugio. Sin embargo, en virtud de la problemática originada por falta de gasolina, el régimen optó por una encerrona para desmontararnos y no dar tregua a propuesta alguna, por no apelar a un concepto más sincero sobre la problemática y buscar una viabilidad óptima para satisfacer la demanda y cubrir las necesidades agroalimentarias del pueblo víctima, de nuevo, de otro desaguisado y/o desvarío del régimen ineficaz, desahuciado, impasible y desconocido.