Estamos entrando a una encrucijada
Aunque estamos en tiempos de paz y de reconciliación impregnados por el espíritu navideño, no podemos soslayar el hecho que en enero ocurrirán dos hechos trascendentes para la consolidación de la democracia en nuestro país. El primero, al día de hoy, la respetabilidad de los acuerdos que se hicieron para la designación de la presidencia de la Asamblea Nacional que le corresponderá, en esta ocasión, a Voluntad Popular, en la persona de Juan Guaidó. Eso puso término a rumores de una opción distinta que quebrantaba el pacto con base en eventuales acuerdos que se obtendrían del gobierno.
El otro evento, no menor importante, es lo que ocurrirá después del 10 de enero, fecha en la que culmina el mandato presidencial de Maduro. Eso abre un gran interrogante ya que existiría un vacío constitucional que no puede ser subsanado por las decisiones promovidas por la ANC, ya que el origen de esa asamblea fue violatorio de la Constitución vigente y, por lo tanto, los actos que se derivan de ella son nulos de origen.
¿Cómo se va a resolver ese impasse? Dependerá de la sabiduría política y de la buena voluntad resolverlo de manera constitucional y democrática. Esperamos que el Año Nuevo ilumine a los venezolanos y que lo que resulte sea incruento y beneficioso para la inmensa mayoría de la población azotada hoy por la que es tal vez la peor crisis de nuestra historia republicana.