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Invasión gringa: Maduro, el general, el kamikaze y su cerveza

La voz atronó los cielos e incendió a las estrellas apagadas; la política intergaláctica movilizó su diplomacia, culminaron 15 días y el imperio no abrió sus fauces. ¿Por qué? ¿Qué decía la voz? Las antenas de los “patriotas cooperantes”, antes llamados “sapos”, captaron los gritos marciales: «Venezuela es y seguirá siendo independiente, soberana y nuestra (…) No habrá imperio que venga a qué ¿A robarnos, a saquear el petróleo y otras riquezas? No, eso se acabó. Listo ¡Pum! Se fue. Lo que estamos viendo son los estertores del principio del fin del imperio estadounidense». El muñeco se llama Maduro y el ventrílocuo es su Padrino. El domingo 29 de marzo vio la luz el siguiente despacho de la Agencia EFE:

“Caracas, 28 mar (EFE).- El ejercicio cívico-militar ordenado hace dos semanas por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en medio de una crisis con Estados Unidos, concluyó hoy con la movilización de 30.000 soldados y 30.000 milicianos, anunció el ministro de Defensa y jefe de la Fuerza Armada Bolivariana (FANB), general Vladimir Padrino.

“Maduro impartió la orden el 14 de marzo después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmara un decreto que considera la situación política y social interna de Venezuela como ‘una amenaza extraordinaria para la seguridad’ estadounidense.

“Han culminado 15 días de despliegue del ejercicio Escudo Bolivariano de preparación para la defensa armada y no armada de la patria, para hacer de nuestra patria una patria inexpugnable, (para) que jamás la bota extranjera del imperio estadounidense pueda tocar la tierra sagrada de Simón Bolívar. Y lo garantizamos con la unión cívico-militar’, expresó Maduro al recibir el informe militar.

“El ejercicio involucró hoy a 60.000 de los 80.000 soldados y miembros de la Milicia Popular que el general Padrino dijo hace dos semanas que fueron activados junto a 20.000 compatriotas del pueblo que se han sumado voluntariamente y que no son milicianos de la FANB.

“El general dijo hoy que en estos últimos 15 días otros 40.000 civiles se alistaron en la FANB como nuevos milicianos, precisamente en respuesta al que denominó ‘decreto irresponsable e inmoral’ de Obama. Adicionalmente, y solo el día de hoy, detalló, los soldados del Ejército, la Aviación, la Armada y la Guardia Nacional (GN, policía militarizado) efectuaron ‘256 ejercicios de carácter específico y conjunto’ para verificar los equipos de guerra defensiva adquiridos en los últimos años, especialmente en China y Rusia.

“Son equipos de última tecnología (…) que nada tienen que envidarles a ningún sistema de defensa aérea del mundo’, sostuvo el alto mando castrense, sin ofrecer más precisiones. Además de felicitar el ejercicio militar, Maduro también se refirió a que su campaña para recaudar la firma de 10 de los 30 millones de habitantes de Venezuela para exigir la derogación del decreto de Obama contabilizó hasta el mediodía de este sábado 4,5 millones.

“El jefe del Estado venezolano reiteró que entregará a Obama esas firmas cuando ambos coincidan en la Cumbre de las Américas del próximo mes en Panamá, así como las decisiones que en el mismo sentido han adoptado instancias internacionales como la Unasur, el Celac, la ALBA y el Movimiento de los No Alineados”.

¡Caramba! 60.000 soldados, 20.000 compatriotas “voluntarios” más otros 40.000 civiles alistados como “nuevos milicianos”; “equipos de alta tecnología”, los mejores del mundo, el ejército, la aviación, la armada, la temible Guardia Nacional, los “patriotas cooperantes”, las más de 10 millones de firmas…y, por si fuera poco, Unasur, Celac, Alba y los No Alineados (que ya estás chuchumecos de tanto esperar); en fin, todo el Parque Jurásico del Jefe de Estado y su Padrino, rodilla en tierra esperan la invasión en una cabecera de playa escogida por el General.

Ellos también leyeron Von Kriege (De la Guerra) del oficial prusiano Carl von Klausewitz, pero no entendieron eso de “la fricción” y de “la guerra de papel” ni el “El «Concepto unificado de Fricción General «, que constituye una de las creaciones teóricas más características de Clausewitz, madurada largamente tras mencionarla por primera vez en una carta a su futura esposa en 1806. Para definirla según sus propias palabras:

“Todo en la guerra es muy sencillo, pero lo más sencillo es difícil. Estas dificultades se amontonan y determinan una fricción que nadie que no haya visto la guerra puede representarse felizmente. … Fricción es el sólo concepto que corresponde a la diferencia entre la guerra real y la guerra en el papel. … La fricción, o lo que así denominaremos es, pues, lo que dificulta lo aparentemente fácil” (1°, VII). En realidad todo aquel que haya intentado empresas militares de cierta magnitud, aún en la paz, ha experimentado el desalentador efecto de la Fricción, pero este efecto se multiplica en la guerra, debido a que sólo en esta actividad aparecen, con su mayor fuerza, todos los elementos constitutivos de la Fricción General.

Pero la fricción no apareció nunca aunque sí la sintió un kamikaze venezolano, tal como lo registra su diario, que transcribo en clave de Morse:

DÍA UNO: La invasión es inminente. Mañana comienza el entrenamiento. Los panas nos organizaron una fiesta de despedida. La rumba estuvo burda de buena. Bailamos hasta altas horas y nos dimos durísimo con la caña, para preparar nuestra alma para el destino que le espera. El jefe nos garantizó que en el más allá la rumba continuará y entonces tendremos 10 botellas de 18 años sin estrenar para cada uno. Al final de la reunión, Yefelson, John Fisyerald, Washinton Rodríguez y yo quemamos una bandera de Los Estados Unidos para irnos poniendo ya en actitud.

DÍA DOS: Hoy no fuimos al entrenamiento.

DÍA TRES: Retomamos la cosa en serio. Tuvimos problemas con el vestuario, porque la cooperativa que fabrica los chalecos endógenos en los que se van a colocar los explosivos se cogió los reales y no los hizo. El comandante del escuadrón dice que no importa, que nos pegamos los cartuchos con tirro directamente en la barriga y nos colocamos encima un poncho andino para pasar desapercibidos. Lo que pasa es que a mí me toca la refinería de El Palito y yo no me voy a meter en ese calorón con un poncho andino.

DÍA CUATRO: Los técnicos explosivistas todavía no nos han traído los cartuchos. De todas maneras, hoy hicimos un ensayo general y cortamos varios palos de escoba en rolitos para simular la vaina. La sensación es burda de incómoda.

DÍA CINCO: Por fin llegaron los explosivos (entre ellos muchos Binladen) y los ponchos. Como los gringos solo deben encontrar cenizas, comenzamos ya a prenderle candela al país con incendios forestales aprovechando el calorón imperante.

DÍA SEIS: Hoy tuvimos una falsa alarma de invasión, debido a que una paloma activó el sistema de defensa antiaéreo. De vainita no destruimos los pozos petroleros. Menos mal que la mayoría de nosotros nos quedamos dormidos y, a los pocos que acudieron, los explosivos no les funcionaron.

DÍA SIETE: Se acerca la hora…Morderán el polvo de la derrota. Ya todo el equipo está listo y operativo, pero tenemos tres días que no nos llega comida al campamento. Hoy nos reunimos. Si mañana no llega comida, vamos a trancar las vías de acceso a los pozos y, si nos echan a la Guardia, pensamos usar los explosivos y aplicarles a ellos el plan de tierra arrasada. Yo estoy comenzando a creer que la Guardia Nacional está controlada por la CIA.

DIA DIEZ: Hoy es el día. Nos fuimos a la playa a esperarlos. Estuvimos hasta las diez de la mañana y no vinieron. Yo creo que nos cogieron miedo, porque nos miraron desde el satélite y vieron que la vaina iba en serio. Menos mal que nos trajimos el dominó y una cava de cervezas para matar el tiempo, que también es un invento gringo.

¡Diez días de vigilia! ¡Y no vinieron! Es una pena. El Jefe y Padrino no pudieron ver multiplicada su Gran Fricción. Pero el valiente kamikaze venezolano, quien lleva por nombre y apellido el de Laureano Márquez, guerrero que sí experimentó el desalentador efecto de la fricción de…una chica que se bronceaba en la playa. Ella le frotó todo el cuerpo con su protector solar preparado con aceite de argán. Y después de hojear su Pequeño Larousse Ilustrado, Laureano suspiró: “Dulce belluminexpertis» («Dulce es la guerra para los que no la han vivido» (Píndaro, poeta lírico nacido en el año 518 a.C., en Cinoscefalae, cerca de Tebas, en el seno de una familia aristocrática conocida como los ageidas. ¡Era un escuálido!

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Un comentario

  1. Simplemente EXCELENTE, como todo lo que emana de esa familia de superdotados que son los Silva Michelena. Nos enorgullece contar con su compromiso y su pluma en la Oposición genuínamente democrática.

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