La CIUDAD de CARACAS
Fundada por Diego de Lozada en el valle del río Guaire o valle de los Toromaimas, en donde ya había hecho una fundacion previa Francisco Fajardo, en 1560, que los indios destruyeron. Pero, al fijar su residencia en ésta, el gobernador y capitán general don Juan de Pimentel e invita a vivir allí a los funcionarios de la Real Hacienda; se convierte, de hecho, en capital de la provincia de Venezuela (1576-1583). Desde entonces, se constituye en capital y centro de todos los poderes al conferírsele la dignidad de “Ciudad de Caracas” y su escudo de armas. Asimismo, en 12/1575, Pimentel es Caballero de la Orden de Santiago.
Su importancia como centro de toda actividad se inicia, prácticamente, desde el 19/4/1810 y luego el 2/3/1811 cuando se reunió en Caracas el primer Congreso venezolano elegido, popularmente, según instrucciones de la Junta Suprema, que sesionó en la casa del conde de San Javier (hoy, esq El Conde), y presidió el doctor Felipe Fermín Paúl, el cual en 1812 se mudó a Valencia y se disolvió al aproximarse Monteverde.
Durante la administración del general y doctor Antonio Guzmán Blanco la ciudad de Caracas se caractrizó por un marcado proceso de centralización políticogubernativo. Y, Guzmán Blanco adquirió más influencia que los caudillos regionales. No obstante, el punto culminante de tal política ocurrió durante su segundo período, al aprobarse la Constitución de 1881, pues ésta reorganizó, territorialmente, a la nación, redujo el período presidencial a unos dos años y estableció un Consejo Federal, que seleccionaba al presidente y agrupaba a las principales figuras del país en una misma entidad.
No obstante, el proceso de descentralización efectivo se lleva a cabo durante el lapso 1994-1998 bajo la administración del dr Rafael Caldera, cuando avanza tal proceso en estados y municipios, dentro del régimen de democracia representativa.
Sinembargo, en virtud de la importancia que esta metrópoli adquirió como capital de un país petrolero, miembro fundador OPEP, continúa, aún, pese a la fragilidad de sus servicios básicos, como centro de toda actividad financiera política y comercial, en zaga de un futuro por la superación pronta, dentro de los cánones democráticos, de su mega crisis inadmisible.
