La cultura de la Fe
José Dionisio Solórzano
De acuerdo con San Agustín de Hipona “hemos de entender para creer, y hemos de creer para entender”, con esta afirmación el Santo nos indicaba que la razón y la fe no están divorciadas, sino, por el contrario, una necesita a la otra y viceversa.
“La fe es recompensa del buen razonar, y la razón de ninguna manera elimina la fe, sino que la refuerza y aclara; fe y razón son complementarias”, con esta cita pretendo reafirmar la importancia de la convergencia de la razón y la fe, y subrayarlas como pilares que sostienen nuestra concepción del mundo.
Hoy más que nunca los venezolanos necesitamos de ambas. Necesitamos de la razón, que es la capacidad del hombre de pensar, reflexionar, organizar, planificar y ejecutar, que es nuestra esencia que nos diferencia de los animales.
Y, también necesitamos de nuestra fe, que es la confianza en que Dios es la máxima autoridad y un Padre que nos observa con ojos amorosos y fuertes.
Creo que la autoridad máxima emana de Dios, de allí coincido totalmente con San Agustín, no obstante la razón del hombre, permite que cada uno de nosotros a través de nuestro libre albedrío podamos desarrollarnos a plenitud como hombres.
Así, el bien y el mal están delante de cada uno de nosotros. Cuando obramos inteligentemente, pero sin fe, sin ética, y sin moral entonces decidimos por el mal. Y cuando, conscientemente decidimos hacer las cosas apegados a la autoridad Divina, enalteciendo los valores y principios de la sociedad, entonces estaríamos escogiendo el lado del bien.
La fe, es y siempre será, parte esencial del hombre. Sin fe estamos condenados al vacío más atroz que existe. Además, la fe es la génesis del amor, de la ética y, dicho sea de pasado, es la miel de nuestra cultura occidental, no podemos contar nuestra historia sin la fe, sin la iglesia y sin Jesucristo.
Occidente sin la fe no existe, todos aquellos que han pensado nuestra cultura occidental sin Dios, han fracasado y seguirán fracasando. Y es que, los padres de la cultura occidental, es decir, los griegos cimentaron su sociedad y sus costumbres en la fe, sí en aquella tradición oral de prohombres y dioses del Olimpo, que por encima de divinidades eran ejemplos a seguir para los griegos.
Los venezolanos somos parte de esa cultura occidental, que une fe y razón. No obstante hemos sido embriagados por 20 años de contracultura, por dos décadas de antivalores, que pretendieron pulverizar nuestra esencia sociocultural.
Por ende, los venezolanos esta Semana Santa debemos retomar nuestros principios y valores que siempre nos caracterizaron, debemos armarnos con nuestra inteligencia y confianza en Dios y combatir al eterno enemigo de la fe y de la razón, es decir al ateísmo ilógico del marxismo, ya sea que se haga llamar comunismo o socialismo.
@jdionisioss
