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La discriminación al revés

Este Octubre 2019 ha sido extraordinariamente convulso. No con la intensidad de aquel octubre en 1962, cuando el planeta entero estuvo a punto de sufrir su primera (y última) batalla nuclear, enfrentadas las dos mayores potencias -EEUU y la URSS, Kennedy Krushov- en el Caribe, con la crisis de los  misiles en Cuba, y Fidel de parásito sin voz ni voto. Este octubre ha producido sucesos que ponen en aprietos a los medios a la hora de decidir a cuál dar prioridad, más y mejor cobertura. Conflictos de vieja data y manifestaciones puntuales. Destacan por su intensidad y la importancia que circunstancialmente tienen en el mapa de la geopolítica mundial, los de Siria, Hong Kong, Brasil, Ecuador, Chile, y reciben trato secundario los sucesos en Irán, Reino Unido, Líbano, Argentina, Bolivia, Haití.

A la ya de por sí preocupante falta de información en que los medios incurren, por ahorrar espacio o tiempo, o por inducir una interpretación favorable a las posiciones de los propietarios y directivos de cada medio, se suma la creciente tendencia de “lo políticamente correcto”, que va imponiendo sus pautas y esquemas, y gradualmente conduce a los consumidores de noticias a adoptar sus puntos de vista, que en virtud de las injusticias que en el pasado soportaron algunos conglomerados humanos por ser negros, por ser indígenas, por ser mujeres, por ser homosexuales, por ser pobres, considerados  como inferiores por ser diferentes, y luego de que en la mayoría de los países del orbe todas esas formas de discriminar han sido muy reducidas o erradicadas del todo, la “corrección política” pretende darle un giro de 180 grados a aquella situación histórica, ya superada, e imponer que la superioridad es inherente a esos conjuntos humanos que fueron discriminados, y en función de aquella injusticia, ahora debemos respaldar toda iniciativa que emane de esos grupos, de manera incondicional y acrítica, como por remordimiento y en compensación, estamos obligados a apoyar cualquier causa motorizada por los negros (black lives matter), los aborígenes (evadieron el mestizaje, mantienen su pureza, y superaron el absoluto genocidio que las leyendas negras asignan a los procesos de conquista y colonización que potencias europeas realizaron en los otros 4 continentes), las mujeres (de preteridas por el patriarcado deben disfrutar de prioridad y privilegios ahora, incluyendo darle crédito a cualquier acusación contra un hombre, aunque sea desde el anonimato, sin presentar pruebas, con décadas de retardo y anulando la presunción de inocencia, columna de la Justicia moderna). La corrección política exige que disfruten de compensaciones, por las reales o inventadas injusticias del pasado, los descendientes de las presuntas o genuinas víctimas, aunque estén a distancia de varias generaciones de esas injusticias.      

En Hong Kong, ex colonia británica cuyo control fue devuelto a China el 1º de julio de 1997 con la condición de que mantuviera su status propio por 50 años, respetando sus libertades e idiosincrasia, ya lleva 4 meses de manifestaciones contra la intención del régimen comunista de aplicar medidas restrictivas, que violan el acuerdo. Pero este mes la represión china se pasó de la raya y tuvieron la primera víctima por disparo policial. Un conflicto singular, David democrático contra Goliat totalitario. Los ayatolas de Irán autorizaron a 4.000 mujeres a asistir por primera vez a un estadio a ver un partido de fútbol de la selección iraní (custodiadas por 300 mujeres policías, separadas de los varones, en un estadio para 70.000). En el norte de México, fue detenido el narcocapo Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán (cadena perpetua en EEUU), a cargo del poderoso Cartel de Sinaloa. Su banda armada causó muertos, heridos y destrucción, y López Obrador ordenó liberar al detenido y no actuar contra el Cartel, dejando en ridículo al Ejército, y sin majestad a la Presidencia que ocupa, rendido ante el Narcotráfico. Progresistas, feministas, los políticamente correctos, no se pronuncian contra la dictadura de China, el machismo de Irán o la insólita cobardía y negligencia de AMLO.  

El pueblo kurdo, que reclama para sí un pequeño territorio que abarca espacios de Siria y Turquía, ha enfrentado eficaz y valientemente al bestialato islámico, con el apoyo de EEUU, que de repente se retira de Siria, lo que aprovecha el déspota Erdogan para bombardear a los kurdos, alegando que libera ese territorio al norte de Siria. Para complicar aún más el panorama, Bashar al Assad llega a un acuerdo con los kurdos, y Trump rebalancea su contraproducente retiro de tropas, amenazando a Erdogán con severas represalias si mantiene su agresión a los kurdos (uno ayudó a conocer el ADN del cabecilla del ISIS, Abú Bakr al Baghdadi, eliminado en reciente operación militar de EEUU en el norte de Siria). 

En Beirut, Líbano, el anuncio de un aumento en el costo de Whatsapp provocó protestas que fueron añadiendo quejas sobre la corrupción administrativa, incremento de la pobreza, y forzaron la renuncia del Primer Ministro Hariri (cuyo padre ocupó ese cargo, y fue asesinado en 2005). En Haití, también piden la renuncia del  presidente Jovenel Moise, pero demasiado tiempo bajo el primitivo yugo de Papá Doc Duvalier, el Vudú, los Ton Ton Macoutes, dejaron una impronta que condena a ese pobre país a permanecer en el más oprobioso atraso. Intensas manifestaciones en Chile (aumento pasaje Metro), y Ecuador (aumento precio combustibles), con estudiantes e indígenas de principales protagonistas respectivamente, han obligado a los presidentes Piñera y Moreno a responder de modo complaciente, dados los niveles de desestabilización y destrucción causados. El aumento del pasaje en Metro sólo aplicaba en las horas pico, y no afectaba al pasaje estudiantil, sin embargo 76 de 136 estaciones, y algunos buses, sufrieron graves daños, que reducirán la calidad del servicio mientras se reparan. El aumento de los combustibles es necesario, tanto en Ecuador como en Venezuela, porque se venden a pérdida, por debajo del costo de producción, lo cual genera un creciente déficit, pero se opta por correr la arruga como medida populista complaciente y eficaz para evitar descontento social.

La cobertura dada este año a los incendios en porciones de la Amazonia en Brasil, conduce a pensar que son un fenómeno nuevo, y atribuible a la gestión de Jair Bolsonaro, quien lleva 10 meses en la presidencia. Las cifras indican que los incendios ocurren anualmente, en su mayoría causados por la sequía y el intenso calor, una minoría son provocados para ampliar las áreas de ocupación agrícola, pero las superficies afectadas fueron mayores durante los gobiernos de Lula y Dilma, a quienes la corrección política exonera. Es más conveniente culpar al perverso Bolsonaro de la “ultraderecha” (nunca califican de ultraizquierda a los suscritos al Foro de Sao Paulo, todos querubines dedicados a lograr el “bienestar social con énfasis en los pobres”). La adolescente sueca Greta Thunberg y su escandalosa campaña contra el calentamiento global, es una autista de 16 años con síndrome de Ásperger (que vuelve obsesivos sobre un tema a quienes lo padecen), y promovió en su país natal que los viernes no se asista a clases, para ocupar ese día en “salvar al planeta”.  Greta tiene su antecedente en Venezuela, Elías Jaua encapuchado provocaba disturbios todos los jueves, en la autopista del este frente a Plaza Venezuela y la entrada de la UCV vecina del Jardín Botánico. Esa quema de cauchos y esporádicos vehículos, producía atascos del tránsito en la vía principal que recorre Caracas de oeste a este, y la suspensión total de las actividades universitarias el viernes, lo cual era vergonzosamente bien visto y disfrutado por la mayoría de los estudiantes, aunque no fuesen parte de la minoría violenta veneradora del dios Fidel. La Jaua sueca mira feo a Trump, mientras calla frente a los desmanes contra el equilibrio ambiental perpetrados por rusos, chinos, iraníes y turcos en el Arco Minero de la Guayana venezolana. Ecologismo selectivo y tuerto.    

En Bolivia, la Constitución prohíbe la segunda reelección, y la mayoría respaldó esa norma de la carta Magna en un referendo. Evo, que controla al tribunal supremo de Bolivia, obtuvo un dictamen que lo autoriza a optar a esa segunda e inconstitucional reelección, alegando que “ser candidato es un derecho humano”. Para colmo, cuando los resultados indicaban que sería necesaria una segunda vuelta, ocurre un apagón informático por casi 24 horas, tras lo cual los resultados indican todo lo contrario. Evo desoye las protestas que denuncian fraude, pero a regañadientes acepta una auditoría con la OEA (que no consultó al bando opositor para este acuerdo). En Argentina Macri no pudo revertir en sólo 4 años los perniciosos efectos de décadas de peronismo y kirchnerismo, ahora Cretina Kirchner retorna al poder, manejando al demagogo que se prestó para ser marioneta presidencial, aunque haya cuestionado la corrupción y el autoritarismo de la viuda, que abusando de su inmunidad como senadora evadió los autos de detención que sobradamente merece, y ahora presionará para que los juicios pendientes sean anulados, como parte de la dinámica bananera que retorna a la Casa Rosada. En Perú el presidente Vizcarrá disolvió el degenerado Congreso, y habrá elecciones legislativas, por las que pueden ingresar de contrabando fichas de la ultraizquierda (electoral, nueva estrategia del Foro de Sao Paulo). 

En EEUU, el partido demócrata, todavía resentido por la derrota que Trump les propinó en 2016, y con la creciente convicción de que -dados los positivos resultados de la gestión de Donald durante estos 32  meses en la presidencia- electoralmente tienen muy bajas probabilidades de impedir su reelección, están desesperadamente abocados a lograr un Impeachment (Proceso de destitución), basados en sus conversaciones telefónicas con el presidente de Ucrania, solicitándole que investigara las actividades de Hunter Biden (hijo del vicepresidente Joe Biden, durante la gestión de Barack Obama, uno de los precandidatos demócratas para la campaña presidencial del 2020). Los demócratas le buscan la quinta pata al gato, presentando las conversaciones de Trump como una forma de extorsionar al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, para que le inventara un prontuario al Biden Junior, para perjudicar por carambola al padre, en su candidatura. Un tiro que les puede salir por la culata, si afloran las verdades que se infieren con el mínimo esfuerzo; 1. Hunter, además de haber llevado una vida de traumas y desórdenes, no tiene la formación profesional que debe requerir el cargo de asesor que ostentaba en una gran empresa en Kiev, por el que recibía 50.000 dólares mensuales. 2. Su padre, como vicepresidente, viajó doce veces a Kiev, y no hay resultados tangibles que justifiquen esas diligencias, durante un lapso en que la Rusia de Putin invadió y se anexó prepotentemente la Península de Crimea -ucraniana- mientras Biden y Obama hacían crucigramas o declaraban intrascendencias. 3. Biden todavía no es el candidato presidencial, hay otros precandidatos -como Sanders y Warren- que pudieran ganarle en la competencia interna del partido, de manera que Trump habría gastado pólvora en zamuro si Biden es desplazado por otro demócrata, o las investigaciones mostraran que esos doce viajes a Ucrania buscaban posicionar al vástago, explotando el cargo del progenitor. Entonces veríamos que el intento de “empichamiento” hace estragos en el lado de los burros, más apoyo electoral para los elefantes.  

En este complicado panorama mundial, muchos opinan en política y economía, basados en superficiales informaciones e influenciados por lugares comunes (que favorecen a “los indígenas, los pueblos primigenios y puros, a los estudiantes, a las minorías oprimidas”). Que “el pueblo siempre tiene la razón”, es un axioma negado por la cruda realidad. Con la prepotencia de su dominio de lo deportivo, en el fútbol, el béisbol, campos en los que sí se esmeran por enterarse del más mínimo detalle, opinan de lo humano y lo divino, y generalmente yerran. Apuesto a que la mayoría de quienes gritan la insólita consigna “Muera Pinochet Viva Fidel”, y protestan y destruyen infraestructura valiosa, en Chile y Ecuador, donde disfrutan de salarios mínimos de 447 y 394 dólares mensuales (suficiente para comprar varias canastas basicas, en Venezuela se requieren veinte salarios para una canasta), y todos sus indicadores suben positivamente, aplauden los desastres  generados por más de 60 años de estalinismo en Cuba, y más de 20 años de dictadura castrochavista en Venezuela, con severa escasez de alimentos, medicinas, gasolina, gas, agua, servicios públicos pésimos, cortes de electricidad diarios de 4 a 8 horas, salario mínimo de $7,5 (siete y medio dólares), hiperinflación del 20.000 % y 4 millones ya en la diáspora, buscando sobrevivir y enfrentando carencias, resentimientos y xenofobia de grupos que no quieren recordar los tiempos en que Venezuela les dio refugio, trabajo y solidaridad sin mezquindades.  

El cucuteño Maduro supera a Lenin, Stalin y Mao: “Se aprende más criando gallinas que leyendo mil libros”. Con sólo esa frase preñada de sabiduría, se gana su sitial en la posteridad. ¡Salve Usurpador!.

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