La huida
Mercedes Montero
De acuerdo con la información dada a conocer por los diferentes medios de comunicación se calcula que cuatro millones de venezolanos han salido del país en búsqueda de todo aquello que una vez tuvieron y hoy en día ha sido confiscado por orden del régimen castrocomunista comandado primero por Fidel Castro quien al morir dejó como su delfín a su hermano menor Raúl Castro, tan dictatorial, malvado y quizás hasta peor que el fenecido Fidel, ya que de acuerdo con la poca información que sale de la Isla cárcel ni siquiera la esposa y los hijos de Fidel han podido seguir disfrutando de todas las prebendas que en vida del dictador disfrutaron a sus anchas. Se cumplió a ciencia cierta el dicho “A rey muerto, rey puesto” y después de décadas de espera por fin pudo ejercer el mando a sus anchas.
Recordemos que con la llegada de Chávez al poder se le dio rienda suelta a toda la cizaña que llevó al pueblo a dividirse entre “oligarcas” todos aquellos que se dieron cuenta de la farsa chavista y “patriotas” a todos aquellos que fueron engañados por el discurso divisionista y falsas promesas del “comandante” De repente el pueblo venezolano quedó dividido.
Los invasores cubanos penetraron en todas las instituciones del estado apoderándose de toda la información contenida en cada una de estas. Así como también de la cedulación, Inmigración y Extranjería, en el Consejo Nacional Electoral, en los ministerios en absolutamente todo, se concretaron y se llevó a término la conexión del cable a Cuba, a partir de ese momento toda la información de Venezuela se maneja desde la Isla.
A partir de entonces todas las elecciones fueron tramposas, las instituciones destruidas, las instituciones públicas se corrompieron, la justicia desapareció, las leyes pasaron a ser arbitrarias, la economía privada fue destruida hasta el punto que en el país nada se consigue, todo falta, las empresas privadas fueron clausuradas, la publicas corrompidas, el país perdió la soberanía alimentaria que una vez tuviera, nombre lo que necesite y la única respuesta es ¡NO HAY!, la medicina venezolana ampliamente reconocida como de excelente calidad ha sido atacada ferozmente , los médicos venezolanos en una gran proporción han tenido que huir, los hospitales están en ruinas, el hambre ha diezmado a los niños, destruido a la juventud, devorado a las familias; enfermedades que habían sido vencidas han regresado de nuevo y el estado de decrepitud en todos los sentidos es tal que Venezuela es una ruina total, solo sirve para que los aliados comunistas lleguen al país para saquear sus riquezas, depredar a su fauna y flora, esclavizar a quienes mueren de fatiga, la situación es tan triste y grave que la huida de todo aquel que puede ha llegado a sumar a más de cuatro millones de venezolanos, que primero salieron en avión, después por carreteras y ahora hasta a pie, les tome el tiempo y sacrificio que les tome.
Los jóvenes salen por cualquier parte expuestos a todo, los padres y madres también huyen buscando un trabajo en los países vecinos teniendo que dejar a los hijos pequeños a cargo de abuelos, tíos, vecinos o en casas de abrigo, que ya están sobrepobladas hasta el punto que no pueden seguir recibiendo, los niños sienten que han sido abandonados, están desorientados, los familiares no pueden mantenerlos y surge en ellos una rabia incontenible, que los lleva a robar, pelear, hacer pandillas en las cuales se manejan conductas antisociales. Esta desgracia es lógico que suceda, muchas criaturas han sido explotadas y obligadas a prostituirse para poder comer y para que coman sus respectivos explotadores.
Venezuela es invivible, todos los días la moneda se devalúa, no hay trabajo porque la economía está quebrada, los salarios son mínimos, aquellos que todavía pueden hacer un mercado pobre han ido disminuyendo aceleradamente, para dar un ejemplo, una tinita de helado cuesta millón y medio de bolívares y los salarios son mínimos, en muchos casos solo alcanza para comprar un pequeño paquete de galletas. Esta situación ha llevado a los venezolanos a huir del país de cualquier forma, quedando demostrado con las largas colas de venezolanos famélicos, que han caminado por muchos días, flacos, enfermos, cansados hasta tal punto que se desmayan.
Los países vecinos los reciben, les dan albergue por unos días, tratan de ubicarlos en un trabajo, pero es necesario entender que son cuatro millones de personas las que han tenido que huir buscando una mejor vida, pero que también los países receptores tienen capacidades limitadas. Lo que está sucediendo en Venezuela es una verdadera crisis humanitaria. El pueblo venezolano ha sido condenado a muerte por el castrocomunismo para destruirlo, robarlo y esclavizarlo. La solución de esta tragedia depende de la voluntad y perseverancia del pueblo venezolano en la búsqueda de su libertad. Nadie más lo hará ya que es un deber de los venezolanos.
