La Posverdad de la Guerra de Ucrania 

En el año de 2016 la palabra que escogió el diccionario de Oxford fue posverdad, pues estamos en una época donde la distorsión de la verdad es cada vez más habitual siendo que, muchas de las informaciones que se recibimos de pronto la mayoría pudieran estar distorsionada.  

El pasado viernes 24 de febrero 2024 se cumplió un año de la guerra de Ucrania, por lo que nos podríamos preguntar, ¿qué tiene que mostrar la Casa Blanca y sus aliados de la OTAN después de un año de su incursión en esta guerra? Empecemos por preguntarnos sobre las proclamaciones prematuras del colapso financiero de Rusia que no se han materializado hasta ahora, mientras que el impacto a largo plazo del régimen de sanciones occidentales continúa siendo en el mejor de los casos, ambiguas.  

Los Estados Unidos y sus aliados occidentales confundieron las victorias tácticas de Ucrania cerca de Kiev, en la región de Kharkiv y en la ciudad de Kherson con una ventaja estratégica duradera, es decir, interpretaron mal las razones del pobre desempeño de Rusia en las primeras etapas de la guerra, que tenían más que ver con los supuestos políticos defectuosos de Moscú que con su capacidad para hacer la guerra, y subestimaron además gravemente la producción militar-industrial sostenida de Rusia.    

Después de un año de guerra los ucranianos están soportando la peor parte de los graves errores cometidos, lo que ha llevado a las fuerzas armadas de Ucrania a sufrir grandes pérdidas en relación con su reserva de mano de obra, mientras su economía se ha contraído en más del 30% solo el año pasado y el país se enfrenta a una crisis de despoblación de proporciones catastróficas.   

Si es así es como se ve ganar y se elude el horrible costo humano de la guerra para las mismas personas que se suponía que la participación de los EEUU y la OTAN salvaría. Cabría preguntar ¿Cuántos meses más hay que esperar para «ganar»?, ¿Cuánto más puede esperar el pueblo de Ucrania?  

Planteamos estas interrogantes porque el general Mark Milley que es un general del ejército de los Estados Unidos, que llego a ser el vigésimo presidente del Estado Mayor Conjunto y participó además, en la guerra de Afganistán, evaluó en noviembre del año pasado (2022) que la ventaja relativa de Ucrania sobre Rusia había alcanzado su punto máximo e instó a la administración de la Casa Blanca a tomar la iniciativa en la búsqueda de una solución diplomática, igualmente los rusos indicaron a fines de 2022 que estaban abiertos a negociaciones integrales. Sin embargo, la proposición del general Milley fue rechazado públicamente por Kiev y anulada por los funcionarios de la Casa Blanca con la intención de mantener el rumbo del conflicto. 

Tal pareciera que este tema de conversar sobre una negociación sobre la guerra entre Ucrania y Rusia después de un año no está en la agenda de los EEUU y sus aliados occidentales, en tanto que conversar, significa llegar algunas concesiones y los EEUU al parecer se niega por ahora a esto, en tanto que pareciera que su objetivo está dirigido alcanzar una victoria total en Kiev. Esto ha llevado a pensar algunos observadores e investigadores, de que una de las cosas que se persiguen en Ucrania por parte de los EEUU, es crear en Europa una especie de Ucranización.   

La oportunidad de negociar y poner fin a esta guerra en los mejores términos posibles para Ucrania y Occidente bien pudo iniciarse el año pasado por cuanto las fuerzas rusas parecen estar preparadas para lograr avances significativos en los próximos meses sin una perspectiva clara de una contraofensiva ucraniana estratégicamente decisiva.  

De forma que, las esperanzas de Washington de lograr algo que razonablemente pueda llamarse una victoria, o de asegurarse algo que se acerque a un retorno de la colosal inversión estadounidense en Ucrania se desvanecen con cada mes que pasa, y es que se está volviendo evidente para los aliados y adversarios por igual, que la Casa Blanca está atada a un concepto peligrosamente mal definido de una victoria total sobre Rusia. 

Luego de un año de esta guerra en Ucrania no puede olvidarse que la misma prácticamente empezó la noche del 21 de noviembre del 2013 en la región de Donbas, cuando un poco más de 2.000 manifestantes se reunieron en la Plaza de la Independencia de Kiev y comenzaron a organizarse con la ayuda de las redes sociales. A partir de este dia se inició prácticamente un enfrentamiento en las relaciones entre Rusia y los EEUU, en tanto que para los rusos estaba claro que la estrategia de los EEUU era justamente utilizar a Ucrania como una estrategia para culpar a Rusia de una invasión armada, no hay que olvidar el conflicto armado de Donbas que se desarrolló en Ucrania oriental el 6 de abril de 2014, entre el gobierno de Ucrania y las fuerzas separatistas prorrusas del Donbás. Este conflicto referido, ha pasado por diferentes etapas, hasta llegar a la más reciente que fue la que se inició con la invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero de 2022. 

Para Rusia al parecer estaba claro la provocación, primero la información que la inteligencia rusa tenia del eminente genocidio que se estaba preparando en Donbas para febrero o marzo de 2022, segundo el viaje de Volodímir Zelenski a Múnich el 19 de febrero de 2022, que fue prácticamente lo que precipito todo por cuanto en esta conferencia de Múnich,  Zelenski manifiesto que Ucrania estaba pensando en retomar la producción de armas nucleares, lo cual significaba eliminar por completo el acuerdo de Budapest de 1994, que planteaba que Ucrania renunciaba a las armas nucleares, tercero las posibilidades de que hubieran armas químicas en Ucrania, cuestión que posteriormente al parecer, comprobó la inteligencia rusa con el auxilio de gente que trabaja en estos laboratorios en Ucrania, fueron estos tres aspectos  los que supuestamente llevaron a Rusia a tomar la decisión de invadir el 24 de febrero de 2022. 

 Ahora bien, estos argumentos que sostiene Rusia para justificar la invasión del 24 de febrero de 2022 son muy fuertes. Por cuanto estos argumentos pudieran ser llevados a un tribunal internacional independiente para ser debatidos, el problema está en que los EEUU conjuntamente con sus aliados occidentales permitieran este tipo de Tribunal.  

Pero habría que agregar además que desde diciembre de 2021 Rusia estuvo proponiendo y enviando cartas a Washington y a Bruselas planteando la necesidad de rediscutir el espacio militar y geopolítico entre Europa y Rusia, es decir, lo que los rusos identifican como indivisibility of security (indivisibilidad de seguridad) espacio este que defiende la seguridad de cada Estado dentro de una región y que además depende directamente de la seguridad de aquellos con los que comparte territorio. Vale decir, un país alcanza la seguridad defendiendo sus propios intereses sin que las medidas adoptadas para ello reduzcan la de los otros.  

Los EEUU ignoraron todas estas cartas enviadas desde Rusia y nunca respondieron, por lo que Rusia ya sabía que para los EEUU todo era inadmisible, por lo que la posibilidad de llegar a un dialogo estratégico con los EEUU fue imposible, esto llevo a Rusia a desmarcarse de los juegos de guerra y plantearse resolver el problema de las poblaciones civiles ubicadas en Donbas como un todo, por lo que había otra opción que desmilitarizar todo este complejo proceso masificado de Ucrania, al tiempo que recrear igualmente las fronteras de Ucrania que Rusia conoce muy bien y que no son más que fronteras de un Estado artificial por cuanto la Ucrania de1654, nada tiene que ver con la Ucrania de estos tiempos, puesto que la de hoy es una especie de territorio construido con anexos que se fue construyendo con espacios cedidos por Catalina la Grande y por la vieja Unión Soviética. 

Dentro del contexto anterior descrito, Rusia decide entonces resolver el problema de las poblaciones prorrusas y las poblaciones antirrusas, puesto que las dos, son áreas de poblaciones históricamente rusas. Entonces decide reintegrarlas como republicas independientes o como republicas de la vieja URSS y posteriormente que ellas decidan a través de referéndums o cualquier otro método si quieren ser parte de Rusia, o si quieren ser parte de una federación de una nueva Rusia, pero esto no podría hacerse mientras Ucrania continuara sometido a la militarización impuesta por la OTAN en función de los intereses geopolíticos de los EEUU en la lucha por un Nuevo Orden Mundial. 

Dentro de la realidad anterior el mar de Azov que se encuentra localizado al noreste de la península de Crimea, ya ha sido anexado a Rusia a través del acuerdo de la ley sobre Nuevos Territorios Federales de la legislación rusa que se aplicó en la península, esta legislación considera a Crimea parte de Rusia desde el momento de la firma del acuerdo interestatal del 18 de marzo de 2014 y ahora esta siendo reclamado por Ucrania. Desafortunadamente los acuerdos del Protocolo de Minsk fallo en su objetivo de frenar los combates en el este de Ucrania, de allí este resultado de que ahora Ucrania este reclamando hoy este territorio de 39.000 kilómetros cuadrados (casi el tamaño de Suiza),   

Son estas algunas de las verdades que habrían de develarse por cuanto a raíz de los viajes de Joe Biden a Ucrania el 20 de febrero 2023 y de Wang Yin (Consejero de Estado de China) a Rusia, nos está indicando el nivel a la cual han llegado las fallas geopolíticas de las dos superpotencias del mundo.  

En la conferencia de Múnich el sábado 18 de febrero 2024 Wang Yin se dirigió a una sala de funcionarios europeos como «queridos amigos» y promocionó el compromiso de China con la paz, mientras intentaba abrir una brecha entre Europa y EE. UU. Al manifestar de seguidas lo siguiente: “No añadimos leña al fuego y estamos en contra de obtener beneficios de esta crisis”. Estados Unidos está prolongando intencionalmente la guerra porque sus fabricantes de armas están obteniendo grandes ganancias de las ventas de armas… “Algunas fuerzas podrían no querer que se materialicen las conversaciones de paz. No les importa la vida o la muerte de los ucranianos, ni el daño a Europa. Podrían tener objetivos estratégicos más grandes que la propia Ucrania. Esta guerra no debe continuar” 

Mientras que el secretario de Estado de los EEUU Antony Blinken manifestaba lo siguiente: “La preocupación que tenemos ahora se basa en la información que tenemos de que están considerando brindar apoyo letal, y les hemos dejado muy claro que eso causaría un problema grave para nosotros y en nuestra relación”.  

En respuesta a las anteriores acusaciones el Ministerio de Relaciones Exteriores de China criticó a Estados Unidos por no “asumir la responsabilidad, cambiar la culpa y difundir información falsa”. 

“Es el lado estadounidense, no el lado chino, el que suministra un flujo constante de armas al campo de batalla. La parte estadounidense no está calificada para sermonear a China, y nunca aceptaríamos que EEUU. dictara o incluso coaccionara las relaciones entre China y Rusia. (https://24noticias.org/maximo-diplomatico-chino-viaja-a-rusia-mientras-biden-visita-ucrania/). 

Como vemos pues, a un año de esta guerra ha quedado demostrado que ni Rusia buscaba únicamente detener la injerencia de la OTAN, ni los EEUU el bienestar de los ucranianos, los dos bloques no buscan más que sus propios intereses geopolíticos dentro una lucha por un Nuevo Orden Mundial con el objetivo de conforma una nueva hegemonía global.