OpiniónOpinión Nacional
La represión
“La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido” Milan Kundera
La represión política es la acción de contener, detener, castigar y perseguir actuaciones políticas o sociales desde el poder político hacia un individuo o grupo. La represión niega e impide el ejercicio de los derechos civiles y de libertad política que suelen considerarse propias de los sistemas democráticos.
La represión es un grado de la acción criminal del Estado. Reprimir a cuantos reclaman por un futuro que les ha sido violentado, expropiado o destrozado significa reducir su capacidad, neutralizar el radio de su acción política. Y eso se evidencia en todas las manifestaciones en toda la geografía nacional. En Venezuela aun no tenemos campos de concentración, pero sí hemos tenido formas muy violentas de eliminación de los manifestantes, en las cuales no solo se quiere poner a cuantos protestan en una condición de limitación de su fuerza, de reducción, sino realmente de avasallamiento, de eliminación, de poner fuera del escenario político a fuerzas sociales. En nuestro país se observan múltiples manifestaciones que han ido desde el ejercicio de ciertas formas de violencia, hasta la puesta en marcha de la represión de carácter legal, de la censura de opinión, del recorte de derechos, pues ahora los civiles son juzgados por tribunales militares, hasta el criminal ajusticiamiento de los opositores.
Hace casi un mes el general Vladimir Padrino López advertía de que no toleraría nuevos excesos de la Guardia Nacional… Desde ese momento más de 30 jóvenes, casi niños, han caído abatidos por disparos de perdigones, metras o bombas lacrimógenas que impactaron en sus cuerpos. Cientos de muchachos son atrapados, más arrastrados que arrestados, golpeados, vejados y humillados. Allí soportan y dan fe de tan brutales acciones, muchos videos y gráficas que en algún momento servirán de testimonial de esta dantesca y absurda travesía histórica de nuestro carajeado país. Se hizo viral en pocas horas la espantosa grabación del camión cava o “Gaswagen”, en el cual fueron trasladados a incierto destino varios jóvenes detenidos, y cuando estaban por cerrar la compuerta trasera, se puede observar como un esbirro de la GNB, o “Einsatzgruppe” para la ocasión, lanza una bomba lacrimógena al interior de la cava.
Los niveles de omnipresencia de la violencia puesta en marcha por estos organismos represivos en nuestro país han permeado todos los espacios y formas de expresión pública. No pasa un día sin que no se lamente por otro joven abatido, cada día nos llegan imágenes más terribles de esa brutal y despiadada represión que intenta vanamente ejemplificar el castigo para conseguir el temor en el resto de la sociedad, con el objeto de que se reprima a sí misma en el ejercicio de la libertad, que queda así anulada para todos, excepto para el quienes ejercen el poder y para aquellos en cuyo beneficio se realizan tan criminales acciones. Y esas se acrecientan en la medida que nos acerquemos a la acción más peligrosa y definitoria: la votación para la constituyente.
Si realmente esperamos recuperar nuestro país, será imprescindible y trascendental para la instauración de la verdadera democracia, que se reconozca la realidad de la criminalidad de este perverso régimen, pues nuestra memoria como Nación, no estará completa hasta que no se establezca la responsabilidad, la verdad que corresponde en esta violencia a este nefasto gobierno y a los poderes que lo sustentaron.
